Esta nueva entrega de los libros del reconocido escritor infantil colombiano, conocido como Alekos, está conformada por 36 poemas para niños, con los cuales, sin embargo, un adulto puede conectar, una emocionante colección de versos, retahílas y juegos de palabras por medio de la cual el escritor relata el poder de los recuerdos de la niñez, los miedos, las tradiciones, el folclor y la riqueza cultural de Colombia.
El autor, premiado en varias ocasiones dentro y fuera del país, acompaña cada poema con una ilustración de la mexicana Claudia Navarro, quien, por medio de coloridos dibujos marca una pauta refrescante y divertida en los textos. Al final, se incluye un QR para ingresar de manera gratuita a la musicalización, con aires tradicionales colombianos, de algunos de los poemas que, en esta nueva obra ofrece un viaje por diversas geografías, dejándonos sentir la alegría propia del descubrimiento de otras realidades desde la perspectiva infantil a lo largo de cinco capítulos: “Bichos curiosos”, " Los duendes perdidos”, “Alebrijes”, “El pez rojo”.
‘La pulga y el barco’ evoca sonidos de rock and roll, carranga, bambuco y nos sumerge en la tradición oral, de mitos y leyendas, imaginarios sorprendentes, personajes curiosos con los que los lectores pueden identificarse. Alekos nos respondió detalladamente un cuestionario sobre sus miradas acerca de la transformación de la literatura infantil basándose modestamente en sus años de experiencia y bajo los efectos de la emoción de este nuevo lanzamiento.
Intento de respuestas coherentes a un cuestionario agudo de Andrea Pérez
Podría creerse que la poesía es un género más vinculado a la edad adulta, con las relaciones amorosas, las problemáticas de la vida adulta ¿De dónde sale la poesía para niños?
Es un sofisma eso de que la poesía es solo para adultos. Es más, la poesía es una condición a la cual el niño es proclive. Cuando un niño dice: el cielo es la casa de las estrellas, está ni más ni menos que “cometiendo” poesía. De igual manera, la poesía, como cualquier arte, puede ser tan amplia como la vida. cualquier temática le viene bien. Recuerda los antipoemas de Nicanor Parra o los poemas de comida de Neruda. Quizás hace falta un cuidado en el manejo de léxico o de estructuras complicadas, pero entre las formas de lenguaje figurado, cualquiera de ellas es natural para la comprensión de un niño. Metáforas, anáforas, paradojas.
¿Cuáles son los beneficios de la lectura de poesía en la niñez?
La poesía, pienso, especialmente la rimada, es esencial en el disfrute y sentido musical –quise decir juego-, del niño que escucha. Escuchar cuentos, música o poesía, es un estado de trance para el niño, es un estadio natural, que se reitera cada día en la escuela o cada noche en la casa, como el baño o la alimentación. Necesidades necesarias dijo alguno.
¿Por qué incluir sonidos tradicionales colombianos en una producción literaria como esta?
Hace muchos años que la música entró a mi vida para nunca irse. Ella permea todos mis espacios cotidianos. No concibo un viaje, por ejemplo, sin la compañía de mi tiplina –tiple femenino-. Encuentro todos los días formas de cruce y vinculación entre las artes. Acostumbro hacer recitales (niños o adultos), donde conjugo muy gustosamente narración, poesía, música e imágenes. En la pulga y el barco se seguía de contexto: algunos de los textos, en el momento de hacer el libro, ya tenían música. En algunos de ellos el ejercicio fue al revés: primero la música y luego el texto. Estuve viajando y aprendiendo unos años folklore y vida con el maestro Guillermo Abadía; por allí llegué a la música popular donde brilla, por supuesto, la colombiana. Y fui pillando con el tiempo que muchas de nuestras músicas populares pueden recibir la poesía con inmensa naturalidad: las nanas del pacífico, los poemas llaneros, la música caribeña, la carranga y por ejemplo hay bambucos preciosos con poesías de Carlos Castro Saavedra u Oscar Hernández.
¿Crees que los libros infantiles se han transformado a lo largo de la historia?
No soy gran historiador del oficio, pero sí puedo decir que hay cosas que se mantienen y otras que cambian. El tema poético por ejemplo lo encuentras tanto en Alicia en el país de las maravillas, en la poesía modernista de Martí, en El Principito como en los libros de Ana María Machado en épocas recientes. Hoy se hacen los libros álbum, que antes no existían e incluso los de solo imagen. Hoy se tratan temas más delicados como la muerte, la guerra o la orientación sexual. Lo que han denominado como “libros sensibles”. En ilustración por supuesto cien flores se han abierto.
¿Qué diferencias podrías identificar como autor y artista?
Las diferencias son más como herramientas. Incluso a veces fundo o confundo. Hace unos 5 años hice en Barcelona una exposición de poemas visuales, porque encontré ese lazo de comunicación tan potente entre la palabra y la imagen. Recuerda por ejemplo la época de los caligramas. Hoy hago GIFs o microvideos que van con pequeños cuentos o poemas. Con mi hermano Fabián Forero tenemos en ciernes un proyecto de poesía y música con cuarteto de cuerdas, donde las dos artes hacen una suerte de filigrana. No es música de fondo para la poesía. Crear es lo importante, crear con pasión y esperar que toque – ya eso vale-, o que trascienda, y ese es el sueño.
¿Qué opinas sobre el papel de las nuevas tecnologías, plataformas y formatos para leer y tener acceso al entretenimiento infantil?
Las nuevas tecnologías al principio las recibí con reservas, hasta cuando descubrí que podía meter mano. Entonces todo cambió. No soy experto ni mucho menos. En gráfica casi siempre parto de la mano, escaneo e intervengo digitalmente. En los textos empiezo con lápiz y papel y luego corrijo en el compu. Hago videos caseros de música, poesía o cuento y los edito también en casa. Parece que pronto saldrá mi primer libro enteramente digital. Soy negligente con las redes, pero las disfruto. Los niños de ahora nacieron con los dos – el libro físico y el digital- y yo creo que es una suerte, pero hay que ayudar un poco para que los dos sigan vigentes. A los niños de provincia apenas si les llega el libro físico. Falta mucho para tener un país lector.
¿Crees que desplazan a los libros y a los juegos tradicionales de barrio o de amigos?
Aquí es más espinoso el tema. Los juegos de cuadra, de calle, del “pastal”, se han perdido, al menos en las ciudades. Los juegos electrónicos han reemplazado a los juegos de la calle y la comunicación interpersonal entre los chicos y eso limita mucho la formación del niño. Sin embargo, siempre hay que decir que en los lugares de pobreza -amplios en Colombia por obvias razones-, donde no entra la tecnología, ni los elementos básicos de subsistencia, los juegos tradicionales, la música tradicional y la tradición oral siguen mandando la parada. En muchos colegios han recuperado esas tradiciones, haciendo un gran esfuerzo. Se publican libros de juegos tradicionales y se hacen talleres. Cuenta mucho eso por supuesto. Pero yo aspiro a que luego del embeleco de la tecnología, volvamos a la calle, al patio a los juegos de la esquina.
¿Qué está leyendo?
Una de las grandes virtudes de la feria del libro es la de los intercambios o simplemente los regalos de libros. ¿A qué voy? A que en este momento los libros que leo son regalos de amigos o nuevos amigos, o colegas con quienes me vi o compartí actividad en la feria:
Cristina Rebull (cubana. Hicimos una charla en la feria). Dos novelas para niños: por culpa de una s. terminada. Mamá y la vecina de arriba, Sin terminar
Triunfo Arciniegas: (charla común con él y otros autores en la feria). la novela Un animal de compañía (aún no termino)
Cinco libros de Dipacho, todos leídos. (Encuentro marcado en la feria)
y uno comprado en la calle: ensayo sobre la ceguera de Saramago. Terminado.
Alekos
Desde Suba toponímico muisca que significa Flor del sol. Bogotá mayo de 2022
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