Siempre es misterioso el camino que deben hacer los libros para llegar a sus lectores. Más que en la crítica creo en el boca a boca, en esa corriente irrefrenable que empuja un libro de una lectora a la siguiente, como un secreto a voces, años después de que el ruido de la novedad haya pasado.
Casas vacías, la primera novela de Brenda Navarro, salió en 2019 y fue un fenómeno: se sucedieron las reediciones y se anunciaron traducciones a varios idiomas. Pero mi encuentro con este libro no iba a llegar hasta 2021, en la Feria del Libro de Guadalajara.
Llegué con un presupuesto ajustado y las ganas de conocer más del interesante panorama literario mexicano actual, así que agarré a una amiga, una lectora implacable, y le pedí que me dijera la posta: decime de verdad verdad qué tengo que llevarme.
La madre perfecta es solo aquella que está muerta: la cuñada asesinada por su exmarido
Casas vacías arranca con una trompada: una mujer rememora el momento en que su hijo autista de tres años desaparece en una plaza. Ahora está, ahora no está. ¿Qué banalidad estaba haciendo ella en el momento exacto en que le quitó los ojos de encima? El teléfono, un amante. Todo lo que importaba deja de importar, de golpe.
Así entramos en el relato del dolor, de la culpa, de la caída al abismo y de una maternidad que desde la gestación fue conflictiva para la madre de Daniel. Son páginas duras, pero no lacrimógenas, no se ahogan en la autoconmiseración. Por debajo late la pregunta que ninguna madre puede hacerse sin horror: ¿será mejor así? ¿acaso siento alivio? Hasta en la ausencia del hijo se puede ser mala madre. Por eso la madre perfecta es solo aquella que está muerta: la cuñada asesinada por su exmarido.
Este libro es sorprendente por muchos motivos. Uno de ellos es su capacidad para transformarse una y otra vez: cuando te parece que el relato no va a poder sostenerse más, da un giro y te zambulle en otra voz, la de otra mujer, otra “madre”, la secuestradora del niño, una mujer de un barrio marginal que vive con un hombre violento.
Las voces de las dos mujeres se van intercalando, configurando la intriga, y en el medio de ellas queda el niño sin voz, el niño amado de maneras distintas, deseado de maneras distintas.
Lo que Brenda Navarro logra es humanizar a tal punto las voces de estas dos mujeres que se vuelve imposible el juicio moral. La victimaria deja de serlo, la víctima también. Lo que hay son dos vientres vacíos, dos casas vacías, rotas, hechas de anhelos imposibles.
La semana próxima Brenda Navarro recoge el guante y recomienda otro libro
Quién es Brenda Navarro
♦ Nació en Ciudad de México en 1982.
♦ Es escritora, socióloga y economista.
♦ Hizo una maestría en Estudios de Género, Mujeres y Ciudadanía en la Universidad de Barcelona.
♦ Casas vacías, su primera novela, salió en 2018.
♦ En 2022 se publicó su segunda novela, Ceniza en la boca.
Ficha
Título: Casas vacías
Autora: Brenda Navarro
Editorial: Sexto Piso
Precio: $1600
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