Desde el 2017 la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares (ISBD, siglas en inglés) decidió dedicar el 30 de marzo para centrar la atención sobre esta enfermedad, que es considerada la sexta causa de discapacidad en el mundo, afectando alrededor de 60 millones de personas.
La ISBD la define como: “una enfermedad mental grave y debilitante, que en la última década comenzó a recibir la atención necesaria de la sociedad, los investigadores, los médicos, el gobierno y las agencias de financiación privadas”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica como un trastorno mental, que tiene diferentes manifestaciones, la mayoría de las cuales “se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás”.
Es por eso que, la OMS hace un llamado al cuidado de las personas con esta afección, cuyos síntomas se han ido incrementando tanto hombres como mujeres “trayendo consecuencias a nivel socioeconómico y en el ámbito de los derechos humanos”.
En cuanto al tratamiento, la OMS menciona que hay estabilizadores que permiten “atajar eficazmente las fases agudas del trastorno bipolar y prevenir las recidivas”.
Uno de los problemas que tienen las personas diagnosticas es que llegan a presentar alternancia de “episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal”.
Este trastorno ha sido desarrollado por famosos escritores que son recordados por sus grandes obras y de los cuales en su momento casi nadi supo que padecieron esta enfermedad.
Virginia Woolf
Esta escritora inglesa es uno de los casos que más se conoce, pues una escena muy recurrente de Woolf, y de la que incluso hablan en su biografía, es el momento en que se quitó la vida al sumergirse en el río con un abrigo lleno de piedras.
¿Por qué lo hizo? Perdió a su madre y a su hermana, fue abusada sexualmente por su hermanastro y perdió su casa en la Segunda Guerra Mundial. Elementos que agudizaron en la escritora los períodos de depresión, que fueron asociados a una afección bipolar.
Ernest Hemingway
El escritor tuvo severos problemas mentales, pero nunca se supo un diagnóstico en específico sobre el problema que tenía. Algunos dicen que tenía trastorno bipolar otros hablan sobre un traumatismo cerebral o incluso narcisismo.
En 1960 fue ingresado en un centro psiquiátrico donde fue tratado con una terapia de electroshock, pero al salir quedó tan abatido que en julio de ese año se suicidó.
Mark Twain
El autor nunca fue diagnosticado y hoy en día es imposible saber si tuvo algún problema real, pero con el contexto que se sabe mencionan que tuvo síntomas leves de bipolaridad.
Con la muerte de su esposa e hijas entro a una depresión, la cual dejó elementos que le causaron problemas, pues el daba ideas y planteaba escenarios desastrosos, en donde decía que el había venido, a la tierra, con el cometa Halley, pero en 1910, un día antes de poder observar este fenómeno, Twain murió de un ataque al corazón.
Sylvia Plath
Desde la muerte de su padre hasta sus etapas depresivas e incluso manías. La escritora empezó a mostrar signos de esta enfermedad cuando escribía, siendo que hay ocasiones que cuando ella realizaba poesía en tiempo récord, mencionaba que tenía un don.
Sin embargo, este se iba cuando ella trataba de suicidarse: ella dejaba abierto el gas del horno mientras que sus hijos se encontraban en la habitación contigua.
Hermann Hesse
El autor de libros como “Siddhartha” o “El lobo estepario” tuvo desde su infancia problemas con sus padres y con compañeros de colegio, pues a los quince años intentó suicidarse.
Ante este hecho, sus padres lo internaron en una clínica mental y ahí creció más el resentimiento y la depresión. Otro de sus momentos que tuvo problemas con su enfermedad fue en la Primera Guerra Mundial, donde su hijo y su esposa tuvieron problemas que al final lo superaron.
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