Feria del Libro de Buenos Aires: invitados, protocolos y “muchas ganas de volver”

“Estamos con muchas ganas que empiece, que se largue, que la podamos disfrutar”. El que habla es Ezequiel Martínez, reconocido periodista, gestor cultural y editor argentino, quien desde mediados de septiembre del año pasado está al frente de la Feria del Libro como Director General de la Fundación El Libro. “Hay como un síndrome de abstinencia. La gente estaba muy acostumbrada. Son décadas de una cita anual. Este regreso despierta mucha ansiedad”, agrega.

Luego de dos años con actividades volcadas a la virtualidad, producto de las restricciones sanitarias por la pandemia que aún no ha terminado, el gran encuentro literario de la región entre autores, editores y lectores vuelve a realizarse en su clásico lugar: La Rural. La edición número 46 se hará entre el 26 de abril y el 16 de mayo de 2022. Es un regreso muy esperado. “Tenemos todas las salas prácticamente ocupadas todos los días”, sostiene.

La entrada costará $450 los días viernes, sábdo y domingo, y $300 de lunes a jueves. Al comprarla se otorgará un “chequelibro” que vale lo cuesta la entrada y se podrá usar en las librerías adheridas. También repartirán cupones de descuento. “Finalmente te vuelve el dinero que podés haber invertido en la entrada. Hay montones de promociones bancarias. Eso ayuda mucho a que la gente quiera y pueda venir”. Ya con la programación bastante confirmada, Martínez le contó a Infobae los detalles de este gran encuentro literario, famoso en toda América latina.

Los invitados confirmados

El encargado de dar el discurso inaugural es Guillermo Saccomanno, escritor y guionista, autor de una veintena de libros, entre los que se pueden mencionar Prohibido escupir sangre, Cámara Gesell, Antonio, Un Maestro y Soy la peste. La apertura será el jueves 28 de abril en el Salón Central. Este año, explica Martínez, la Sala Borges no formará parte de la Feria del Libro porque allí se realiza, hasta junio, la muestra dedicada a Vincent Van Gogh.

Mario Vargas Llosa ya confirmó su presencia. El Nobel peruano presentará en la Feria un ensayo sobre el escritor español Benito Pérez Galdós. Vendrá el estadounidense John Katzenbach, el español Javier Cercas, el director del Instituto Cervantes Luis García Montero —entre las actividades, estará en el homenaje a Almudena Grandes—, la chilena Diamela Eltit, el uruguayo Pablo Casacuberta, entre tantos otros.

Nuevas actividades y ciclos históricos

Además, la Cátedra Vargas Llosa tendrá sus actividades ya pactadas que pronto se darán a conocer. Más alianzas con ganadores de Premios Nobel: habrá un taller de libros periodísticos con la Fundación Gabo a cargo Jorge Carrión. “Aparte, vamos a hacer un homenaje a Gabo por los cuarenta años de la entrega del Nobel. Quizás participe vía streaming Rodrigo García, el hijo mayor de García Márquez”, cuenta Martínez.

Otro Nobel “muy leído y muy querido por los argentinos”, José Saramago, tendrá la Maratón de Lectura. “Es a partir de una serie de textos suyos con personajes femeninos que armó Pilar del Río, su mujer y traductora”, agrega y menciona que habrá también una exposición en conjunto con la Embajada de Portugal dedicada a su vida y su obra, y la presentación de la biografía gráfica Saramago: sus nombres.

Mariana Enríquez será la encargada de inaugurar el ciclo Diálogo de Escritores y Escritoras argentinos. El Encuentro Internacional contará con tres conferencias magistrales. Se harán las Jornadas Malvinas, a cuarenta años de la guerra, un curso gratuito de la Fundación El Libro dedicado al Martín Fierro por los 150 años. “Los payadores del siglo XXI son los freestylers. En la Zona Joven haremos una payada”, cuenta Martínez.

La Habana es la Ciudad Invitada de Honor, tal como lo sería en la edición que se terminó cancelando por la pandemia. “Y vienen muchos autores de Brasil, Alemania, Bolivia, España Estados Unidos, Puerto Rico, Portugal, Francia y tantos lugares. Por suerte tuvimos mucho apoyo de instituciones y embajadas. Vamos a tener una feria internacional con mucha presencia de autores extranjeros más allá de todos los argentinos”, sostiene.

“Y después un montón de espacios y programas —continúa— que ya venían funcionando desde antes de la pandemia: el Espacio Orgullo y Prejuicio dedicado a la diversidad sexual y la cultural, un stand de diversidad funcional e inclusión que tiene que ver con discapacidad, el Festival Internacional de Poesía, las Jornadas de Educación, los Encuentros de Narración Oral, todo ese tipo de programas característicos de la Feria van a continuar”.

Nuevos protocolos para un nuevo mundo

“Pasó una pandemia, eso no lo podemos obviar. Estamos poniendo una leyenda en varios lugares que dice que nos adaptamos a los protocolos vigentes, porque esto a veces es cambiante entonces no podemos decir que habrá barbijo y tal cosa porque quizás en dos semanas las exigencias cambian. Por ahora los protocolos están centrados en el uso de barbijo”, explica.

“Para no hacer menos cantidad de actos en las once salas que tiene la Feria acortamos la duración a una hora, siempre era de una hora y media, para tener el tiempo suficiente entre un acto y otro para ventilar las salas y sanitizarlas. También se han ensanchado las avenidas y calles dentro de los pabellones para que haya más espacio para circular. Y habrá un Firmódromo, una carpa, afuera, con puestos para que los autores masivos puedan firmar ahí. Es para facilitar la circulación”.

El streaming jugará un rol importante. “La pandemia trajo esta cosa híbrida. Por eso vamos a transmitir algunas actividades para que la gente del resto del país y del exterior pueda seguirlas. Otras actividades van a tener esta modalidad híbrida con algún escritor que esté en alguna parte del mundo. El acto inaugural lo vamos a transmitir. Esto no quita gente ni asistencia porque el público, cuando quiere estar ahí, va. Esto suma y complementa”, agrega.

“Ojalá sea un gran regreso. Creo que hay muchas ganas de que esto vuelva y que lo celebremos entre todos. Es una nueva etapa porque fueron dos años complicados. No estamos exentos de lo que pasó, pero volvemos con muchas ganas y con mucha fuerza”, comenta el Director General de la Fundación El Libro, autor de varios libros de investigación periodística , docente y presidente desde 2010 de la Fundación Tomás Eloy Martínez.

Industria editorial y nuevos lectores

El número que siempre se mantuvo, al menos antes de la pandemia, era un millón. Esa era la cantidad total de personas que pasaba por la Feria del Libro cada año. ¿Se mantendrá pese al impasse? “Creemos que va a ser la misma feria masiva a la que estamos acostumbrados. Es la feria que más días dura de todas las que hay en el mundo, por lo menos de las más conocidas. Son 21 días en total contando los tres días de las Jornadas Profesionales. Es fácil que se llegue siempre a ese número”.

Si la industria editorial venía atravesando una crisis económica importante, con la pandemia todo se aceleró. Muchos editores venden más libros en la Feria que en el resto del año. Su regreso es más que un salvavidas. “Hay mucha ansiedad por el reencuentro, expectativas y ganas de volver muy fuerte”, dice Martínez y asegura que “muchos escritores que han publicado su libro en 2019 y 2020 lo harán en esta feria”.

“No hubo posibilidades de hacer presentaciones. Algo clásico: sale un libro, el autor está acostumbrado a hacer la presentación, invitar amigos. Eso faltó también, entonces la Feria es un lugar donde, no sólo vamos a presentar las actividades del último año, sino de los últimos tres años. Muchos autores van a aprovechar esta encuentro para presentar retroactivamente los libros que salieron y no hubo posibilidades de hacer la presentación”, agrega.

“La industria ha sufrido mucho. En pandemia han sufrido muchos rubros, fue un proceso penoso y triste con locales cerrados y demás. La industria del libro no es ajena a todo esto que ha pasado. La Feria es la oportunidad de captar nuevos lectores, más allá de la cantidad de libros que se vendan. Es el lugar al que va mucha gente que quizás nunca entró a una librería. Esa es una de las particularidades de la Feria del Libro de Buenos Aires: no viene sólo lo que llamamos público lector”.

Ahí está lo singular, marca Martínez, en la visita de “muchas familias que vienen a ver a un chef que publica su libro o un actor que publica su biografía o lo que sea. Y ahí transformás a un visitante en un nuevo lector, en alguien que va a empezar a ir a la librería a comprar libros. Ahí está la gran fortaleza de la Feria del Libro. También hay una explosión de jóvenes que se transforman, si es que ya no lo son, en potenciales consumidores de libros”.

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