Después de la presentación de su novela gráfica ‘Gabo, memorias de una vida mágica’ en 2013, el colombiano Óscar Pantoja obtuvo reconocimiento internacional y galardones como el Premio Romic al mejor cómic latinoamericano, en el Salón del Cómic de Roma, Italia, en el 2015; ha sido traducido a 19 idiomas (incluyendo el coreano, ruso, italiano, portugués, árabe, francés y georgiano), y ha publicado obras gráficas de gran repercusión como su cómic “Borges, el laberinto infinito. Este 2022 lanza un libro colaborativo de cuentos, una nueva biografía gráfica sobre Pablo Neruda con Rey Naranjo, y, recientemente, presentó una novela que evoca el espíritu femenino, ganadora del Premio de Novela Ciudad de Bogotá, 2022 publicada por el Fondo de Cultura Económica.
Ha creado, además, ‘Rulfo, una vida gráfica’ (2014), un cómic llamado ‘Tumaco’, con el artista Felipe Camargo, en el cual la crítica ha destacado la representación de los ambientes originarios de su país; la adaptación a novela gráfica de “La vorágine” , de Jose Eustacio Rivera; “Ay cómic” (2017) y ‘Borges, el laberinto infinito (2017), entre muchos otros.
— Hablemos de ‘Madre’, una obra suya ganadora del Premio de Novela Ciudad de Bogotá 2022 ¿cómo puede describir este nuevo libro?
— Es una historia sobre una mujer, sobre una mamá que sufre una transformación terrible, sobre cómo su hija al verla trata de huir de ella, de un mundo de opresión, de un mundo de violencia y desde luego es muy difícil, también habla sobre nuestro contexto social, violencia, un mundo de fantasmas, también habla sobre la familia, la destrucción familiar o un nuevo proyecto familiar realmente absurdo, de todo eso habla esta novela, no solamente un tema, habla de muchos y los deja abiertos para que el lector los complete, de eso se trata la novela.
— ¿Cree que la pandemia cambió en algo la producción literaria o el interés de la gente por la lectura?
— No creo. Desde luego que la pandemia cambió la forma de entendernos, y desde luego la forma de entendernos cambia posteriormente la forma de concebir historias, pero siento que en el término del libro, o de todos los universos del libro pues cada escritor o escritora tiene su mundo, sus historias y luego las van a retomar. Lo que hizo la pandemia fue sumergirnos en una preguntas más personales, diría yo, filosóficas, humanas mismas, creo que habrá tiempo después de ese proceso de un análisis en el que escritores y escritoras reflexionarán y no tanto en caliente, seguramente escribirán de una manera más interesante sobre lo que ocurrió. Me parece que eso es así, pero en este momento no lo siento tanto, en mi caso terminé dos libros y esos dos libros no están afectados directamente por la pandemia, sino son dos trabajos que terminé en la pandemia, pero el tema no es ese, hice un libro colaborativo de cuentos en donde intentamos aproximarnos a eso pero de forma muy superficial, creo que luego lo entenderemos un poco más y ojalá si lo entendemos, ¿no?
— ¿Podría hablarme de la biografía gráfica de Neruda? ¿Cómo fue el proceso para desarrollar el guión?
— Cuando empiezo un guión siempre busco la forma de estructurar la historia, de diseñarla y fundamentalmente en Neruda se me presentaban unas imágenes tremendamente poderosas, diría yo desde mi punto de vista de creador del guión, esas imágenes yo las fui profundizando y descubriendo y cada una de ellas me daba inmensas posibilidades, entones a lo largo del cómic fui dejando esas imágenes como suerte de punto de giro como elementos muy claves en el libro y me acercaban a tres momentos de la vida del poeta, uno es cuando la poesía le llega al niño, cómo lo toca, cómo lo reconoce, cómo un viento profundo entra a su habitación y se vuelve su compañera. El segundo momento es cómo concibe 20 poemas de amor y una canción desesperada partiendo de otras imágenes simbólicas; y el tercero, cómo logra revertir ese proceso creativo a los 18 años de 20 poemas de amor y logra ´Residencia en la tierra con otras imágenes’
— ¿Cuál es el público objetivo de ese libro?
— Creería que son los jóvenes y desde luego también el público adulto, pero me encantaría que los jóvenes entraran en ese universo de saber cómo llega la poesía a un joven, cómo el acto poético se vuelve la vida de ellos, que la leyeran los padres con los jóvenes para entender cómo son las relaciones familiares cuando alguien tiene unas tendencias artísticas y se oponen a eso, especialmente al padre.
— ¿Qué me puede contar del trabajo en la ilustración de Esteban Millán?
— Parte desde que le entrego el guión en otro lugar del mundo y siempre como hago con todas mis obras no intervengo mucho, casi nada en el proceso de ilustración porque el guión está muy detallado sobre qué imágenes van, cuál es la secuencialidad, la composición de la página, de los paneles, de la viñeta y partiendo de esa información dejo que el dibujante haga su trabajo sin molestarlo y cuando Esteban me mostró el libro quedé sorprendido por la belleza, por el trabajo, por la profundidad que tienen las imágenes, por esa esencia poética que guardan y por el conjunto que logran comunicar la idea que busqué en el guión y que logramos en el libro.
— ¿Hay un auge en este momento de la novela gráfica?
— A mí me parece maravilloso que cada vez más lectores, no solo jóvenes, sino también adultos, lean la imagen y la literatura juntas para crear un lenguaje de arte secuencial maravilloso, la imagen no es estereotipada, la imagen no es manipulada, sino la imagen es un texto fabuloso, con línea, color y otros elementos que no pueden perderse de leer que son importantísimos. Desde luego el texto escrito es fundamental, pero la imagen escrita y digo escrita porque se escribe, se escribe con línea, con color, con textura y debe ser leída con la misma intensidad. Entonces desatrasémonos para leer imágenes, me parece que es un momento fabuloso para el cómic, porque hay mucho autores y autoras que en el futuro van a contar sus historias, nuestras historias, ojalá salga un Macondo en cómic, desde ahí partimos, yo creo que estamos haciendo el camino para que la gente llegue y construya.
— ¿Cree que este trabajo que ha hecho con la novela gráfica representa una manera de acercar la literatura de los grandes íconos de la literatura latinoamericana a las nuevas generaciones?
— Creo que cuando hacemos una novela gráfica, por ejemplo, ‘Rulfo’, desde luego que conocemos quién es Rulfo, cómo escribió ‘Pedro Páramo’, pero quitamos el nombre ‘Rulfo’ y entendamos que es la vida de un hombre que lucha por escribir un libro en medio de un contexto totalmente correcto y cómo su familia se desgarra, eso me parece clave porque en el fondo son historias de seres humanos que luchan por lograr algo.
Mi intención no es escribir para las nuevas generaciones para que entren al universo de esto libros, mi intención es que mientras leen ese libro disfruten y comprendan un proceso de construcción de ese libro y que se hagan las mismas preguntas que pueden hacerse con un texto narrativo o un trabajo audiovisual, pero en ningún momento como homenaje, ni como una manera de tomar la obra de ellos de algún modo. Es otro asunto, es una apuesta más compleja que eso.
— ¿Los niños y los jóvenes, de alguna manera, se acercan a través de la imagen y el cómic a la literatura en otros formatos?
—Es una pregunta compleja y te la voy a responder desde mi punto de vista personal porque no veo las estadísticas, probablemente las veo pero no las entiendo, los jóvenes de mi entorno, las personas que están cerca a mi, la gente del barrio, la gente de las universidades, los chicos de mi entorno están leyendo mucho, leen y les encanta leer, ahora es que tengan los libros que quieren leer, que les gusten, que les acerquemos esos libros que quieren leer y eso me parece fabuloso, veo a los jóvenes leer y eso me encanta, veo a los niños y a las niñas leer, veo a mis colegas ir a muchas bibliotecas, hablar con niños y jóvenes y también leerles libros, lo que no veo es a los padres leer y si no leen los padres, los niños no tienen el ejemplo, ver a un padre o una madre con un libro es una imagen que en casa los niños lleguen al otro día al comedor con el libro abierto, pero los padres son los que no están leyendo, porque también hay un trabajo muy grande de fomento de todas estas personas que trabajan con el libro y que quieren que la gente lea, no por su profesión sino porque les encanta, a mi me gusta escribir historias y me gusta que se lean esas historias y eso hace parte de esta cadena, funciona así.
— ¿Qué estás leyendo en este momento?
— Tengo varios libros, no tengo uno solo, leo varios al mismo tiempo, estoy leyendo cómic, estoy leyendo novela, ensayos, estoy leyendo de nuevo literatura coreana que me gusta, el libro de cuentos que dieron en la Filbo: ‘Por fin ha comenzado el fin’ y leyendo las tesis de mis estudiantes que también es creación literaria.