“No soy filósofa, pero estoy inmersa en la filosofía” declaró Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir, escritora, pensadora y... filósofa (aunque ella afirmara que no).
Simone de Beauvoir, como fue conocida, se convirtió en una de las pensadoras más importantes del siglo XX y también en una de las escritoras más influyentes en el movimiento feminista, pues su participación en política, junto con Jean-Paul Sartre, ayudó a crear bastantes no solo textos referentes a la cultura francesa, sino también en la participación de los derechos de las mujeres.
En relación con su activo trabajo en defensa de los derechos a la mujer, uno de los aspectos en los que más destacó y que tuvo mayor impacto fue en su defensa de la legalización del aborto, junto con otras mujeres, reconoció en un manifiesto haberse practicad un aborto, una afirmación que habría podido traer consecuencias penales.
Mucha de su producción tanto literaria como filosófica, al momento de ser publicada, generó escándalo y las ideas que representó y su decidido impulso al movimiento de reivindicación de los derechos de la mujer fueron muy importantes en el cambio que se gestó en la sociedad en los años sesenta.
“¿Qué es una mujer?” Es a partir de esa pregunta que empieza sus estudios referentes a la identidad, género y construcción social.
Como parte del proceso de sus investigaciones, en las cuales abordó la historia, la antropología, la literatura y demás conocimientos científicos, hace referencia a la relación de los dos sexos, donde “el hombre se perfila como el sujeto y la mujer como el objeto”, pensamiento e ideas lo podemos encontrar en textos en los que reflexiona sobre el feminismo, además de en sus novelas.
El segundo sexo
Este ensayo es el parteaguas y el inicio de un movimiento que hasta el día de hoy se lucha en diferentes partes del mundo, pues a pesar de haber sido escrito en 1949, el texto sustenta muchos elementos del movimiento feminista.
Su estudio y análisis es imprescindible para el debate social que hay en este momento.
La invitada
Con esta primera novela, publicada en 1943, tuvo mucho éxito pues la historia va a tratar de un triangulo amoroso, algo que para la época y para los franceses no había una libertad para tratar este tipo de temas.
Entre el triángulo amoroso estarán dos adultos y una joven, que, muchos años después se mencionó que esta historia trataba más de Sartre, Simon y una de sus alumnas.
Esta obra no solo fue escandalosa, sino que el objetivo principal fue para reflexionar sobre la moral y la libertad.
Los mandarines
La novela publicada en 1954, aparte de ganar el Premio Goncourt, fue la que la llevó al éxito a la escritora.
En esta historia acerca al lector a los años de la posguerra en Francia a través de personajes (representados por ella misma y Sartre) y también con Nelson Algren, siendo este con quien mantuvo una relación.
Las bellas imágenes
Cuando la hipocresía y las mentiras están juntas, solo falta el modelo burgués para que uno recuerde la historia de esta novela, escrita en 1966.
El trabajo que realiza va más de su relación, sino que ahora empieza a hablar de su familia y muestra cómo fue la burguesía en la sociedad en la que creció.
En este libro lo representa ahora con la joven Laurence que después de ver que tiene una buena vida, se empieza a preguntar quién es ella.
La mujer rota. La edad de la discreción. Monólogo
En este libro no solo permite a Simone a enfrentarse ella misma, sino que realiza que uno mismo se enfrente a los problemas cotidianos de un ser humano de los cuales van más allá de la agonía, edad, soledad, entre otras.
El texto, que fue escrito en 1967, tiene la presencia de tres mujeres, que debaten sobre la posición que tienen ante la sociedad.
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