Visitar el pabellón universitario de la Feria Internacional del Libro de Bogotá es acercarse a un mar de esperanzas, si se tiene en cuenta este factor: en muchos casos, las editoriales universitarias trabajan con las uñas y publican a pérdida. Los comités editoriales deben tomar decisiones difíciles y administrar sabiamente los recursos para divulgar los resultados de las investigaciones de sus estudiantes y docentes.
Por eso son motivo de conflicto, especialmente cuando estos productos académicos requieren una milla extra de las editoriales para mostrar todo su potencial. Por ejemplo, cuando dicha investigación debe incluir mapas o fotografías. Ese es un riesgo que solo se toma en casos excepcionales.
Se puede asegurar, sin lugar a duda, que una excepción muy merecida es la obra Nostalgias y aspiraciones: vestir, estéticas y tránsitos de las clases medias bogotanas en la segunda mitad del siglo XX. El libro revisa las colecciones de los célebres fotógrafos Manuel H y Nereo López y presenta un análisis de los mensajes enviados por las clases medias al elegir un atuendo para trabajar, estudiar, ir de compras y vivir.
Su autor es Edward Salazar Celis, sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia que lleva más de trece años investigando sobre las tendencias de la moda en el país. Fue el mejor trabajo de grado en la cohorte de 2009, tras lo cual ganó una beca en Colciencias para investigar sobre este tema fascinante.
El trabajo excepcional de Salazar se ganó la confianza de no una, sino tres editoriales de reconocidas universidades privadas: Santo Tomás —la editorial base—, Rosario y la Pontificia Universidad Javeriana —las coeditoras—. El análisis sesudo del autor está bien acompañado con fotografías a todo color, en papel de excelente gramaje; es una hermosa pieza para quienes disfrutan los libros bien hechos.
Este jueves 28 de abril, a las 10 de la mañana, Salazar hablará con Pilar Castaño y Catalina Ceballos en el Gran Salón Ecopetrol, Sala FiLBo D, en el conversatorio “La moda, ¿una dimensión estética o política?”. La charla se dará a propósito del lanzamiento de Nostalgias y aspiraciones, que fue el pasado martes 26. Infobae Colombia habló con él.
Infobae Colombia: ¿Por qué es importante hablar de moda en este país?
Edward Salazar: Porque la moda no es solamente lo que nos ha vendido la opinión masiva, un fenómeno trivial que le corresponde solamente a las pasarelas. La moda se conecta con todos nosotros y con todas nosotras, desde nuestro cuerpo y desde la ciudad en la que habitamos. Nos dormimos con ropa y nos levantamos desnudos, pero con un cuerpo que luego está listo para ser vestido.
La moda en un país como Colombia, además de haber sido uno de los relatos más importantes de la historia nacional, junto con el café, junto con otros textiles, nos habla de esas tensiones que se viven entre ese sueño de ser modernos, de parecernos o de aspirar a Europa. Es la herida que también se guarda desde la Colonia, porque nuestro vestido fue también impuesto, pero también los deseos y las aspiraciones de ser mejores, de liberarnos, de entendernos a través de nuestra propia vestimenta. Todo eso es posible de ver en este objeto.
IC: ¿En qué momento decidió escribir sobre la moda colombiana del siglo XX?
ES: Para este libro dije “quiero mirar cómo es la moda de la clase media”. A veces, con esta idea de que la moda es de la élite, se nos desdibujan un poco sus alcances. Obtuve una beca de investigación de la Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura para revisar el archivo fotográfico de los maestros Manuel H y Nereo López.
Empecé a mirar esas fotos y en ellas veía edificios y personas, y esas personas están vestidas. Yo dije “esta fotografía me cuenta una historia de la gente que no tiene nombre”. Los ricos siempre tienen nombre y apellido en las fotos, mientras las personas empobrecidas están catalogadas y estereotipadas como personas pobres.
En la mitad hay un montón de gente. ¿Quién es esa gente y cómo puedo conocerla a través del vestir? Con mi libro no solamente busco hablar de la moda, sino de la ciudad, de las aspiraciones, de la clase social, del desarrollo urbano, de la cultura en general.
IC: Este libro es muy bonito. ¿Cuánto tiempo tomó su elaboración?
ES: Muchos años. Empecé la investigación en 2016, con la beca. Seguí en 2017 y 2018 trabajando individualmente en este libro. En 2019 se fue a revisión, y en 2020 y 2021 entró al proceso editorial. Fueron unos cinco o seis años, porque yo creo que a los libros y a los temas hay que darles el amor que se merecen. La Central del Diseño, que fue el estudio de diseño que contrataron la Universidad Santo Tomás, la Javeriana y el Rosario, también hizo un trabajo de lectura muy cuidadoso de la imagen.
Yo también soy muy visual y me interesa mucho la fotografía como un medio expresivo. Creo que el libro transmite esa belleza. Para hablar de moda y de estética, creo que hay que hacerle justicia desde la forma de escribir y ver el libro.
IC: ¿En algún momento hubo conflicto con la editorial para publicar este libro lleno de fotografías y colores?
ES: La Universidad Santo Tomás y las universidades aliadas fueron muy generosas y dieron todo de su parte para la publicación del libro. Nunca tuve problemas. Yo sé que fue un libro costoso porque había que honrar también la memoria de los fotógrafos y se pagó el estudio fotográfico y el derecho de uso. Nunca me dijeron que no.
Entonces, debo decir que este libro resulta tan bello porque se nota el cuidado que hay detrás, no solo mío como autor, sino de las universidades, del editor y del equipo editorial de la universidad.
IC: ¿Qué es lo que más le enorgullece de haber sacado este libro?
ES: Contribuir a los estudios de moda y de la clase social desde el vestir en Colombia. Creo que es un tema que a todos nos genera alguna curiosidad, pero del que a veces no se habla tanto. Yo me siento muy orgulloso de que este libro pueda ser leído, no solamente por la gente de la academia, sino por el público en general de la lectura.
Eso me ha hecho sentir muy contento: que he visto el libro en manos de un público muy diverso, que es capaz de leer la moda desde la cultura, como quien lee el cine, la literatura, el teatro, el fútbol, y entender que la moda no es una cosa por allá alejada o solo femenina, sino que nos convoca a todas las personas.
IC: ¿Por qué una persona interesada en la moda debería leer este libro?
ES: Porque creo que el libro cuenta una parte fundamental de una historia local de la moda. A veces tenemos esta idea de que la moda es un relato que nace, crece, vive y se reproduce en Europa y Estados Unidos, y desde allá llega a todo el mundo.
Creo que el libro controvierte esa idea y muestra las producciones de moda, de estilos de vida, las búsquedas colombianas —y en este caso, bogotanas— para la moda. Entonces, es una forma de descolonizar y colombianizar los estudios sobre la moda.
IC: Como diría Miranda Presley, ¿por qué alguien que cree que la moda no es con él debería leer este libro?
ES: Porque todos estamos vestidos, porque nacemos vestidos: cuando nuestros padres nos tienen, están pensando desde antes en la primera pinta. Cuando fallecemos, también la gente a nuestro alrededor piensa en el ajuar de muerte. Es decir, la moda nos acompaña irremediablemente, así que todos y todas nos vamos a sentir muy reflejados en esa historia.
IC: ¿Qué sigue para usted?
ES: De un trabajo también colectivo, que estamos haciendo con investigadores muy duros de toda Colombia, viene el lanzamiento de un segundo libro que analiza la historia, la cultura y el periodismo de moda en nuestro país desde el siglo XIX. Es una coedición entre la Santo Tomás y la Tadeo que se llama Estudios de la moda en Colombia. Yo soy el editor académico y escritor de un capítulo, pero tenemos 19 voces allí y lo lanzaremos, si todo sale bien, en el Museo Nacional de Colombia, a finales del mes de junio, en el marco de una exposición.
Iniciaré también mis estudios doctorales en estudios latinoamericanos en unos cuatro meses. A mí me interesa seguir persiguiendo el camino de las letras y de la cultura, así que espero que para allá sea el horizonte.
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