Stephen King, es un exitoso escritor, que ha vendido millones de ejemplares de sus novelas, pero, además, es uno de los autores más versionados en productos audiovisuales, con casi 100 producciones en cine y televisión de sus obras. El escritor del género de miedo y thrillers, regresa este año para traer de vuelta “Firestarter”.
“Ojos de fuego”, su título en español, fue publicada originalmente como un cómic en 1980, en la revista Omni, dedicada a Shirley Jackson, una cuentista y novelista estadounidense dedicada al género de terror y gran influencia en Stephen King.
El desarrollo de la novela inicia con la fuga de Andy y Charlene “Charlie” McGee (una niña de siete años con poderes piroquinéticos), quienes escapan de una agencia llamada “The Shop”, en la cual hacen experimentos, entre ellos está Lote seis, un medicamento que es parecido al LSD.
Con esta supuesta droga Andy y su esposa Victoria empezaron a desarrollar diferentes procesos en su cuerpo, pues mientras uno tiene la hipnosis, mientras que la otra tiene telepatía.
Este poder tiene un límite y no pueden abusar de él, ya que si lo utilizan por más tiempo pueden generarles hemorragias cerebrales por un minuto o grandes migrañas, sin embargo, se dan cuenta que su hija Charlie desarrolló la piroquinesis, la cual puede mantener el poder sin ninguna reacción, como sus padres.
Conforme se lee en la novela se puede leer que en ese escape que realiza Charlie y su padre empiezan a traer flashazos de lo sucedido. Al ver esta escena y darse cuenta de que secuestraron a su hija, empieza a utilizar el puso para seguir las pistas y dar con su hija.
Al poder rescatarla se van a una granja para descansar y perderle la pista de los agentes, pero logran encontrarlos, Charlie mata algunos y vuelven a aventurarse, pero en un punto de la historia los detienen.
Entre el encierro y la separación empiezan a hacer lo posible para salir, hasta que Andy logra escapar, pero al desenvolverse de todo y tratar de matar a Rainbird ocurre un accidente y mata a uno de los dos.
Firestarter es considerada una de las mejores historias de Stephen King y sirvió de inspiración para crear a Eleven y el laboratorio de Hawkins en Stranger Things.
Se dice que esta historia fue inspirada por los hechos reales que se habrían desarrollado en los años 60 y 70, la llamada Operación MK Ultra, un proyecto de la CIA también conocido como programa de control mental de la CIA, que fue expuesto en 1975.
De acuerdo con el portal Atlas Obscura el programa se enfocó en la visualización remota, el uso de poderes psíquicos para ver algo en un lugar lejano. Los primeros experimentadores en la década de 1970 proporcionaron información detallada sobre una instalación de investigación y desarrollo soviética, tras lo cual las agencias secretas estadounidenses emprendieron, durante años, estudios sobre visualización remota.
A partir de esta historia, “Firestarter” llegó a la pantalla grande en 1984, dirigida por Mark L. Lester, con una jovencísima Drew Barrymore en el papel de Charlie McGee y una poco conocida Heather Locklear en el papel de la madre. A pesar de haber participado en el guión, King odió el producto final. “Firestarter es una de las peores del grupo. En términos de historia es muy parecida a la original, pero no tiene sabor, es como el puré de papas de la cafetería. Hay cosas que suceden en términos de efectos especiales en esa película que no tienen ningún sentido para mí”, aseguraría tiempo después.
King pensaba que la historia daba para mucho más, y ese es el reto que tiene la nueva versión, escrita por un poco conocido Scott Teems (escribió el primer capítulo de “Narcos”, México, dirigido por el colombiano Andrés Baiz).
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