El International Booker Prize debe ser no tan solo uno de los más prestigiosos galardones que se entregan a literatura de habla no inglesa en Inglaterra, sino que debe provocar pánico, ansiedad, incertidumbre y presión, entre otros síntomas, en sus nominados. Bueno, quizás no tanto. Pero debe señalarse que el camino hacia el triunfo, la entrega del galardón y el cheque se produce en etapas que van eliminando contendientes hasta el momento final de la consagración. De todos modos, se debe evitar la fantasía de que los escritores y escritoras deban superar pruebas de resistencia, acertijos y cosas así. Como cualquier premio literario, se premia la calidad de la novela y, también, la potencia de la traducción.
La argentina Claudia Piñeiro es una de las autoras nominadas y, tras pasar varias rondas, este jueves le informaron que su novela Elena sabe (Elena knows, en la versión al inglés de Frances Riddle, que comparte la nominación con la autora) había pasado a la short list del premio. ¡La short list! ¿Pero qué es la short list? Evidentemente, el paso siguiente, y más feliz, que la long list. Sí, señoras y señores, los escritores y sus premios son la mar de complicados. Y Claudia Piñeiro está feliz. Y tiene por qué.
“La premiación a una traducción de obra de lengua no inglesa supone varios puntos de dificultad –explica Piñeiro desde Madrid–. Es muy difícil ser traducido al inglés. Mirá, en Inglaterra la industria editorial llega a publicar a un cuatro por ciento de autores traducidos al inglés. Después tenés que lograr que esas obras sean leídas, lo cual no es fácil. Otra cosa que sucede es que cuando estás traducido al inglés se te abren puertas para traducirte a otros idiomas muy diferentes al inglés. Me pasó de que me llamaran de Corea pero porque habían leído algún libro mío en inglés y suele pasar que los traduzcan desde ese idioma. Una vez en la Feria de El Cairo yo estaba en una mesa con mi traductor. Cuando nos sentamos veo que hay otro asiento para el intérprete y dije: “Pero para qué es necesario un intérprete si está el traductor”. Y mi traductor dijo: “Yo no hablo español, yo traduje desde la versión en inglés”, y ahí me enteré ¡que mi traductor al árabe no sabía castellano! Eso me sorprendió bastante, pero parece que todavía sigue siendo así en muchos lugares. Así que me siento feliz con la nominación al premio de mi novela traducida al inglés”.
Y se nota. Elena sabe, publicada en 2007 (y última publicación de un libro de Piñeiro al inglés) narra la vida de la protagonista, una mujer mayor que padece mal de Parkinson, y que está determinada a conocer el destino mortuorio de su hija, ya hubiera sido a través del suicidio o el asesinato. Mientras tanto su cuerpo frágil por la enfermedad es la caparazón incierta de una decisión tomada.
Elena sabe fue publicada en inglés en Charco Press por Carolina Orloff y su tapa fue diseñada por Pablo Font. Antes no se había publicado porque mi editorial anterior no consideraba que se ajustara al género negro, como tampoco Un comunista en calzoncillos o Una suerte pequeña. Así que la edición de Charco es la nominada, con la traducción de Frances Riddle, porque es una nominación y premio conjunto.
–¿Y cómo es la recepción en Gran Bretaña de una novela escrita hace quince años?
–Es un libro que es mejor recibido hoy que cuando se escribió en 2007. Se nota en la recepción y las devoluciones del público.
–Claro, en aquel momento parecía marcar un giro de ciento ochenta grados en su literatura.
–¡Es que fue la novela que siguió a La viudas de los jueves! (ríe). Y no tenía nada que ver. Y así como hay gente que gratamente tuvo comentarios extraordinarios, hubo otros que demandaban que debía haber escrito Las viudas de los jueves 2. Y la verdad que lo que yo escribí no tenía nada que ver con esto y en general hago que la novela siguiente sea diferente a la anterior.
–Hay autores que siguen muy de cerca el trabajo de sus traductores, ¿cómo es el suyo?
–Yo tuve muy buen trato con Frances y me cayó super bien en algunas entrevistas que tuvimos que dar. La verdad es que durante la traducción del libro ella se manejó absolutamente sola y me hizo muy bien. O sea, no necesitamos que me pregunte ni necesité preguntarle nada sobre su trabajo. Supongo que tiene que ver con que ella hace bastante que vive en Argentina y entonces las cosas complicadas que pueden presentarse las conoce, me refiero a datos, lugares. Frances hace años que vive en la Argentina, está casada con un argentino y tienen un hijo argentino. El otro día fui a “Carne Argentina”, un evento de lecturas que a mí me encanta organizado por Selva Almada, Alejandra Zina y Julián López, y Frances estaba en el piso en una parte de la terraza, escuchando, y yo estaba en el piso, con Dolores Reyes, en esa terraza, escuchando. Está muy incorporada a nosotros, claro que se le nota todavía el acento porque el acento es difícil que se te vaya pronto. Pero ella está muy compenetrada con la ciudad, el cine, su gente.
–Bueno, les queda la etapa final del premio Booker.
–Sí, va a ser para fines de mayo.
–¿La última ronda le produce tensión?
–Produce tensión porque vos sabés en el long list que la mitad va a quedar afuera y entonces estás esperando a ver qué pasa, por otra parte como no es fácil quedar finalista del Booker Prize, uno trata de consolarse o aliviarse pensando: “Con haber estado nominado estaba muy bien”. Como yo, que ahora pienso: “Bueno, ya estar en la short list es un logro”. Pero bueno, algunos va a ganar y entonces vamos a estar todos sentados en una mesa, vestidos de gala porque es una cena en la que si sos varón tenés que ir de frac y la mujer debe ir de gala, que es más fácil usando un vestido largo. Pero en esa mesa vamos a estar viéndonos la cara entre todos hasta que en un momento se diga el nombre del ganador y tal persona se deba parar y hacer un discurso.
–Parece los Oscar.
–Sí, es difícil.
–De todos modos España le trae suerte y no sólo integrar el short list del Booker Prize sucedió durante su estadía, sino las nominaciones a los premios Platino por la serie El reino.
–Sí, fue una felicidad la valoración a un trabajo de conjunto y 8 candidaturas para la serie. Estamos recontentos porque es la serie más nominada y son unos premios muy importantes para la industria del cine y la televisión de Iberoamérica, son premios importantísimos. Además voy a venir a la premiación con Mercedes Morán y Nancy Duplá. Será un viaje de egresadas para las tres.
–Que son ya, en mayo, pero ahora vuelve a la Argentina a trabajar.
–Ahora voy a laburar, tengo cosas que hacer en la Feria del Libro, que ya tengo comprometidas y tengo que escribir mi novela, en España pude escribir bastante, pero bueno, cuando supe lo del short list del Booker y antes de lo de los Platino… Se hace muy difícil trabajar…
SEGUIR LEYENDO: