De Hernán Cortés a Simone de Beauvoir: el libro que recoge las miradas extranjeras sobre la historia de México

José Iturriaga de la Fuente participó en la introducción de cada capítulo del libro “La arqueología mexicana en miradas forasteras. 132 viajeros de 23 países, siglos XVI al XXI”

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Foto: INAH
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A lo largo de los más de 500 años que han pasado desde el llamado encuentro de dos mundos son incontables las historias que se ha relatado sobre el proceso de conquista de continente americano.

Decenas de escritores han dejado muestra de su trabajo a través de diarios de viajes, correspondencia, novelas y escritos, algunos de los cuales se pueden consultar ahora en un nuevo libro que publicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) titulado La arqueología mexicana en miradas forasteras. 132 viajeros de 23 países, siglos XVI al XXI que presenta las experiencias de diversos autores.

José Iturriaga de la Fuente, investigador independiente, participó en esta edición editorial, en la cual, además, escribe una introducción breve para cada uno de los viajeros que pasó por México y participan en la recopilación.

De igual forma, escribe un extracto, a partir de sus experiencias en algunos de los lugares arqueológicos por los que pasaron los escritores y las comunidades con las que algunos convivieron, como mayas, mexicas, olmecas, xochicalcas o zapotecas, entre otros.

José Iturriaga de la Fuente
José Iturriaga de la Fuente

Sin embargo, una de las cosas que si mantuvo de los relatos escritos del siglo XVI fue la cronología de Bernal Díaz del Castillo y Bernardino de Sahagún o Diego de Landa que no narraron en zonas arqueológicas, ellos tuvieron la oportunidad de estar en la época donde las ciudades estaban habitadas y vivas.

“A lo largo del virreinato, los viajes por la Nueva España continuaron efectuándose en su mayoría por motivos religiosos; sin embargo, a inicios del XIX, un pensamiento más ilustrado atrajo a nuevos expedicionarios, siendo el principal de ellos el barón Alexander von Humboldt”, mencionó el autor.

Después de que se realizó la independencia de México y que estuvieron en una estructura nacional, los viajeros internacionales estuvieron interesados en la nación mexicana, muchos de ellos en la parte arqueológica como lo fue luxemburgués Guillermo Dupaix, el checoslovaco Jean-Frédéric Waldeck o el francés Désiré Charnay.

De igual forma, otros viajeros e investigadores escribieron la experiencia por las cuales pasaron, algunas de estas como la que escribió el ministro plenipotenciario de Estados Unidos, Joel Robert Poinsett que dejó sobre la ciudad de Cholula, siendo uno de los lugares que visito al recorrer el país con la misión secreta de “prever lo conducente para la expansión territorial de su país hacia el sur”.

José Iturriaga de la Fuente
José Iturriaga de la Fuente

“Un caso singular que incluyo en el libro es el de Julio Verne, ya que, si bien él nunca visitó nuestro país, una de sus novelas sí lo hizo”, confesó Iturriaga de la Fuente al hablar del extracto que tomó de Un drama en México (1851), donde los personajes principales visitan la Zona Arqueológica de Xochicalco, en Morelos, en donde hace una descripción de basamento “como un enorme búfalo acurrucado en la llanura con la cabeza inmóvil”.

También se tiene el escrito del viaje realizado por Carlota de México, la emperatriz que visitó la ciudad maya de Uxmal. Después de este texto se van hasta el siglo XX donde se incluye la voz y escritos de Alma Reed, Aldous Huxley, Jorge Luis Borges, Cormac, McCarthy, Pablo Neruda y Federico Fellini.

“Traté de seleccionar algunas de las anécdotas que consideré más amenas o de mayor interés, tanto para los arqueólogos de hoy como para el público en general”, sostuvo el autor.

Aunque una de las autoras no escribió un recuerdo muy agradable de México, sino todo lo contrario. El autor recuerda cuando la filósofa Simone de Beauvoir visitó México en 1948.

“En un viaje que hizo junto a un amante estadounidense, el escritor Nelson Algren; sin embargo, por lo que se conoce de su correspondencia con Jean-Paul Sartre y de su novela Los mandarines (1954), en la que ella y Algren son evocados bajo los nombres de Anne y Lewis, podemos advertir que pelearon mucho durante su estancia, y que su viaje a Chichén Itzá no fue de lo más placentero”.

El libro está disponible en la red de librerías del INAH, así como en su tienda virtual.

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