Hugo Martin, editor de Sociedad en Infobae y autor del libro Cromañón: la república del dolor y la impunidad. Corrupción, rock y 194 muertos, dialogó con Milton del Moral en el stand de Leamos-Infobae de la Feria del Libro. “La causa Cromañón es inabarcable... Hay un piso entero en Tribunales dedicado a Cromañón”, reveló el periodista, quien trabajaba en la revista Gente al momento de ocurrir el episodio que conmovió al país en el fin de año de 2004.
En referencia a su libro, publicado 10 años después de la tragedia, afirmó: “El libro empieza con una hoja de ruta, a partir de cómo se fue moviendo la causa en la justicia. Tuvo tantos vaivenes... Callejeros liberados, que después fueron vueltos a poner en prisión. Lo mismo con Omar Chabán. La justicia fue para un lado y para el otro. Para mí, no hubo real justicia”.
Ante la pregunta de Milton del Moral sobre qué estaba haciendo la noche de la tragedia, Martin contó: “Yo no conocía que era República de Cromañón, el boliche, no escuchaba Callejeros. Estaba trabajando en ese momento en la revista Gente. Estábamos haciendo el cierre y teníamos la tele prendida en Crónica TV. Y de pronto, aparece: Incendio en un boliche de Once”. A partir de ese momento se hizo cargo del tema y comenzó a investigarlo en profundidad. “A lo largo del tiempo seguí investigando y en un momento me dí cuenta que prácticamente tenía un libro”, añadió.
Las anécdotas y los mitos alrededor del hecho son infinitas. Pero entre los datos más escalofriantes, Martin contó que cinco días antes hubo un serio aviso no considerado. “Durante un recital de La 25, con menos gente, se prendió fuego la mediasombra también. Pero, ¿qué pasó? Pudieron salir porque pudieron abrir un portón enorme que había, que no era la salida de emergencia, que daba a un hotel que estaba al lado. En ese momento, estaba Chabán. Quisieron apagarla con una manguera y no funcionaba. ¿Sabés con qué lo apagaron? Con cerveza. El fuego lo apagaron con cerveza. Por supuesto, no había policía, no había bomberos, no había nada.”
La diferencia con el recital de Callejeros, según pudo establecer, fue que ese portón había sido trabado con un candado y un pasador. Entonces el lugar no pudo evacuarse rápido. Además, la mediasombra que cubría el sistema de insonorización del lugar, emitió gases tóxicos al entrar en contacto con el fuego. Al respecto, Martin afirmó: “Ácido cianhídrico, eso fue lo que mató a los chicos. Es cianuro básicamente, lo que se usaba en las cámaras de gas de los nazis. Lo que pasó fue que si Chabán hubiera usado otro tipo de insonorización que tuviera óxido de cobre, ya directamente con eso, no pasaba esto. Porque el óxido de cobre, si hubiera una tragedia como esta, inhibe el ácido cianhídrico. Pero era más caro. Se lo ofrecieron y dijo que no.”
Y añadió: “Pero aún con todo esto. También, los chicos se hubieran salvado si las puertas hubieran funcionado como corresponde, si el portón se hubiera podido abrir. La exposición a ese gas fue lo que mató a los chicos. También, hubo muchos que murieron de entrar y sacar a otros chicos porque tuvieron mucho tiempo de exposición a ese gas. Eso explica las muertes. No hubo muertes por aplastamiento, hubo muertes por intoxicación.”
Al evaluar las consecuencias de la tragedia, Martin no dudó en afirmar que: “Cromañón hizo visible a un montón de gente que no se sabía que existían. No salían en los medios, no salían en las revistas, no salían en la tele. Nadie los conocía. Y sin embargo, todos esos chicos andaban en boliches como Cromañón, como Cemento, que también era otra trampa, y finalmente, bueno, les explotó a Callejeros la bomba. Ricardo Mollo dijo que ‘era una bomba que le podría explotar a cualquiera y les explotó a ellos’.”
Y más allá del drama humano, detalló, hubo también consecuencias políticas. “Después de Cromañón es cuando Mauricio Macri gana en Buenos Aires. Montado en esa tragedia, hubo un cambio político en CABA y después en el país. Y del otro lado, Anibal Ibarra. Que nunca vió lo que había hecho ni reaccionó sobre el desastre que había sido consecuencia de la falta de controles. Yo creo que ahí es donde Ibarra tendría que haber tenido algún tipo de pena mayor que simplemente el ostracismo, porque prácticamente desapareció de la política.”
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