¿A quién se le ocurriría hacer un llamado al auditorio para desechar los gustos de la clase dirigente para buscar el propio camino a través de los libros en medio de un evento protocolario con un presidente, embajadores y diplomáticos en un país que no es el suyo? Eun Hee-kyung lo hizo vehementemente en el marco de la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2022 y no se trató de algo repentino o impulsivo, esta novelista nacida en 1959 conoce el alcance de sus palabras. Es autora de quince obras, entre estas ‘El regalo del ave’ (2009) publicada en español por Emecé, ‘Secretos y mentiras’, ‘Consuela al chico y El pasado de la luz’, y las recopilaciones de relatos ‘Para hablar con un desconocido’, ‘El nombre de la rosa es Rosa y La belleza me desprecia’, obra por la que recibió el premio Hanguk Ilbo en 2002, ganadora de reconocidos premios lliterarios el ‘Yi Sang’ (1998), el ‘Dong-in’ (2007) y el Premio de Literatura Coreana (2008).
Con motivo de los 60 años de relaciones diplomáticas entre Colombia y su natal Corea del Sur fue incluida en ‘Por fin ha comenzado el fin’, una antología de obras literarias de varios escritores surcoreanos traducidas al español, siendo el título 164 de la popular serie Libro al Viento, publicado por el Instituto Distrital de las Artes - Idartes de la Alcaldía Mayor de Bogotá con la que se estima llegar a 35.000 lectores. Esta publicación, cuyo título fue extraído de un poema de Lee Moon-jae, contiene novelas cortas de Eun Hee-kyung, pero también de Han Kang, Jung Young-su y Kim Kyung-uk, además, es de resaltar que el escritor colombiano Andrés Felipe Solano, quien reside en Corea del Sur, fue el encargado del prólogo.
Infobae habló con esta autora rebelde que escribe para sus contemporáneas, aquellas lectoras que crecieron con ella a la par de su creación, también escribe para las hijas, para sus congéneres orientales y para las extranjeras que llegan a su obra y establece un diálogo de doble vía en el que reconoce y admira el poderío de la mujer latinoamericana y ofrece una perspectiva de su entorno cultural sin dejar de lado las sugerencias de autoras colombianas que desea explorar a otro nivel después de su visita a la capital colombiana.
¿Qué impresiones le dejó su participación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá como parte de la delegación de escritores coreanos?
Ante todo muy contenta de que este evento se haya celebrado presencialmente porque debido a la pandemia todos estos encuentros se habían postergado desde hace tres años y creo que tiene mucho que ver con el eslogan de esta edición ya que en realidad fue de reencuentro y sentí de primera mano lo que es volver a reencontrarse con las personas.
¿Crees que exista alguna similitud entre la novela oriental y la novela latinoamericana? ¿En que se podrían diferenciar?
Cuando era universitaria en Corea, se estaba llevando a cabo el movimiento para la democratización del país y recuerdo que todos los jóvenes a los que les gustaba leer, leía muchas novelas latinoamericanas en ese momento, porque era un boom de la literatura de esta parte del continente y también por el hecho de que la literatura latinoamericana no está enfocada en lo que es el mundo occidental, sino que tiene su propia autonomía, tiene su propio carácter y sus propias cualidades, y por eso nos sentimos muy identificados con esta literatura y por eso me influenció mucho en mi escritura y en cuanto a las similitudes, tiene muchas porque creo que se critica mucho pero de manera humorística y por eso nos sentimos muy familiarizados cuando leímos por primera vez la obra de Gabriel García Márquez porque tiene estos puntos en común.
Uno de los ejes temáticos de su obra es la mujer y su rol en la sociedad ¿Cómo encuentras el rol de la mujer en la literatura latinoamericana y cómo podría estar en diálogo con la mujer oriental que está plasmada en la literatura?
Uno de los aspectos de los que me he dado cuenta en la literatura latinoamericana es que son como la madre naturaleza, las mujeres son muy inclusivas, afectuosas, abrazan a todos los demás y también se caracterizan por no sucumbir a las reglas sino que buscan una manera de crear una nueva vida para proteger a su familia, en este aspecto en Corea también el papel de la madre es muy importante porque se la ve como alguien con los brazos abiertos que protege a la familia como una protectora de la familia que se sacrifica por familia y también tiene una gran fuerza para poder superar los problemas a los cuáles se van enfrentando y superar las dificultades, eso es como yo lo he visto, que se parece a las mujeres de la literatura latinoamericana, pero no sé si estás de acuerdo
Sí, claro que sí.
¿Qué autoras latinoamericanas y especialmente colombianas conoce?
Es una pena porque antes de venir a Colombia intenté buscar algunas opciones para aprender un poco sobre las autoras latinoamericanas y sobre todo, colombianas, pero desafortunadamente no hay obras traducidas al coreano de autoras colombianas y por eso no pude encontrar ninguno.
Te conocimos inicialmente en la inauguración de la Filbo 2022 con un discurso muy inspirado en donde dijiste algo muy clave sobre la importancia de no dejar que los gustos de las clases dirigentes moldearan la forma que concebimos de nuestro mundo y que lo debemos buscar a través de los libros ¿Cómo llegaste a esa conclusión? ¿Ese pensamiento está incluido en tu obra?
Podría explicarlo en dos mundos, digamos métodos primero de uno, explicar el personal. Yo nací en una familia de clase media, entonces tuve una de una educación bastante estable, sin embargo mi futuro estaba definido, estaba como inmerso en lo que ya las reglas ya establecidas por la clase dirigente y me encontraba con que estaba buscando una respuesta que ya estaba definida o ya estaba dada, esa es mi era, esa era mi vida como personal antes de ser escritora. Entonces, antes de convertirme en escritora, estaba viviendo dentro de los marcos establecidos por la sociedad y dentro de este marco solo intentaba buscar esa posición que fuese beneficiosa para mí, pero al conseguir eso me di cuenta de que no era feliz.
Entonces ví que no sabía que quería, no sabía qué vida estaba viviendo y es ahí cuando me empecé a hacer preguntas a mí misma sobre lo que estaba viviendo en esta vida, dentro de qué marcos estaba viviendo y a raíz de ello empecé a escribir mis novelas, por eso mucha gente en Corea dice que soy una escritora cínica o una escritora que dice las verdades como puños, digamos, pero lo que hago es lanzar preguntas a la realidad que estamos viviendo. Por eso no pueden ser obras cálidas, porque está lanzando preguntas a la realidad. Por eso en el discurso de la ceremonia de apertura dije que por eso tenemos que lanzar cada vez más a preguntas incómodas, no pensar en la vida estable dentro de la multitud, sino preguntarse a sí mismo que es lo que uno desea qué es lo que quiere ser y lo que quiere hacer.
Desde el otro aspecto, digamos, creo que es una actualidad o es un fenómeno que está pasando en la sociedad, y es que las personas no piensan por sí mismas, sino que recopilan información y sacan su propia conclusión de ello y tengo la sensación de que a las personas les da miedo el tiempo de estar solos, con pasar tiempo solos y quieren conectarse con las otras personas, pero no con amigos de verdad, sino en el mundo en línea, digamos, intentan recopilar o intentan tener las opiniones de los demás a través del internet. Incluso las preferencias no es lo que a mí me gusta o lo que yo quiero, sino que miran qué es lo que les gusta a las demás personas e intentan seguir este tipo de preferencias en lugar de buscar lo que les gusta realmente, entonces creo que se está perdiendo esta noción de ser dueños de nosotros mismos, de nuestras vidas y de poder sacar conclusiones por nosotros mismos.
Por esa razón dije en mi discurso que si seguimos así, si seguimos estando dentro de esta comunidad y pensando solo en lo que piensan los demás o qué es lo que quieren los demás no podemos seguir de esta manera. En Corea hubo una tendencia que estuvo de moda el personaje del mentor, pero yo creo que el mentor no es algo útil. Creo que tenemos que saber conocernos y tenemos que saber sacar conclusiones por nosotros mismos, porque si no, acabamos dividiendo a las clases o a las personas en grupos diferentes categorías y esto lo único que consigue, al fin y al cabo, es excluir a las personas. Por eso creo que el hecho de dividir a las personas en grupos es el comienzo del odio.
¿Para quién escribes tus novelas?
Cuando escribía durante mis treinta o cuarenta años, durante esas décadas creo que los lectores que me leían eran mujeres de mi misma generación, pero ahora que tengo más de 60 años, que estoy en mi década de los 60, creo que mis lecturas son esas personas que son de mi misma generación, pero también las hijas por eso la editorial con la que trabajo, a veces el copy que ellos utilizan para hacer promoción de mis libros es “la autora que que leen las madres y las hijas”.
Muchas veces se aborda el papel de la madre más clásico, el papel de la madre de las generaciones anteriores, sin embargo, ahora la madre tiene un papel diferente, dentro de la misma familia se no es solo una madre, sino que es un individuo en sí y me gusta escribir sobre ese individuo que es particular, que es individual. Otro aspecto que quería comentar es que ahora, en mayo de este año, mi libro ‘El regalo del ave’ publicará su edición número 100, es decir, se ha impreso 100 veces en 25 años. Por eso creo que es algo muy significativo para mí porque no es un best seller que haya estado solo un momento, sino que ha estado continuamente dentro de la sociedad y dentro de los sectores. Por eso creo que es muy importante para mí, además está traducido al español.
Hablabas acerca de la importancia de los libros para construir esa imagen del mundo a través de nosotros mismos ¿Cuál fue el libro que te cambió la forma de pensar y que aportó a ese proceso para encontrar ese camino de creación literaria?
Cuando empecé a escribir ya oficialmente como escritora para empezar mi nuevo libro mi influencia mucho fue Milán Kundera con su obra ‘La inmortalidad’ fue la obra que me ofreció más porque es un autor que es muy directo y qué dice las cosas muy claras y directas, pero la tendencia en Corea es que quieren textos cálidos y quieren textos amables donde haya reconciliación, pero yo no quería escribir de esta manera, quería también ser más directa y cuando leí la obra de Milán Kundera me di cuenta de yo también podía escribir este tipo de textos e implementar este estilo en mis obras, por eso me influenció mucho.
¿Qué tal fue colaborar en este libro de antología con otros autores con motivo de la participación de Corea como país invitado de honor?
Tuve la oportunidad de leer el trabajo de los otros participantes de la antología. Uno de los aspectos que personalmente me gustan más es porque el único, casi el único libro que se ha traducido al español es mi obra, que fue publicada hace 25 años. Por eso creo que era una buena oportunidad para enseñarles a los lectores algo más reciente y también me gusta mucho porque todos los autores que participan son autores que realmente me gustan mucho y que representan también lo que es la literatura coreana actual. Este es el libro más reciente, es un libro de cuentos, uno de ellos es el que está dentro de la antología, es un libro que está traducido, maravilloso, que escribí hace 15 años.
¿Consideras que esa manera de narrar la feminidad aún de su desde su propia personalidad y ser reconocida como cínica hace parte de una postura feminista?
Sí, es muy feminista, estaba en mi obra reciente en la que he escrito aparece un personaje que es una abuela, entonces esta abuela lo que dice dentro de la obra es que “yo soy abuela, pero solo físicamente, eso no quiere decir que ustedes me puedan juzgar o puedan decidir cómo soy yo o como debo ser o pensar”. Pertenece a una familia pobre, pero siempre intenta buscar sus pequeños lujos en su vida como por ejemplo las flores o pintarse los labios con labial quitárselos y quiere vivir la vida como es ella como un individuo independiente. Lo que pasa es que la obra aparece también, su hijo y solo la ve como una madre, nunca la había visto como una persona, un individuo independiente y el entorno donde sucede todo esto es en Nueva York porque se van de viaje juntos y es ahí cuando el hijo también se despierta y se da cuenta de que su madre es una mujer independiente. Estamos muy acostumbrados a vivir dentro de la vida cotidiana de manera convencional y nos damos cuenta o descubrimos cosas nuevas cuando salimos o cuando estamos en otras condiciones y quiero seguir escribiendo sobre eso.
¿Cuál es el lugar de las autoras de las escritoras mujeres en la literatura coreana en este momento?
En Corea hay bastantes premios literarios, un de ellos es el que es entregado a siete autores y luego las obras de estos autores son recopiladas en una obra que se publica una antología que se publica y hace y hace bastantes años que todos esos autores premiados son mujeres, por eso creo que actualmente hay muchas autoras mujeres que están publicando activamente en Corea.