La soledad no siempre es algo bueno, puede ser mal vista e incluso hay quien asegura que los seres humanos no estamos hechos para estar solos; sin embargo, las dinámicas de este siglo, incluyendo la pandemia, están llevando a la humanidad a un momento de aislamiento nunca antes vistos.
Antes de la pandemia ya se veía una separación entre lo que hasta ahora se consideraba una especie netamente social, impulsada, entre otras cosas por el nuevo mundo digital y las aplicaciones, que estaban creando personas cada vez más solitarias, algo de lo cual se habla en el libro El siglo de la soledad, de la escritora e investigadora británica Noreena Hertz, que plantea duros cuestionamientos sobre el creciente lugar de la soledad en el mundo en que vivimos.
Uno de los elementos que impulsa este aislamiento, asegura Hertz, son las redes sociales, que tienen un fuerte impacto en el proceso de alejamiento de las personas, algunas de las cuales han llegado al punto de sustraers del mundo exterior e interactuar solo de manera virtual.
Las redes sociales fueron una señal que determinó este comportamiento, pues antes de la pandemia se considera que muchas personas entablaban una relación a distancia con otras personas e incluso Noreena Hertz menciona que empezó a dañar no solo la parte emocional, también la salud y económica.
“Nunca hasta ahora ha sido tan omnipresente o generalizada, pero tampoco nunca hasta ahora hemos tenido tanto a nuestro alcance para poder hacer algo al respecto”.
Con la pandemia empezamos a conocer lo que fue el “distanciamiento social” el habito cotidiano que poco a poco desmoronó ya que, si las personas que se mantenían detrás de las redes sociales ahora podían quedarse detrás de la pantalla no solo de sus amistades, incluso hasta en el trabajo.
Aunque esto no es culpa de la tecnología, la autora menciona que también esto es consecuencia del tejido de la sociedad y el desmantelamiento de las instituciones pues tiene que ver “la reorganización radical del lugar de trabajo, la migración masiva a las ciudades y décadas de políticas neoliberales que han colocado el interés propio por encima del bien colectivo”.
Aunque se piensa que esto tiene que ver sobre la crisis del bienestar mental, una de las consecuencias que también se relaciona con la soledad son las enfermedades cardiacas, cáncer o demencia.
La soledad es tan mala como fumar quince cigarrillos al día y también cuesta millones al año. Afecta a la situación política, alimentación, extremismo y que se debe de resolver.
La enfermedad de la soledad no es algo que se vive en este siglo, es cuestión de reconocer que había ya elementos como los trabajadores remotos en Londres, alquilar a un amigo en Manhattan hasta tejer gorros en un asilo de ancianos en Japón.
¿Quién es Noreena Hertz?
Esta escritora, líder intelectual, académica y presentadora es considerada por The Observer como “una de las pensadoras más relevantes del mundo” y Vogue como “una de las mujeres más inspiradoras del mundo”.
Sus libros son: “The Silent Takeover”, “The Debt Threat” y “Eyes Wide Open”. Se han vendido en veinte países y escribe para “The New York Times”, “The Washington Post”, “The Wall Street Journal”, “The Guardian” y “Financial Times”.
Actualmente da clases en University College de Londres, donde ostenta una cátedra honoraria.
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