El mundo de Hollywood está sacudido por el actual proceso legal en el que Johnny Deep, una de las estrellas de cine más famosas y taquilleras de todos los tiempos, demanda a Amber Heard, la actriz de “Aquaman”, su ex esposa. El juicio es por 50 millones de dólares y fue iniciado a partir de una columna de opinión de 2018 que ella escribió para The Washington Post. Allí lo describió como una “figura pública que representa el abuso doméstico”.
Ese artículo periodístico contribuyó en gran parte al desprestigio de Depp y a que muchos de sus proyectos fuesen cancelados por su aparente fama pública de maltratador de mujeres, algo que nunca se había confirmado. Por eso, el reconocido actor ha decidido emprender un juicio por difamación contra la que en su momento fue su pareja. Heard y Depp se habían conocido en el 2009 y estuvieron casados entre 2015 y 2016, pero su relación duró poco y terminaron acusándose el uno al otro de actos de violencia física.
Aunque a primera vista parezca un culebrón lejano del mundo del espectáculo, cabe hacernos algunas preguntas para comprender y aprender ciertas lecciones para nuestra vida personal. ¿Cómo es que una pareja que decide emprender una aventura tan seria como el casamiento puede terminar envuelta en violencia, acusaciones de drogas y demandas millonarias? ¿Cuáles son las lecciones que podemos aprender de ese caso para poder construir un vínculo saludable de pareja y evitarnos disgustos, conflictos violentos y gastos financieros innecesarios en nuestra vida amorosa? ¿Invertirías tu tiempo (años, dinero y hasta hijos en común) en construir una relación amorosa con alguien con quien terminarías sintiendo que no podés dialogar adecuadamente? ¿Qué podemos aprender de este divorcio mediático entre famosos para aplicarlo a nuestra vida?
Estas reflexiones no están enfocadas en el análisis de esta relación turbulenta y tóxica en particular sino más bien en cómo podemos evitar llegar a este punto tan dañino para una pareja (sin contar que en este caso no había hijos de por medio, lo cual hubiese sido trágico para la salud mental de ellos). Es como mirar un incendio que devora y arrasa un edificio. Una vez que se apaga lo urgente, cabe revisar cuáles fueron las causas y cómo podemos de ahora en más prevenirlo.
En una pareja, todas las parejas
La relación matrimonial que han establecido Heard y Johnny Depp ha sido tóxica, es decir, un vínculo en el que ambos integrantes se posicionan en una actitud reactiva y de escasa madurez, en la cual terminan intercambiando actitudes inadecuadas, infantiles y dañinas para su integridad y salud emocional. Hasta aquí no hay nada para juzgar, ya que acorde a investigaciones clínicas de pareja, se estima que aproximadamente a un 65% de las parejas les suele suceder que intercambien ironías, quejas, victimizaciones, ofensas, agresiones o simplemente se niegan a escucharse y conectarse de forma adulta.
A lo largo de mi experiencia clínica de 20 años trabajando con adultos y parejas, he escuchado muchísimas veces a las personas quejarse amargamente de haber invertido años en una relación amorosa con hijos y gastos económicos de por medio, para darse cuenta de que habían estado casadas con completos extraños. Lo que cabe preguntarnos es: ¿Cómo podemos conocer realmente a la persona con la que estamos intentando construir una relación de pareja para evitar sorpresas desagradables en el futuro?
Un consejo milenario, tres preguntas para siempre
El Talmud, un compendio de sabiduría judaica de la época romana basado en la Torá (Antiguo Testamento), nos ofrece un refrán corto y con rima. Una suerte de juego de palabras en hebreo que nos ayuda a conocer la esencia de la otra persona para ver rápidamente cómo es en realidad, cuáles son sus valores y cuán apropiado puede resultar como una potencial pareja o hasta socio en los negocios.
Las tres claves o consejos se resumen en esta frase talmúdica: “A un hombre (persona) se lo conoce por su kisó (bolsillo), kaasó (enojo) y kosó (copa)” (Eiruvin 65b - Talmud). Esta frase nos explica que la verdadera esencia de una persona se vislumbra a través de cómo maneja su dinero (kisó), cómo maneja sus enojos (kaasó) y cómo toma alcohol (kosó). Veamos en detalle cada uno de estos tres conceptos y cómo pueden ayudarnos a prevenir posibles vínculos tóxicos de pareja y societarios.
El primer consejo, sobre el kisó, alude a que podemos conocer a una persona por cómo se maneja en relación al dinero. Esto implica que cuando estamos conociendo a alguien que puede ser una potencial pareja, socio o inclusive alguien que nos pide un préstamo de dinero, podemos formularnos algunas preguntas para luego investigar. Esta persona, ¿honra las deudas que pudo haber contraído en el pasado con amistades y familiares? ¿Es avara, mezquina o descuidada con el dinero? En sus vínculos pasados de pareja, ¿ha podido consensuar adultamente en relación a temas de dinero? ¿Es una persona generosa con su dinero, tiempo y afecto? ¿Se permite disfrutarlo saludablemente o lo gasta irresponsablemente?En relación a su manejo financiero personal y profesional, ¿maneja sus gastos de manera cuidada y racional? ¿Se permite escuchar consejos que ayuden a mejorar su manejo del dinero o se muestra cerrada y poco receptiva?
Se trata de una recomendación muy útil para prevenir futuras sorpresas desagradables. Miles de parejas apuestan años de sus vidas y conforman familias para luego darse cuenta que estaban casadas con una persona poco moral e íntegra en relación al dinero.
Este segundo concepto, el de kaasó, se refiere a que podemos conocer a una persona por cómo se enoja. No se trata de si tenés tendencia al enojo o sos calmo, sino más bien a si te dejás dominar por la ira o bien podés asumir una actitud reflexiva que te permita manejar tus enojos adultamente. Hay personas que se dejan llevar por arrebatos de ira y se expresan agresivamente, y luego no efectúan ninguna autocrítica, ni se disculpan ni enmiendan sus actitudes. Un vínculo violento se caracteriza justamente por este patrón.
Si querés evitarte decepciones futuras, empezá por algunas preguntas clave: esta persona cuando se enoja, ¿manifiesta capacidad de reflexionar y, en caso de haberse equivocado, reconocer sus errores y efectuar una disculpa para luego corregirlos? ¿Podemos dialogar adultamente de cuestiones importantes de la pareja (dinero, hijos, etc.) sin caer en ataques, agresiones y descalificaciones? ¿Podemos gestionar los desacuerdos de manera respetuosa y adulta sin caer en reproches, recriminaciones o bien evadir el conflicto? ¿Esta persona manifiesta madurez para manejar sus enojos apropiadamente?¿Podemos aprender mutuamente de nuestros enojos o tendemos a estancarnos en el dolor, reproche y resentimiento?
Nuevamente cabe preguntarnos… Si tu novio/a está dando indicios de esta clase de actitudes en relación al enojo… ¿Apostarías por una relación amorosa a largo plazo? ¿Iniciarías una convivencia? ¿Invertirías con un socio de estas características?
Aproximadamente a un 65% de las parejas les suele suceder que intercambien ironías, quejas, victimizaciones, ofensas, agresiones o simplemente se niegan a escucharse y conectarse.
El tercer y último consejo se refiere al kosó, es decir, cómo se comporta una persona cuando toma un poco más de alcohol de la cuenta, aunque en la actualidad podríamos extender esto a la ingesta de sustancias psicoactivas y drogas. El Talmud explica que “cuando entra el vino salen los secretos”. Muchas veces una persona tiende a excederse en la ingesta de alcohol y luego muestra una faceta que desconocíamos y que puede evidenciar sentimientos que tenía celosamente guardados.
Este tercer consejo resulta muy interesante en países como Colombia y ciertos sectores de Argentina, donde es muy habitual y generalizada la ingesta de alcohol y sus efectos negativos posteriores que acrecientan actitudes machistas, descuidadas y violentas que se dan en las parejas y familias. No sólo se trata de cómo manejamos el alcohol o la ingesta de drogas, sino qué facetas de nuestra personalidad revelamos.
Procura observar detenidamente a alguien cuando está bajo los efectos de una o más copas de alcohol… Esa persona, ¿puede manejar el alcohol o droga o es manejada por los mismos? ¿qué está mostrando que usualmente no expresa en el vínculo amoroso?
Estos 3 consejos milenarios tienen una practicidad muy amplia. Pueden ayudarnos a prevenir posibles relaciones tóxicas de pareja que terminen en escándalos, disgustos y perjuicios económicos. Podemos desarrollar un adecuado nivel de inteligencia emocional en el amor y las finanzas que nos lleve a integrar la pasión con el intelecto y los impulsos con el raciocinio a fin de lograr vínculos amorosos equilibrados y emprendimientos prósperos y sustentables en el tiempo.
* Pablo Nachtigall es Psicólogo clínico de adultos y parejas
* Autor de los libros Inteligencia emocional en el amor (disponible en tiendas de Colombia y en Buscalibre Internacional) y de Inteligencia emocional en la empresa y Bendito dinero, disponibles en Bajalibros.com
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