“Quedate con quien te mire como Saramago miraba a Pilar”, le dice Patricia Kolesnicov a Pilar del Río, viuda del gran José Saramago, periodista y traductora española. Además, preside la Fundación José Saramago y acaba de sacar su libro La intuición de la isla. Los días de José Saramago en Lanzarote, en donde cuenta los procesos creativos que ocurrían al tiempo que Saramago escribía los textos que luego lo llevarían al Premio Nobel.
En su libro, Pilar cuenta que cuando Saramago estaba escribiendo Ensayos sobre la ceguera vivieron tiempos difíciles. Y Kolesnicov se anima a la lectura de un fragmento: “Las lágrimas de José Saramago mientras describía el horror quedaron latentes en su casa. Fueron acompañadas con comprensión y silencio, y hasta los perros, no sólo Pepe, el perro de las lágrimas, sintieron que debían ser prudentes. En medio de ese dolor, José Saramago levantaba la vista, veía el mar, unas flores sobre su mesa. Respiraba.”
Antes de ese libro, Saramago venía de escribir El evangelio según Jesucristo. “Nadie toca los pilares de la civilización occidental y se queda igual”, dice Pilar. “Saramago dijo que si Jesucristo no es hijo de Dios, la civilización occidental está basada en la mentira.”
Y a propósito de esa mentira: “Somos ciegos que viendo no vemos. Nosotros mismos nos pasamos la vida mintiéndonos, auto engañándonos. Entonces, escribir una pandemia, escribir que nos estamos quedando ciegos, que no tenemos salida, que ni el Estado nos puede atender porque fracasa, porque no hay luz, no hay agua, nos hemos quedado ciegos, porque los autos chocan, los aviones caen, los autobuses se paran, porque hay una pandemia en el mundo, y lo peor estamos viviendo en una pandemia como si no la viviéramos. Porque eso está pasando en el mundo.”
Sin dudas, Saramago es un imprescindible del siglo XX. Sus libros siguen vigentes hoy en día, e incluso en algunos países como Italia, se han reeditado algunas de sus publicaciones, superando todas las estadísticas.
Citando a su compañero de vida, Pilar del Río recuerda las palabras que supo decir Saramago en su discurso del Premio Nobel: “Se llega antes a Marte que a nuestro propio semejante. Tenemos fórmulas para todo y no hemos sido capaces de superar la pobreza del mundo. Si quisiéramos, podríamos haber trabajado en que no existiera la pobreza. Que el mundo tuviera otra distribución. Que el cambio climático no estuviera acabando con la posibilidad de la existencia. El mundo está peor porque ahora tenemos el conocimiento para resolver conflictos, y no sólo no lo estamos resolviendo sino que estamos generando conflictos nuevos, que van a acabar con cantidad de especies y pueden acabar con la vida.”
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