En este 2022 se cumplen 175 años del nacimiento del escritor oriundo de las Islas Canarias, referente indiscutido del Realismo español, Benito Pérez Galdós. En la última Feria del Libro de Buenos Aires, el Nobel peruano Mario Vargas Llosa presentó su interesante y nutrida reseña biográfica sobre el autor del Siglo XIX, La mirada quieta.
Considerado por muchos como el mejor novelista hispano después de Cervantes, Benito Pérez Galdós fue también cronista, político y dramaturgo. Su honda prosa realista, de una gran profundidad psicológica y reflexiva, le valió –incluso- la nominación de la RAE para el Premio Nobel de Literatura en 1912. Se cree que la razón por la que no se lo dieron fue su anticlericalismo, que molestaba a las esferas del poder de entonces.
La obra de Pérez Galdós es extensa y abarca no solo el espectro literario sino también el histórico. Entre sus novelas más destacadas, sin duda Fortunata y Jacinta ocupa el podio del Realismo. La obra, de resonancia universal, narra un triángulo amoroso entre un hombre y dos mujeres provenientes de clases sociales opuestas. También son dignas de mención Doña Perfecta y Misericordia, que describe con amargura la realidad de entonces.
Se dice que Galdós escribía desde muy temprano hasta las 10 de la mañana, todos los días. Luego, salía a pasear por las calles de Madrid para espiar conversaciones ajenas. Quizás ese haya sido el gran secreto de su abrumador realismo. Murió el 4 de enero de 1920 a los 77 años.
Diez de sus frases más destacadas
- La moral política es como una capa con tantos remiendos, que no se sabe ya cuál es el paño primitivo.
- Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos infierno.
- Bien puede decirse que la estrategia, la fuerza y la táctica, que son cosas humanas, no pueden ni podrán nunca nada contra el entusiasmo, que es divino.
- Así como de la noche nace el claro del día, de la opresión nace la libertad.
- Yo no tengo la culpa de que la vida se nutra de la virtud y del pecado, de lo hermoso y de lo feo.
- Nuestra imaginación es la que ve y no los ojos.
- ¿No es triste considerar que sólo la desgracia hace a los hombres hermanos?
- Asusta pensar que acaso las admiraciones más sinceras que tenemos son las de las personas que no nos han comprendido.
- El mal, en cualquier forma que tome dentro de lo humano, no tiene significación alguna para un alma fuerte, aplomada y segura de sí misma.
- El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden.
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