Javier Cercas (Cáceres, España, 1962) llega con nuevas aventuras en su libro “El castillo de Barbazul”, el cual, destaca la editorial Tusquets, es “el proyecto literario más ambicioso” del autor.
Melchor, el padre (y ahora expolicía), y Cosette, la hija, distanciados por desacuerdos familiares, son nuevamente los protagonistas de esta historia que, en esta oportunidad, se adentra en los vagos recuerdos que tiene la joven, que son pocos, de su padre y aun menos de su madre.
Ahora que su papá ya no trabaja con la Policía y está en la biblioteca, Cosette tiene oportunidad para pasar tiempo con él y realizar actividades con su amiga Elisa Climent. Mientras que Melchor ya trata con un hija adolescente.
Cosette quiere saber más sobre el origen de su nombre, pues se entera que es un personaje del libro de Víctor Hugo, Los Miserables y con ese dato se emociona para escuchar sus historias.
Ante la lectura del libro, Melchor expresa su desacuerdo, pues ya no lo había vuelto a leer, a pesar de fue esa historia la que lo llevó a unirse a la Policía, pero Cosette insiste en su lectura juntos.
Después de tres meses y medio, que tardaron en leer el libro, Cosette asegura que no le gusta y lo califica de “novelón farragoso”.
Todo gira drásticamente cuando Cosette se va de vacaciones a Mallorca y ya no regresa.
Melchor Marín, asustado de que le haya pasado algo a su hija, viaja a Mallorca a buscarla, pero las cosas no parecen ir bien y el agudo investigador (ya no es policía, pero es padre) sospecha que hay algo más en todo el entramado de justicia, incluyendo juzgados y oficiales de la Guardia Civil. La hija aparece, pero Melchor no se queda tranquilo decide seguir tirando del hilo a ver qué descubre
En este punto, la novela empieza a tener giros en los que hacen que Melchor regrese a lo que había abandonado y la historia de este ahora exdetective vuelve a los caminos del thriller policiaco donde el personaje deberá enfrentarse a los secretos de su propia familia.
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