Giovanna Zuluaga y Antonio Ortiz, autores del libro Descubriendo a Miranda, hacen parte de los invitados a la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2022. En esta novela, editada y publicada por editorial Panamericana, se exponen las diferentes vivencias a las que se enfrentan los jóvenes que van entendiendo que son homosexuales debido al temor de enfrentarse al mundo exterior.
Miranda, la protagonista, expone en este viaje su vulnerabilidad, sus temores, sus tristezas. Aunque su camino está lleno de tropiezos y enmarcado por una pandemia que la ha obligado a esconderse detrás de sus angustias, encuentra en la música la manera de escapar de esa prisión interna producto de los prejuicios sociales. Sus amigos, el legado familiar y las canciones que la definen le permitirán hallar su identidad y voz.
Miranda es cualquier adolescente que, dentro de su cotidianidad, se cuestiona qué tan normal es o qué tan extraña para los demás puede llegar a ser. Entre los interrogantes que la inquietan también destaca: ¿por qué Dios, el Dios que le han vendido, podría llegar a juzgarla por sus gustos, decidir amar a una mujer más allá de los lazos familiares y de la amistad?
Descubrir a Miranda es un llamado a la necesidad y la responsabilidad que tenemos como sociedad en aceptar que hay diversas formas de amar y entender el amor, más allá de lo impuesto por el sistema heteropatriarcal; además de analizar el papel de las instituciones educativas y religiosas en el libre desarrollo de los niños y jóvenes.
En entrevista con Infobae Colombia, Giovanna Zuluaga y Antonio Ortiz hablaron sobre el proceso de construcción del libro, las historias que conocieron de jóvenes que se han enfrentado a sus padres y han sido víctimas de un maltrato psicológico por ser gays, así como de los prejuicios y estigmas que la sociedad debe romper, entre otras.
“Este libro nació cuando estábamos cuarentena estricta, pero era una idea que teníamos desde 2019. Por un lado, Giovanna quería contar algunas cosas que vivió cuando estaba en el colegio, y por otro, el diario vivir que estaba experimentando en el colegio alemán, donde trabajo”, comenzó contando Antonio Ortiz.
Para Zuluaga y Ortiz, “las personas suelen utilizar palabras como gay o marica de forma peyorativa, como un insulto, cuando no debería ser así”. Por su parte, la escritora contó: “Hace poco mi esposo vivió una situación en la que alguien le dijo que, como le gustaba utilizar en sus prendas de vestir el rosado, entonces era gay, a lo que él preguntó que de dónde etimológicamente provenía esa palabra y que si pretendía ofenderlo diciendo eso no lo iba a conseguir. Hay que dejar de lado ofender a las personas, pero sobre todo con estos términos”.
Además de las inquietudes que tenían los dos autores, este libro se fue construyendo y tomando forma gracias a los relatos de jóvenes que acaban de salir del closet o tenían medio de enfrentarse a sus amigos y, en especial, a sus familiares. “Decidimos hablar con mujeres y poner a una adolescente como protagonista, porque al final los papás siempre sueñan con llevar a sus hijas al altar para que se casen con un hombre y así pueda tener hijos y les puedan dar nietos, entre otras cosas”, explicó Ortiz.
Y agregó:
“La historia más complicada que escuchamos fue de una chica que al comprar el libro de Calle y Poché, unas influencers que son pareja, la mamá lo vio y lo volvió trizas, Y el papá le gritó que prefería verla muerta o en la cárcel antes de que ella estuviera con otra mujer siendo una pecadora ya que esto no estaba bien”.
Por su lado, Giovanna Zuluaga enfatizó que las aulas en los colegios, uno de los lugares en los que más tiempo están los jóvenes, deberían ser espacios seguros, aunque en la mayoría de los caso no lo son. “Los jóvenes son el espejo de cómo son en sus casas y esto lo terminan trasladando al colegio, entonces nos encontramos con el que es oprimido y llega a oprimir a los demás, o el que se cría en un entorno violento y machista y actúa de esta manera dentro de los salones”.
Para concluir, Ortiz explicó que en el sentido pedagógico, en el caso de Colombia, “desde el Ministerio de Educación se debe contar con una ayuda para que los colegios armen en los currículos proyectos interdisciplinarios. Que entre las materias se deba leer libros que aborden el tema LGBT+, tener debates de orientación sexual y de género, así como muestras artísticas para fomentar la empatía y hablar de sexo, drogas y homosexualidad con naturalidad y sin prejuicios”.
<i>Descubriendo a Miranda, </i>más allá de las cifras
1. “En Colombia los estudios permiten identificar que existe una problemática que está afectando a jóvenes de la población LGBT+, se sienten inseguros en sus colegios (67.0 %), reciben comentarios homofóbicos de la mayoría de los estudiantes (25.4 %), perciben agresión de los adultos en la institución educativa (37.2%) y falta de apoyo del personal escolar (39.9%)”. Rivera-Osorio JF, Arias-Gómez MC. Acoso escolar contra jóvenes LGBT+ e implicaciones desde una perspectiva de salud. Salud UIS. 2020.
2. “Un estudio realizado en siete países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) encontró que en Colombia, el 15% de los y las estudiantes ha sido víctima de violencia escolar debido a su orientación sexual”. Unesco, 2021. Estudio El sexismo y la homofobia siguen impregnando las escuelas de América Latina.
3. “El ámbito donde se conocen más casos de discriminación o violencia hacia otras personas en razón a su orientación sexual o identidad de género es el de los amigos y el colegio. El 42% de las mujeres y el 35,8% de los hombres afirma haber presenciado hechos de discriminación por parte de amigos a personas por su orientación sexual o identidad de género”. Documento de diagnóstico sobre la situación de discriminación de la población LGBT+ en Colombia. Dirección de Desarrollo Social, 2020.
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