¿Cómo era de niño Julio César? ¿Qué vivió los primeros años de adolescencia quien se convertiría en una de las figuras más importantes de Roma? ¿Cómo conoce a Tito Labieno, su amigo más querido? ¿Qué batallas pelean? Pero, ¿cómo fue la ruptura de su relación de amistad? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder el historiador italiano Andrea Frediani en su libro La sombra de Julio César, publicado por Espasa.
A lo largo de 448 páginas, el libro recorre con rigor histórico y elementos ficcionales treinta y ocho años de la vida de Julio César, desde el año 88 a.C. hasta el 50 a.C y cuenta cómo es el inicio de la leyenda de un hombre destinado a cambiar la Historia. Así, La sombra de Julio César describe de manera pormenorizada la grandeza, emoción y entrega con que los ejércitos luchan en las batallas que se producen en suelo galo al mismo tiempo que recrea la vida cotidiana, la compra de voluntades y la corrupción política que impera en Roma.
La primera entrega de la trilogía Dictator, galardonada con el prestigioso Premio Selezione Bancarella -otorgado a autores como Ken Follett o Umberto Eco- recrea uno de los momentos más importantes y más invisibilizados de la historia de la Antiguedad: cómo se conocen Julio César y Tito Labenio, quienes entablan una amistad inquebrantable. Frediani, así, se aleja de los episodios más conocidos de la historia de Julio César y aporta un enfoque original e íntimo sobre el futuro dictador a la vez que muestra los claroscuros de su personalidad.
Pero, ¿qué sucede cuando afloran la envidia y las calumnias, tanto por los allegados a César como por el propio hijo de Labieno? “No se había contado su amistad con Tito Labieno que se transforma en rivalidad, en odio”, supo decir el historiador.
Esta novela histórica centrada en el mayor exponente de la ambición transcurre a lo largo de los paisajes de Roma, Hispania, Vesontio, Samarobriga, Ravena, Gergovia, Alesia y Uxellodunum, permitiendo al autor crear una ficción literaria de un episodio desconocido de la Historia del imperio romano.
Nacido en Roma en 1963, Andrea Frediani se licenció en Historia Medieval y es uno de los divulgadores históricos más leídos de Italia. También colabora con numerosos medios, como Focus Storia, Focus Wars, Wars, Storia Militare, Medioevo y Rivista Italiana di Difesa. Además de novelista, se desempeña como asesor de instituciones y publicaciones especializadas. Pero hay un dato interesante: Frediani se crió en el centro de Roma, en las calles de la histórica Suburra, esas que también vieron crecer a Julio César y donde creció la poderosa amistad con Tito Labieno.
“Quiero convencer al público de que la Historia es apasionante”, supo decir Frediani, y lo logra en su nuevo libro -traducido al español por primera vez- haciendo un repaso por la vida del hombre que puso los cimientos del imperio romano en la Antigüedad.
“La sombra de Julio César. Dictator I” (fragmento)
Roma, 88 a.C.
Estruendo. No, no el habitual estruendo de los carros en la Suburra, de las peleas y riñas callejeras, de los vendedores que presumen de la calidad de sus mercancías. Estruendo que sabe a miedo, gritos que transmiten agitación, un ansia que impregna a los habitantes apenas despiertos del sórdido barrio a los pies del Viminal y el Esquilino.
El muchacho, saltando repentinamente de la cama, imagina de qué miedo se trata.
Es un miedo que Roma nunca ha vivido, más que en el pasado: el de un ejército en armas en marcha hacia la ciudad.
Pero sí, piensa el muchacho, quizá se sintieron así sus conciudadanos tres siglos antes, cuando los galos de Breno, vencedores en Alia, se disponían a caer sobre la Urbe. Pero esos eran bárbaros. Un enemigo natural al cual los dioses podían conceder acaso la victoria en una batalla, pero nunca en la guerra.
Pero ¿a quién concederían la victoria los dioses en una lucha entre romanos?
El muchacho oye que la gente vuelve a casa, a pesar de que ha amanecido hace poco. Regresan todos precipitadamente, suben las escaleras con la respiración afanosa, golpean las puertas gritando a sus familiares que no asomen ni siquiera la nariz fuera de las ventanas.
Están llegando.
Sila está llegando.
Y con seis legiones a sus espaldas.
—Cayo, hoy no vas donde el magister, como es natural...
La madre del muchacho ha entrado en su cuarto. También ella, nota Cayo, está agitada. Sus hermosos rasgos están tensos, contraídos y endurecidos. La preocupación la devora. El hijo advierte que en su hermoso rostro no hay rastro de maquillaje. Raras veces la ha visto así. Pero nunca, por otra parte, Aurelia ha vivido una situación semejante: Sila viene a desafiar a su cuñado. Cayo Mario. Cayo Mario, triunfador de Yugurta, de los cimbrios y los teutones.
Cayo Mario, seis veces cónsul.
Cayo Mario, el hombre que había pretendido quitar a Sila, cónsul designado, el mando de la guerra contra Mitrídates del Ponto.
—Claro, mamá —respondió el muchacho. No. No iría donde el magister. Aquel no era un día para ir a la escuela. Pero estaba muy decidido a aprender algo, de todos modos. Esperó a que la mujer saliera de la habitación, luego se ajustó la túnica a la cintura, se puso la toga pretexta y se encaminó, resuelto, hacia la puerta de casa.
—¿Adónde vas? —preguntó la madre, viéndolo abrir la puerta.
No obtuvo respuesta. El muchacho había salido sin dignarse a mirarla. Ella lo persiguió por las escaleras. Pero ya estaban en la planta más baja, aquella con las viviendas más amplias y mejor servidas. Cayo permaneció fuera del portal un instante. Aurelia volvió dentro y se asomó. Lo vio alejarse a paso veloz hacia los muros.
—Cayo Julio César, cuando se lo diga a tu padre... Pero no supo cómo concluir la frase: incluso el padre se rendía la mayoría de las veces ante la titánica voluntad de su hijo, a pesar de que tenía únicamente doce años.
Solo podía esperar que no le ocurriera nada.
Quién es Andrea Frediani
♦ Nació en Roma en 1963.
♦ Se graduó en Historia Medieval y es uno de los divulgadores históricos más leídos de Italia
♦ Colabora con numerosos medios, como Focus Storia, Focus Wars, Wars, Storia Militare, Medioevo y Rivista Italiana di Difesa.
♦ Entre su obra se encuentran numerosos títulos como su trilogía sobre Julio César, Dictator, formada por los volúmenes La sombra de Julio César, El enemigo de Julio César y El triunfo de Julio César, mereció el prestigioso Premio Bancarella.
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