El escritor y periodista Jorge Fernández Díaz presentó ayer en la Feria del Libro Una historia argentina en tiempo real. Apuntes sobre la colonización populista y la resistencia republicana, una extensa obra en la que traza un recorrido desde su experiencia de juventud con la izquierda hasta sus posiciones políticas actuales.
Acompañado por los también escritores Marcelo Birmajer y Gonzalo Garcés, Fernández Díaz también habló de La traición, una novela escrita en plena pandemia que apunta a los vínculos secretos entre el falso progresismo y la corrupción de la clase política.
Definido como su libro “más personal”, Una historia argentina en tiempo real es un tránsito que definió como “doloroso” y en el que -aseguró- implicó perder varios amigos por diferencias políticas.
“En el mundo de la literatura, el 80 por ciento de los escritores tratan de no ser molestos con el poder. Hay lugares donde si vos no sos peronista o trotskista, no entrás. No se puede ser de otra manera porque éste es el triunfo de un relato, triunfó este relato, el sentido común argentino ha sido cooptado por ese relato, es un relato muy exitoso. Y yo pretendo ir contracorriente de ese relato. Todos tiene su costo. Yo escribí esta novela y este libro contra ese relato”, señaló Fernández Díaz en la presentación.
Para Gonzalo Garcés, Fernández Díaz es uno de los escritores que forjó un relato republicano adaptado del siglo XXI. “En un sentido es igual al relato peronista: hay héroes y hay villanos, pero ahí se terminan las similitudes. Los buenos para Jorge son los argentinos de buena voluntad, con su ética de sacrificio, de esfuerzo y de superación. Los sucesivos fracasos, las diversas crisis económicas que sufrimos desde la dictadura, los fracasos de los distintos gobiernos y la ‘berretada’ del kirchnerismo -como lo llama Jorge- hundieron a la Argentina sin llegar a matarla del todo”.
Garcés resaltó también la calidad de las columnas políticas de Fernández Díaz y aseguró que construye “una galería de personajes de una tragicomedia. Frases como la de la arquitecta egipcia, la abogada exitosa, frases que uno reconoce como suyas cuando las lee, pero lo más importante que aportó en sus textos es un giro argumental. Y ese giro es que, en el relato de Jorge, la Argentina de la ley, de los inmigrantes, no murió, no desapareció. Es la que sostiene pacientemente, en general demasiado mansamente, todo lo que todavía vale la pena salvar en este país. Por eso este relato republicano que hace Jorge es un relato de resistencia y, algún día, de triunfo”.
A su turno, Birmajer resaltó que con Fernández Díaz “nos fuimos encontrando en procesos que hicimos. Yo pasé por la izquierda, y yo a él lo podría definir, recordando a aquella viejas serie El hombre que volvió de la muerte, como el hombre que volvió del peronismo. La verdad es que Jorge se ha convertido en un autor muy inusual que contando exactamente lo que piensa se ha convertido en uno de los autores más vendidos”.
“En la literatura y en la ensayística de Jorge hay una contención para muchos argentinos que quieren dejar de pensar según el modelo dominante, y en esa defensa de la individualidad él ha construido una contención que alcanza a muchísima gente”, señaló Birmajer.
Y agregó: “Hay un recorrido trágico, que no se repite como farsa, y hoy releyendo la maravillosa novela La traición, pienso que es mi novela favorita de los ‘70 en el género de ficción. Allí hay una idea maravillosa de cómo se articularía esa locura de aquellos años en la actualidad. Y está en la novela el profesor Oscar Conde, al cual le asigna un rol fundamental. Y todos los envidamos con sus clases de lunfardo en ese capítulo de la novela”.
Fernández Díaz recordó que, en plena pandemia, recibió llamados de sus editores de la editorial Planeta que le impulsaron a publicar un nuevo libro porque era un momento ideal para escribir, porque la gente había vuelto a leer en la cuarentena, y porque la gente estaba leyendo novelas.
Respecto de las ideas que atraviesan su nuevo libro, Fernández Diaz recordó que “me sentí muy impactado con el desprecio que teníamos desde la izquierda con la clase media. Y eso ha avanzado mucho en el presente. Y hubo un momento donde yo dije: nuestros viejos nos enseñaron el mérito, el trabajo, el ahorro, pagar los impuestos, ganarse la vida con el sudor de su frente. ¿Y eso está tan mal?”.
“Hay un desprecio total por una clase media que ha sufrido muchísimo, que son la que tienen estos valores, que son a los que ahora quieren rapiñar. Como dijo Vargas Llosa hace un rato, ‘ustedes tuvieron un gran país’, y lo perdimos. Cuando los nacionalistas argentinos tiran una sombra sobre la inmigración, cuando colocan el mal, no lo colocan en la oligarquía, porque con la oligarquía tranzaron. Es con la clase media, lo que quieren limar”, aseguró.
“Pero nosotros queremos progresar, perdón. Queremos hacer mérito para progresar, perdón. ¿Cómo puede ser que hayamos llegado a este punto? Y lo que nos juzgan son 2.500 militantes que viven del Estado argentino. ¿Y esos tipos nos juzgan son los buenos de la historia? ¿Cómo es esto, muchachos? ¿Cómo llegamos a esto?, se preguntó Fernández Díaz ante la sala repleta.
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