Podría decirse que la hora que duró la charla de la patóloga y pediatra Marta Cohen en la Feria del Libro fue un oasis. Tal vez, mejor dicho, una burbuja: de los centenares de presentaciones que se llevaron a cabo a lo largo de estas últimas tres semanas, la suya fue la única en la que todo el público, sin excepciones, tenía colocado correctamente el barbijo.
Será por la insistencia de Cohen en la importancia de comunicar con claridad que, a diferencia del resto de la Feria, donde los barbijos escasean, en la presentación de su libro todos parecieron estar al tanto de los cuidados necesarios. Antes de arrancar, apenas cerraron la puerta, a Cohen se le escapó con total naturalidad: “¡Che, hay que dejar abierto!”.
A pesar de residir en el Reino Unido como directora clínica y de los laboratorios de farmacia, diagnóstico y genética del Hospital de Niños de Sheffield, Cohen no pierde la cercanía con su país natal. Aunque vino más temprano en abril, volvió solo por cuatro días para presentar su libro Un mundo en pandemia: Lecciones y desafíos del coronavirus, en el que registra y compila toda la información que compartió en redes sociales durante la pandemia y por la que se hizo conocida alrededor del mundo.
“Un día me llegaron 250 entrevistas. ¡Llegué a hacer 25!”, recordó con cansancio. Lo que comenzó como un pequeño video informativo para sus familiares y amigos, se viralizó y escaló rápidamente gracias a su capacidad de combatir con información ordenada y sustentada la ansiedad generada en la gente ante un momento mundial de incertidumbre.
“Siempre me interesó compartir las buenas noticias, transmitir la esperanza”, dijo Cohen, que remarcó las fallas de la Organización Mundial de la Salud y de la mayoría de los Estados del mundo. “La primera en fallar fue la OMS, que no tenía un plan para las pandemias ni un plan para comunicar correctamente. Perdimos todo enero y febrero por su burocracia. En una urgencia así, de nada sirve hacer reuniones o completar formularios”, dijo.
“La primera en fallar fue la OMS, que no tenía un plan para las pandemias ni un plan para comunicar correctamente. Perdimos todo enero y febrero por su burocracia”
Aunque también criticó el rol de China, su tardanza en asumir lo sucedido -Cohen ha dicho que China “notificó tarde cuando ya tenía muchos casos de neumonía atípica y el virus ya había salido de Wuhan- la médica prefirió destacar el lado positivo. “La ciencia hizo todo bien. ¡Diez meses tardaron las vacunas! Algo nunca antes visto”, remarcó. Pero también, algo preocupada por la ligereza acostumbrada con la que la gente parece tomarse el virus hoy en día, advirtió: “La pandemia no terminó. Los brotes van a seguir ocurriendo. Hay que sostener el uso del barbijo y vacunarse”.
Con respecto a las vacunas, Cohen también se mostró enojada ante la inequidad en su distribución mundial: “Hay países en los que personas jóvenes están recibiendo su cuarta dosis mientras que en África hay personas que todavía no recibieron ni la primera, y en este bote estamos todos juntos”, sostuvo.
Hacia el final, la médica e mostró alalrmada ante la forma en la que el mundo está respondiendo hoy por hoy a la pandemia: “En el Reino Unido y en casi todo el mundo se están desmantelando los centros de testeos y se le está diciendo chau a los barbijos”.
De todos modos, fiel a su foco esperanzador, terminó la presentación respondiendo las preguntas del público. “¿Hoy tiene un plan la OMS?”, “¿Es buena tal o cuál vacuna?”. Al llegar al límite de tiempo, estricto a causa de la ventilación necesaria de la sala, decidió no dejar a nadie con dudas y continuar afuera su trabajo, o como lo llama ella, “mi responsabilidad”.
Palabra de Cohen
En el inicio de su libro, Cohen cuenta cómo cambió su vida con la pandemia. Lo que sigue es un extracto de su libro.
“Casi sin quererlo me convertí al poco tiempo en un fenómeno mediático. Apenas se desató la emergencia sanitaria mundial, mi hermana Claudia, que es periodista y vive en la ciudad de La Plata, me empezó a transmitir inquietudes de sus colegas para que las respondiera. Al principio era algo informal, pero rápidamente las consultas se multiplicaron al ritmo de la alarma mundial generada por el crecimiento sin freno de los contagios. El interés aumentó más aún a partir de los avances en la producción de la vacuna que se desarrollaba en Inglaterra.
En ese contexto, Caly –como todos llaman a mi hermana– me preguntó si me animaba a hacer un video breve de dos minutos para difundir lo que le contaba. Al principio dudé, pero pronto me di cuenta de que mis posibilidades para acceder a información fidedigna y necesaria podían ser de gran ayuda para mucha gente sumida en la incertidumbre y el miedo. El 20 de julio de 2020, cuando, en medio de fuertes restricciones de circulación y aislamiento, se celebraba en Argentina el día del amigo, antes de retirarme de mi oficina vi que acababa de salir publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet un artículo que informaba sobre los resultados prometedores de la Fase II del desarrollo de la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Sin dudarlo, grabé un mensaje breve para dar la buena noticia y saludar a todos mis amigos. Pocas horas después, el video tenía miles de reproducciones. Solo ese día recibí cientos de pedidos de entrevistas. Así empezó todo.”
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