“¿Por qué el género histórico romántico tiene tanta vigencia en el siglo XXI?”, le preguntó Belén Marinone a Graciela Ramos en el stand de Leamos, en la Feria del Libro de Buenos Aires. “Muchas lectores me dicen que aprenden historia leyéndonos a nosotras”, respondió.
Ramos es una autora cordobesa, egresada de la Universidad Católica de Córdoba, que ocupó diferentes cargos en el área de Marketing y Ventas durante muchos años hasta que decidió que era hora de darle lugar a su siempre postergado deseo de escribir.
Publicó Malón de amor y muerte (2010), Lágrimas de la Revolución (2013), La capitana (2015), Los amantes de San Telmo (2016), La boca roja del Riachuelo (2017) y La patria de Enriqueta (2019). La última novela se llama Hijos de la sombra (2021), donde explora la temática del abuso sexual.
“Cuando uno habla de San Martín, de Belgrano, de la Semana Trágica habla de eventos puntuales. Yo lo que hago es novelar cómo era la vida, qué pasaba con las personas, con las jovencitas, con los trabajadores, con la oligarquía, con todas las personas, en esos eventos puntuales”, dijo.
“El mundo se va transformando. Yo soy más grande, todavía me gusta que me abran la puerta. Que el caballero sea caballero. Yo soy feminista, pero me gusta que mi marido me mantenga, aunque también tengo mi trabajo”, aseguró.
“No me gustan las barreras ni los opuestos. Me gusta que la mujer sea femenina y que tenga sus derechos. Hemos logrado un montón pero falta mucho”, dijo y agregó: “Me gusta que en la casa haya olor a torta, que la mujer esté arreglada, los stilettos. Es una opinión personal. Es una forma de armar la religión a mi modo”.
En sus novelas, como en la mayoría de los libros del género histórico romántico, hay mucho sexo. “Me gusta levantar la sábana y contar”, confesó. En el video, la entrevista completa.
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