Es sabido que muchas obras literarias son llevadas al cine, pero la verdad es que muy pocas logran llegar tan alto en reconocimiento y recaudación, claro, como para posicionarse entre los nominados a los Premios de la Academia, mejor aún, muy pocas obras adaptadas logran llevarse una de las codiciadas estatuillas.
Más allá del escándalo de Will Smith, en la más reciente entrega de los Premios Oscar brillaron tres producciones cinematográficas que nacieron gracias a la adaptación que sufrieron para ser llevadas a la pantalla grande y de paso ganar en la noche que premia lo mejor del cine mundial.
Dune
Esta cinta de millones de dólares fue dirigida por Denis Villeneuve, fue la película más premiada de la noche ganando seis de las 10 categorías a las que estaba nominada, este éxito de la temporada cinematográfica es originalmente una novela de Frank Herbert parte de una trilogía de de ciencia ficción futurista en un tiempo a más de 10.000 años en nuestra galaxia, en donde la guerra que invade un imperio feudal en el espacio desentrama las historias de sus protagonistas. Además de estas seis estatuillas en donde figuran Mejor sonido, Mejor edición, Mejores efectos visuales, Mejor diseño de producción, Mejor fotografía y Mejor banda sonora, en 1966, como obra literaria, ganaría el Premio Hugo, que destaca las mejores obras de fantasía y ciencia ficción.
El poder del perro
Esta película se llevó el premio a Mejor dirección en cabeza de Jane Campion y que en 1967 fuera publicada como libro bajo la autoría de Thomas Savage, conservando el alma de la historia original en donde la relación entre dos hermanos es transformada por la aparición de una viuda con su hijo, compartiendo esta narración con la película que además sería nominada a Mejor diseño de producción, Mejor actriz de reparto con Kirsten Dunst, Mejor actor de reparto con Jesse Plemons, Mejor guión adaptado, Mejor banda sonora, Mejor fotografía, Mejor edición y Mejor diseño de producción.
Drive My Car
Esta película japonesa se hizo merecedora al Oscar como Mejor película internacional. Lo curioso de este largometraje es que contiene una producción teatral que, a su vez, es la adaptación de una novela literaria. La referencia más recordada por estos días es el ejemplo de Birdman,en donde el personaje interpretado por Michael Keaton quería hacer una obra de teatro basada en una obra de Raymond Carver, como si se tratara de in “Inception” de formatos audiovisuales y dramaticos, ‘Drive my car’ es la adaptación de ‘Ryusuke Hamaguchi de Haruki Murakami, lo que nos lleva a recordar otra de las adaptaciones de Murakami al cine, como es el caso de la cinta coreana ‘Burning’.
*Para finalizar, otra de las películas provenientes de adaptaciones literarias es ‘El callejón de las almas perdidas’, originalmente una novela original de William Lindsay Gresham publicada en 1946 y que no se llevó ninguna estatuilla en la noche de gala en la Academia.