“Que me devuelvan / lo que ese día / en la escuela pública / una monja invitada / a defender el order / me dio a elegir: / normal al cielo / lesbiana al infierno / y yo, tan amiga del fuego / preferí arder”, dice uno de los poemas de Alguien muerde el extremo de su nombre, la antología de poemas lesbianos de salida del clóset publicada por la editorial independiente argentina Elemento Disruptivo.
El libro reúne a 39 poetas de 11 provincias argentinas y de distintos rangos etáreos entre las que se encuentran Silvina Giaganti, Gabriela Borrelli Azara, Pilar Otero, Dafne Pidemunt, Micaela Szyniak e Inés Ripari, encargada de la edición. Aunque más de la mitad nació en los 90, en sus páginas coexisten las experiencias de lesbianas nacidas durante la última dictadura cívico-militar con las de centennials nacidas después del 2000. El objetivo, lejos de querer universalizar la experiencia lésbica, es mostrar la heterogeneidad de una identidad que suele reducirse a sus denominadores comunes.
En el prólogo escrito por Alex, poeta publicada por Elemento Disruptivo y que ideó el proyecto en 2021, se describe a este libro como una “antología urgente y necesaria; un movimiento de apertura y de bienvenida a la erótica, el deseo y el amor lesbiano en la historia de la literatura de nuestro país; una fuerza que irrumpe en los resabios de un discurso conservador que subsiste en el presente, y que se alza en contra del pensamiento heterosexual propuesto como único discurso posible”.
Aunque desde 2011 en Argentina el Día de la Visibilidad Lésbica se celebra el 7 de marzo en memoria de Natalia “Pepa” Gaitán, asesinada de un escopetazo por el padrastro de su novia, en la mayoría de los países de habla hispana, como España, México, Ecuador, Colombia y Perú, se celebra el 26 de abril.
Compartimos el poema “Por fin llegar” de Inés Ripari que, además de participar en la antología, fue responsable de su edición:
El océano como un universo de posibilidades
nadar con fuerza y contra la corriente
descansar en el lomo de una roca
ver otros saltos
otros cuerpos zambullirse despatarrarse.
¿Cuántas caídas hay que presenciar
para de una vez atreverse
a tomar impulso y entrar?
Paso de un estilo al otro
pecho espalda crol mariposa
voy con dirección
o pierdo completamente el rumbo.
Por fin llego
y eso significa
hacer la plancha
entregarme
dejarme sostener
por el propio cuerpo
en la inmensidad
del agua debajo.
SEGUIR LEYENDO: