A sala llena y entre mates, aplausos y vitoreos, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dio hoy un discurso en la Feria del Libro, en el que remarcó la necesidad de que “la identidad bonaerense se convierta en un proyecto de los 17 millones de bonaerenses”. También cuestionó las comparaciones con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cual según él “no tiene territorio propio”, ya que le fue “arrebatada y secuestrada en combate” a la Provincia.
En el marco de la mesa “Debates y desafíos en torno a la identidad”, que compartió con la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout, la historiadora Araceli Bellotta y el escritor Pedro Saborido, el gobernador bonaerense reclamó más recursos para poder “dar respuestas todos los días a los problemas de la gente”.
“La provincia de Buenos Aires tiene el gobierno más pobre: aporta el doble de lo que recibe. Es la provincia más rica y productiva, pero también la más desigual. Para que podamos solucionar eso tenemos que reclamar más recursos”, dijo Kicillof que, por la mañana, acordó un 60% de aumento salarial hasta fin de año con estatales, docentes, médicos y judiciales.
En los tres cuartos de hora que duró su discurso, Kicillof arremetió contra las críticas de la oposición, en particular de las provenientes del gobierno anterior al suyo. “Dijeron que se estaban dando peleas contra mafias que no existían y después nos enteramos que había una Gestapo en la provincia de Buenos Aires, o sea que la mafia era el mismo gobierno de María Eugenia Vidal”, dijo.
“Parecía que nos gobernaba un dibujito animado”, soltó en un momento y, ante las risas del público, aclaró: “¡No lo digo despectivamente!”. Después, de vuelta a lo serio, Kicillof insistió: “Yo vine acá a discutir los problemas de la Provincia, no como toda esta política del marketing. La oposición se está derechizando pero no tiene una postura, no tiene nada”.
El gobernador bonaerense trajo a colación las palabras recientes de la vicepresidenta Cristina Fernández, que mostró su preocupación ante cómo “la derecha le saca provecho a la insatisfacción democrática”, y puso el foco en la necesidad del Estado de brindar soluciones: “Ante la posición anti-derechos y de odio, la obligación que tenemos ahora, habiendo pasado todo lo que pasó, es dar una respuesta. No podemos parar de dar soluciones”.
Hacia el final, Kicillof remarcó la necesidad de un Estado fuerte: “La oposición tiene un solo proyecto: el ajuste y la exclusión. Quieren destruir al Estado, ¿y qué va a quedar? ¿El mercado? La respuesta nunca va a venir del mercado, porque donde no hay negocio, el Estado no llega. Perdón, ¡el mercado!”, se corrigió rápidamente por el furcio.
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