Afonso Cruz, autor de Jalan Jalan. Una lectura del mundo, hace parte de los invitados a la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2022, la cual irá hasta el 2 de mayo. Este libro fue editado y publicado por Editorial Panamericana. Para poder hablar esta novela es necesario recordar el poema de Antonio Machado, que después Serrat hizo canción: “Caminante, son tus huellas / el camino y nada más; / Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar. / Al andar se hace el camino, / y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar. / Caminante no hay camino / sino estelas en la mar”.
Jalan Jalan, que traducido al español habla del pasear y del andar, es el resultado de un trabajo de varios años donde el escritor portugués plasmó las experiencias que ha tenido en los diferentes espacios, lugares, ciudades y países en los que ha estado, los cuales han sido atravesados por la literatura, la filosofía, la fotografía y la música, entre muchas otras cosas, y que solo han sido posibles porque se hace camino al andar.
En entrevista para Infobae, el autor portugués habló sobre el papel de la memoria en su escritura, cómo entre los viajes y las lecturas convergieron para la construcción de este libro y cómo las fotografías, que reposan en estas páginas, nutren y acompañan al lector, sin llegar a afectar la libertad de crear imaginarios al rededor de los relatos.
Infobae: Empecemos hablando del acto de escribir como medio de reflexión.
Afonso Cruz (AC): Escribir es algo fundamental porque nos ayuda a organizar nuestros pensamientos. A través de la escritura podemos llegar a comprender el mundo, nuestro lugar en él y también la sociedad, lo que al final termina mostrándose como una reflexión sobre las decisiones que tomamos de acuerdo a nuestro entorno.
Infobae: ¿Cómo ha influido la literatura para ir a ciertos destinos? y, ¿Cómo el viajar y conocer nuevos espacios han impulsado a escribir sobre ellos?
AC: Es un proceso recursivo que a mí me encanta, porque elijo un lugar porque precisamente leí sobre él; y al revés también me pasa, pues cuando he ido a nuevos lugares me encuentro con varias sorpresas que se deben escribir. Además, el viajar me ha permitido conocer nuevos tipos de literaturas, de culturas y de pensar que nutren mi escritura.
Infobae: ¿Cuál ha sido el lugar o el país que más recuerda haber visitado luego de haber tenido una lectura sobre este?
AC: Los que más recuerdo ahora son Siria e Irak. Estos dos países los he conocido a través de sus poetas y novelistas, luego, cuando he estado en ellos ha sido algo mágico y maravilloso. Además, cada vez que viajo a un lugar sobre el que he leído me encuentro con otras impresiones que solo las da la experiencia de estar ahí. Por ejemplo, ahora que estoy en Bogotá las impresiones que me ha dejado la Feria del Libro no las hubiera podido entender de igual manera si no hubiera venido. Siempre había querido presenciar la feria. Para mí, este evento literario, es uno de los más importantes de este continente por todo lo que este convoca a nivel cultural.
Infobae: ¿En algún momento, por coincidencia, ha estado leyendo un libro sobre el lugar en donde está?
AC: Sí, me ha pasado en varias ocasiones, pero también lo he hecho intencional. He comprado libros que tienen que ver con el lugar para así intentar comprender mejor su cultura. He recurrido a esto sobre todo en países que no hablamos el mismo idioma, por ejemplo, con China donde es mucho más difícil comunicarse y comprender el entorno.
Infobae: ¿Cómo entiende el concepto de memoria, y esta qué papel tiene en sus libros?
AC: Los libros son la materialización de nuestra memoria, porque en ellos podemos grabar nuestros recuerdos y pensamientos. Por otro lado, el ejercicio de escribir ayuda a memorizar más las cosas, es decir, la escritura amplia la memoria. Y en mis libros es algo esencial porque en ellos plasmó todas las vivencias y al escribir no podré olvidar.
Infobae: En este libro nos encontramos con una amalgama de diferentes géneros y hasta fotografías, ¿por qué no plantear un solo género?
AC: Considero que, aunque es necesario especializarnos en ciertos temas, no podemos dejar que no haya conexiones entre ellos. Yo creo que el camino, hoy en día con tanta información y tantas disciplinas, es saber relacionarlas y hacerlas funcionar. En el caso de las artes, estas no se pueden separar, porque todas se nutren entre sí.
Infobae: En Jalan Jalan también nos encontramos con apartados filosóficos, ¿en qué momento aparece la filosofía en su vida?
AC: Mi primer acercamiento a la filosofía fue cuando era joven, tendría más o menos 15 años. En esa época estaba estudiando en una escuela de arte y después de un tiempo quise cambiarme a la carrera de filosofía, pero mis padres siempre me incentivaron a ser un artista, cosa rara entre los papás porque siempre se ha pensado que no podrás vivir de este, entonces decidí terminar este pregrado aunque contaba con el apoyo de ellos para irme por la rama de la filosofía. Un tiempo después, realicé una maestría que tenía enfoque filosófico y pude cumplir ese sueño.
Infobae: ¿Por qué considera, como se puede leer en su libro, que el ser humano pasea para no llegar nunca a un destino?
AC: Hay que entender que el acto de pasear sugiere pasar por cualquier lugar, no como ejercicio para llegar a un destino fijo. Así que aquí lo que importa es el destino, no el camino. Para mí, pasear es un acto artístico y de ruptura que te invita a reflexionar.
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