Cristina Peri Rossi, escritora, traductora y activista política uruguaya exiliada en España desde 1972 y residente en Barcelona, nació en Montevideo el 12 de noviembre de 1941. Hoy ha sido galardonada con el Premio Miguel de Cervantes 2021. Debido a sus problemas de salud, quien recibió el premio fue la actriz Cecilia Roth, quien dio un discurso fuertemente feminista y antibélico.
Traducida a más de veinte lenguas, incluidas el yidis y el coreano, fue censurada durante la dictadura militar que gobernó Uruguay de 1973 a 1985, por lo que partió al exilio. Peri Rossi es la única escritora vinculada con el boom latinoamericano. Ha traducido al español obras de Clarice Lispector y de Monique Wittig, y ha colaborado en medios de comunicación españoles como Diario 16, El Periódico y Agencia EFE.
Infobae Cultura presenta una muestra de sus poemas:
Amanece. Como una gata,
entre las sábanas se despereza y se despide de la almohada,
bosteza, llena de blanduras
y de cosas indolentes como brazos
y piernas extendidos.
Yo le voy dando palabras con que se vista,
le arrojo una letra como un vestido,
le largo una sílaba como sandalia
y así cubierta
de las palabras con que la he ceñido,
sale a la calle, a engañar amigos.
* * *
La pasión
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
Y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
* Ambos poemas pertenecen a Detente, instante, eres tan bello.
* * *
Babel bárbara
Altiva como la A (anaconda)
Balbuceante como la B (Babel bárbara)
Colérica como la C (carismática)
Dorada como la D (ditirámbica)
Elemental como la E (elegíaca)
Furibunda como la F (fáustica)
Gutural como la G (gárgola)
Hipnótica como la H (hendida)
Íntima como la I (imantada)
Jupiteriana como la J (jónica)
Lúbrica como la L (loba)
Mórbida como la M (marmórea)
Nocturna noctiluca (nacarada noche)
Opulenta como la O (ombligo y ópalo)
Quejumbrosa como la Q (quimera y quejido)
Rúnica como la R (rondadora)
Sardónica como la S (soez, soñadora)
Turbadora como la T (tañido y tambor)
Ungida como la U (umbría, ungulada)
Visceral como la V (vientre, voluta)
Yuxtapuesta como la Y (yoica)
te maldigo y te bendigo
te nombro y te fundo.
* Este poema pertenece a Babel bárbara.
* * *
Sálvese quien pueda
Si fui amarga fue por la pena.
El capitán gritó “Sálvese quien pueda”
y yo, sin pensarlo más, me lancé al agua,
como ávida nadadora
como si siempre hubiera estado esperando ese momento,
el momento supremo de soledad
en que nada pesa
nada queda ya
sino el deseo impostergable de vivir;
me lancé al agua, es cierto, sin mirar atrás.
De mirar quizás no me lanzara
habría vacilado mirando tus grandes ojos tristes
siniestros remordimientos me hubieran impedido ya
saltar al espacio
tocar la fría humedad del aire
el nocturno relente
y caer
como recién nacida
en la flotante superficie del bote
donde todo habría de continuar,
no se sabe adónde.
Si hubiera mirado atrás,
tus grandes ojos tristes
la vela suspendida
los cabos sueltos
las cámaras anegadas
como los recuerdos salados del mar.
Si hubiera mirado atrás,
tus grandes ojos tristes,
la vela mística suspendida
los cabos sueltos
las cámaras anegadas
como los recuerdos salados del mar.
Si hubiera mirado atrás.
“Sálvese quien pueda” gritaba el capitán
De haber mirado
de haber vuelto los ojos
como Eurídice
ya no podría saltar
pertenecería al pasado
anclada entre las redes del barco, tu capitán, el moho de las sillas
los versos que consumíamos en las noches de vigilia
tu pereza de saltar,
tu vergüenza de correr,
atrapada entre las hermosas lianas de los versos preferidos,
acaso no hubiera respirado más el aire salino
ni visto aparecer el sol;
era un caso de vida o muerte
“Sálvese quien pueda”
había gritado el capitán,
la vida era una hipótesis de salto,
quedarse, una muerte segura.
* * *
Proyectos
Podríamos hacer un niño
y llevarlo al zoo los domingos.
Podríamos esperarlo
a la salida del colegio.
Él iría descubriendo
en la procesión de nubes
toda la prehistoria.
Podríamos cumplir con él los años.
Pero no me gustaría que al llegar a la pubertad
un fascista de mierda le pegara un tiro.
*Ambos poemas pertenecen a Diáspora.
* * *
Fidelidad
A los veinte años, en Montevideo, escuchaba a Mina
cantando Margherita de Cocciante
en la pantalla blanca y negra de la Rai
junto a la mujer que amaba
y me emocionaba
A los cuarenta años escuchaba a Mina
cantando Margherita de Cocciante
en el reproductor de cassettes
junto a la mujer que amaba,
en Estocolmo
y me emocionaba
A los sesenta años, escucho a Mina
cantando Margherita de Cocciante
en Youtube, junto a la mujer que amo,
ciudad de Barcelona
y me emociono
Luego dicen que no soy una persona fiel.
* Este poema pertenece a Playstation.
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