Día a día, los libros periodísticos logran mayor espacio dentro del mercado literario, las casas editoriales presentan entre sus novedades propuestas atractivas llenas de poderosas historias que reflejan el trabajo de profesionales de la información que han dedicado su vida al seguimiento de procesos, fuentes y transformaciones para documentar un momento histórico.
Aunque la revolución digital causada por el auge e influencia de la “autopista de la información” y el flujo de datos a nivel mundial ha hecho que lectores del público juvenil y contemporáneo lleven su mirada al periodismo que llega con inmediatez a las audiencias conectadas con internet, con lo que despierta el interés no solo por hacer un seguimiento a las grandes problemáticas internacionales, sino también al deseo de conocer las realidades que lo conforman, “pienso que en estos casos hay una ciudadanía afectada por estos conflictos, que se está reivindicando en estos textos y que está descubriendo que el trasegar en la búsqueda del respeto de sus derechos no se da solo en las oficinas de abogados, o en las oficinas de atención a víctimas del Estado y en los trabajos relacionados con comunidades, que su reivindicación también está en los escenarios de las artes en general y que ellos son actores fundamentales en la generación de los relatos. Creo que en un buen campo ellos son receptores y son el objetivo de este tipo de textos porque encuentran allí una reivindicación de su pasado, de su historia, en las historias de otras personas y ahí hay una sustancia política muy fuerte de este trabajo.” comentó Patricia Nieto, periodista, docente y autora colombiana, que recientemente lanzó con Tusquets su ‘Crónicas del paraíso’, un libro que abarca buena parte de su trabajo periodístico y que reseñamos en esta sección.
Aunque pareciera que en la actualidad hay cierta elevación de la popularidad de los libros periodísticos, ciertamente esta línea editorial lleva una larga tradición, quizás las grandes figuras que durante décadas llevaron la posta han cedido espacio a un relevo generacional, las casas editoriales han hecho durante años sus apuestas por publicar grandes historias, así lo comenta Juan David Correa, director literario Grupo Planeta.
“Sin duda es uno de los géneros que más publicamos, Planeta tiene una tradición muy larga en libros periodísticos y evidentemente para nosotros es muy importante el periodismo literario, así como el periodismo más puro y duro, en ese sentido y ante tu pregunta, claro que es rentable, a la gente le encantan las historias reales en Colombia. (...) En enero publiqué un libro que más que una recopilación era la reedición de tres libros de una enorme cronista, libros que no se conseguían en el mercado y cuyas historias consignadas en un libro llamado ‘Crónicas del paraíso’ (Patricia Nieto) era muy importante a mi modo de ver que estuvieran disponibles para el público. Casi todo lo que hacemos hoy de periodismo es original, son historias nuevas, por ejemplo ‘Lo que no borró el desierto’ de Diana López Zuleta, es un libro al que le fue muy bien, que vendió muchísimos libros, el perfil biográfico de Carlos Gaviria que hizo Ana Cristina Restrepo ‘El hereje: Carlos Gaviria´ (2020), el libro sobre Ricardo Calderón que escribió Diego Garzón ‘Calderón: El reportero invisible’ está funcionando muy bien, el libro de Helena Urán sobre el Palacio de Justicia que es una memoria periodística sobre sí misma ‘Mi vida y el Palacio: 6 y 7 de noviembre de 1985′ (2020), la diversidad de temas en muy grande, tenemos una fortaleza ahí, lo hacemos con muchas ganas, con mucho entusiasmo porque creemos que las historias reales de nuestro país merecen ser contadas, como dijo alguien “si el periodismo es el borrador de la historia, nosotros queremos insistir en ello”.
Las editoriales independientes no son ajenas a esta dinámica, aunque sus catálogos tienen interesantes diferencias en forma, contenido y propuesta artística, lo cierto es que el ojo de estos sellos ha tenido por años, igualmente, el objetivo de presentar a los lectores el periodismo literario como una manera de llevar reflexión grandes narraciones y plumas con excelentes credenciales.
“Desde nuestros inicios y desde la misma creación de Rey Naranjo el periodismo literario y la crónica de largo aliento, la crónica de profundidad ha sido una apuesta. Creo que hay razones muy endémicas en el mercado de Colombia para que esto se vuelva un producto o un libro como producto cultural que se vuelva comercializable, nosotros desde un inicio le apostamos a un autor llamado Juan Miguel Álvarez desde ‘Balas por encargo’ que fue, quizás, nuestro tercer libro a hoy en día que tenemos más de cien libros en nuestro catálogo, el periodismo literario siempre ha sido una apuesta, hemos editado a Ariel Levy, que es periodista del New Yorker, a Bernand Moore que es un periodista y editor noruego, digamos que nuestro interés es en el periodismo literario de fondo y por supuesto que los lectores han respondido y claro que son financieramente viables y como producto comercial son viables, de ‘Lugar de tránsito’, digamos que no es solo una compilación de crónicas sino que si tu lo vez están hiladas por comentarios de Juan Miguel en los que cuenta cómo es ser periodista freelance en este país, se ve la evolución de su estilo y de su narrativa, se ve también cómo es la búsqueda de una voz y un estilo y también es como complemento que a Juan Miguel le dan el Premio Anagrama de Crónica que es un certamen mucho más que continental porque es iberoamericano, un premio que lo catapulta a los primero órdenes de la crónica mundial, no solo en español y vemos a la vez que una obra que es ambiciosa y que va encaminada a perdurar en el tiempo, al gran público a través del libro…”, comentó John Naranjo, director Editorial de Rey Naranjo, una casa colombiana con propuesta alternativa en diversos formatos y géneros, cuyos títulos gozan del reconocimiento de la crítica y del público lector.
¿Cuál es el público de este segmento de la producción literaria? En la más reciente edición de la Feria Internacional del libro de Bogotá Infobae habló precisamente con Juan Miguel Álvarez, reconocido y galardonado periodista colombiano que lanzó con esta editorial el mencionado ‘Lugar de tránsito’, una recopilación de veinticinco crónicas creadas en Cali, Bogotá, Pereira y Medellín, ciudades en donde ha vivido a lo largo de trece años el autor.
“Cuando uno presenta un libro como de crónicas difícilmente le va a llegar al gran público lector, a un público amplio, masivo, que tenga intereses generales y no necesariamente intereses particulares en la crónica, pero a veces alguien escribe una crónica, pero no la presenta como tal sino como la historia del barco “El Karina”, entonces es un libro que le llega al gran público lector y es una gran crónica sobre el tráfico de armas del barco llamado “El Karina” con el que el M-19 quería entrar armas a Colombia y eso ese es un hit que le llega al gran público lector escrito por Germán Castro Caycedo. Creo que el periodismo literario o la crónica le puede llegar al gran público lector de intereses generales y no solamente a los lectores de crónica, pero mis libros especialmente están clasificados como crónica, me leen quienes solo quieren leer crónicas. ‘Verde tierra calcinada’ alcanzó un público más amplio porque los temas trascendían pero un libro como de crónicas difícilmente le va a llegar al gran público lector, es demasiado específico”.
¿La acogida del libro de periodismo literario está conectada con las elecciones de las audiencias de cara a la credibilidad de las plataformas informativas y las nuevas formas de periodismo? ¿Esto determinaría de alguna manera la promoción y distribución de este género?
John Naranjo destaca el talento y credibilidad de los contadores de estas historias. “Creo que no solo Colombia, sino Latinoamérica ha sido semillero de grandes periodistas, el culto de la crónica a nivel de cultivarla como un producto de largo aliento en el libro, porque no es simplemente crónica. (...) también es el resultado de la crisis de los medios en el país, los grandes medios se están volcando sobre todo como a las plataformas y a los portales digitales, se ha vuelto muy difícil circular masivamente al nivel de medios impresos y a las revistas también están en una crisis en el mundo impreso en Colombia porque diría que en países como Alemania o Francia tú sigues viendo que las revistas, un poco en Argentina con los quioscos populares y los artículos masivos, por supuesto que han bajado la producción y aquí en Colombia propiamente las revistas han desaparecido, nunca han habido quioscos diferentes a las de las librerías grandes y de los supermercados, entonces la distribución es una cuestión muy débil, pensaría que no solo en Colombia sino en Latinoamérica, la crónica, el periodismo es literario al servicio del libro, como producto cultural entra a reemplazar una crisis de los medios impresos y una crisis de distribución en la que las audiencias se vuelcan a los medios digitales.”
Ya sea que hablemos de rentabilidad, popularidad, público lector, los libros de periodismo literario cargan con una robusta tradición en capacidad sobre posicionarse frente a las novelas románticas, libros de fantasía o ficción para el público juvenil, entre otros, presentando vehementemente información de interés público, historias profundas escritas con la finalidad de contar grandes historias para que sean leídas, ya sea para informar, entretener o ampliar la mirada frente al mundo en el que vivimos.
SEGUIR LEYENDO: