La fotógrafa Andy Cherniavsky recorrió anécdotas personales y del mundo del rock de los ‘80, en un diálogo sobre Acceso directo, su primer libro escrito, y en el que repasa sus años detrás de las cámaras en festivales, viajes y sesiones.
Cherniavsky explicó que el libro refleja su “vida como fotógrafa, las anécdotas con las bandas, la vida de esa nena que era una fan, que se profecionalizó. Es un mix, un diario escrito basado en mi propia fotografía”.
La pasión por la fotografía y el rock la llevó a realizar las imágenes más emblemáticas y las tapas de los discos más importantes del rock argentino de los años 80 y 90, pero no fue nada sencillo, comentó en un diálogo con Belén Marinone.
“En los ‘80, el patriarcado estaba adentro de nosotras, las mujeres del rock eran la corista o la fotógrafa. Cubrí más de 700 shows en vivo y en todas las credenciales dice ‘fotógrafo’. Quedé como la fotógrafa del rock, creo que abrí un montón de caminos”, dijo.
Y agregó: “Ser mujer en mundos de hombres, como eran el del rock y el de la fotografía, también me dio un espacio diferente. Podía ir adelante en el campo de batalla, en los festivales, que era un trabajo bastante difícil para una mujer”.
Recordó que “los ‘80 tienen una cosa muy especial: la salida de la dictadura, la posibildiad de poder expresar todo lo que estaba contenido y reconectarnos con los festivales, los lugares públicos, para cantar, para tocar, para expresarse. Todo lo anterior a eso era algo prohibido, terminabas preso simplemente por ir a un recital”.
“Los 80 son una larga noche de 10 años” -dijo- y “propociaron un cambio de lo que era la música seria, las canciones de protesta de los ‘70, donde todo tenía que tener un desenlace muy intelectual”, “fueron permisivos con la fiesta, con el baile, sin dejar en muchísimos casos de tener contenido muy importante”.
“La fotografía reflejó el movimiento de rock, que expresaba una manera nueva de vivir, de expresarse, y eso conlleva algo político. Las letras de Charly García o León Giego y otros se expresaron con respecto a la libertad, los derechos”, dijo.
“Una de las cosas que me hizo dejar de trabajar en los escenario fue la violencia, nunca entendí la gente que le tiraba un botellazo a un músico. Era muy difícil trabajar en el medio de monedazos, botellazos y escupitajos”. También repasó historias con Charly, Federico Moura, Luca Prodan, Spinetta y Fito Páez.
Mirá toda la charla en el video.
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