Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga (7 de abril de 1889) fue poeta, diplomática, profesora y pedagoga, labor gracias a la cual tuvo una influencia muy grande en muchas personas, especialmente en el poeta Pablo Neruda, además de haber logrado el reconocimiento a su trabajo poético, sobre todo a partir de obtener el Nobel de literatura en 1945.
Maestra por vocación y poetisa por amor al arte, Mistral tuvo mucho interés en enseñar, razón por la cual se acercó a la educación desde temprana edad; además de haberse convertido en una importante pensadora sobre el rol de la educación pública, no solo en su país; incluso, participó en la reforma educativa de México.
El secretario de Educación de México en la época, José Vasconcelos, invitó a Mistral a colaborar, a pesar de que el presidente, de ese momento, Arturo Alessandri, le aseguró en una carta que “había otras chilenas más inteligentes y dignas de ser invitadas a semejante labor”. Vasconcelos solo le respondió en un telegrama: “Más convencido que nunca de que lo mejor de Chile está en México”.
Mistral fue quien puso en marcha las llamadas “escuelas al aire libre”, método que había implementado años atrás en su propio país. “Iba a lugares bien apartados de la sociedad y les decía ‘lleven los niños tal día y tal hora a este lugar’, y ahí educaba abiertamente. Esto lo hace principalmente en Chiapas, pero en el resto del país se aplica una teoría similar y es un éxito”, comentó Diego Del Pozo, especialista en la obra de Mistral.
Inspiración para Neruda
Al tener una fuerte relación con su profesión, pero una antipatía por el clima frío decidió moverse hasta llegar a Araucanía, una de las dieciséis regiones de las que se divide Chile, donde trabajó como directora del Liceo de Niñas de Temuco y donde conoció a Pablo Neruda a la edad de 15 años (Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto).
Es entonces donde Neruda mencionó en su libro Residencia en la tierra donde menciona que ella le prestó libros y le dio a conocer la literatura rusa, en especial a Chéjov, Dostoievski y Tolstoi.
“En sus últimos años de estudios liceanos leyó con pasión a Baudelaire y a Ronsard. En octubre de 1920, al escribir un poema titulado Hombre, decidió firmarlo con un seudónimo que será definitivo y universal: Pablo Neruda”, especifica el libro.
Nobel de Literatura
Cuando Gabriela Mistral ganó el Premio Nobel de literatura, en 1945, se encontraba en Petrópolis, ciudad brasileña donde laboraba como cónsul desde 1941.
El jurado de la Academia Sueca mencionó que se le entregaba este galardón por “su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano”.
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