Robleis nos recibe en un estudio en Palermo. Está en pleno ensayo porque este fin de semana se va a presentar en Gamergy como uno de los artistas que van a cerrar el evento. Se vienen días cargados para él, pero en medio de esa vorágine se toma una pausa de una horita para hablar con nosotros. Full suelto, ya se fue acostumbrando a las entrevistas y a las notas, aunque siempre con periodistas más tradicionales. Pero la charla no se da en el salón de ensayo sino que es un piso más arriba, en un estudio de grabación, sin distracciones.
Los tres nos sentamos, y casi sin darnos cuenta una charla normal se convierte en entrevista. Él viste una gorrita de Nueva York, jersey de los Lakers (de la NBA), jean y unas zapas Jordan violeta. Un outfit muy suyo donde predomina el morado. “Full combineta”, como le gusta decir. Hace pocos días tuvo una gira por México y había decenas de fans esperándolo en el aeropuerto a las 6:00 AM cuando llegó. Prefiere describirse como -y hace una sonrisa pícara mientras lo dice, como si fuera un poco en joda, un poco en serio- “jugador”. “Eh, esa no se la esperaba nadie. Bah, que se yo. Es como que cada proyecto nuevo lo hago al mil ¿entendés? Lo mejor que puedo hacerlo. Hace un tiempito arranqué con la música y le estoy apostando con todo. Estoy dejando la vida en cada video, en la coreo, en esto en los ensayos, en querer progresar también”, nos cuenta.
Robleis es un all in one, que se fue forjando en 2013 cuando empezó a subir sus primeros videos a YouTube, y que continúa creciendo y aprendiendo, ahora en una nueva etapa, más ligado a la música, y que le despierta esa pasión interna que lo motiva a dejarlo todo: “Desde que arranqué con la música siento la misma chispa que cuando arranque con los videos en 2013. Es algo que decís ‘quiero buscar esto’, y te mueve... Eso está muy piola”.
Hace apenas unos días lanzó Bajo Fuego, su último tema, con videoclip incluido. Es el segundo de una trilogía que tuvo a Solo como disparador, y que finalizará en unas semanas con el tercero cuyo nombre aún no podemos spoilear. Y acá queremos hacer un paréntesis, porque Solo es mucho más que simplemente un tema más. Es una canción que busca transmitir muchas emociones, que busca empatizar con mucha gente y, en algún punto, también transgredir con varias normas. Pero no nos adelantemos. Primero volvamos el tiempo atrás, más precisamente a noviembre de 2016, cuando Robleis empezaba a crecer exponencialmente en YouTube y decidía romper con todos los esquemas y publicar un video titulado “SOY GAY”, en el que por primera vez hablaba abiertamente de su orientación, de lo que le costó aceptarse por los prejuicios de la sociedad, y del miedo de que todo lo que estaba construyendo se derrumbe por haberlo contado. En ese momento no se enteraron solo sus miles de seguidores, sino también amigos, compañeros e incluso familiares.
Por suerte, aquel video no fue el fin del mundo, sino un nuevo comienzo. Robleis continuó siendo el mismo de siempre, pero con un peso menos. Durante los años que le siguieron apenas tocaba el tema, hasta que lanzó Solo en la cúspide de su corta pero prometedora carrera musical. Una vez más, rompiendo esquemas, esta vez con una letra profunda y un video que hasta incluye una historia de amor con un pibe y un beso sobre el final.
Y a este punto es difícil escribir esta nota desde un lado imparcial cuando quienes lo hacemos tuvimos que enfrentarnos a los mismos pensamientos e inseguridades en su momento a la hora de salir del closet, cada uno en sus tiempos y a sus maneras.
Porque a Dalcru le pasó hace un par de semanas, poco antes de que Solo llegue a YouTube, y le cause esa sensación de identificarse con algo, de saber que no es el único ni, como lo dice la canción, está solo. Porque entre tantas cosas Solo busca hacerte entender eso: que no lo estás.
Mientras Feca escucha se le dibuja una sonrisa. Porque como referente trans entiende el valor del mensaje, y de asumir ese rol: de luchar por una escena más inclusiva y sentir el miedo y al mismo tiempo las ganas de querer contarlo y poder sentirse más libre. Porque lo ve y entiende a la perfección sus palabras y esos sentimientos.
Pero volviendo a la nota, entre sinceridades y relatos, Robleis recuerda: “El otro día hablando con mi tío decía justamente eso: que Solo es la mejor forma de conectar y de ponerte en el lugar del otro. Ver el video y que te choque de esa forma te hace ponerte en el lugar del otro y entender mucho más el tema de las orientaciones, que te puede gustar lo que te guste... Es amor. No hay nada peor que ocultar o reprimir lo que sentís. Es lo peor que hay, literal”.
Pero lamentablemente cada moneda tiene dos caras y, como llegaron muchos comentarios positivos, también hubo otros no tan buenos, que por la sociedad en la que vivimos eran esperables: “Por ahí decían ‘che muy lindo el tema, pero el beso no era necesario’, la típica. Está todo bien hasta que te diste el beso. ¡Dale hermano..!”, cuenta mientras abre los brazos quejándose, y replica: “Si no lo mostrás está todo bien, y siento que cuando lo mostrás es como ‘ah, estás haciendo algo mal porque lo mostraste’… Y pero es esto, que se yo… Lo que uno no ve detrás de las cámaras es lo que normalmente una pareja hetero puede mostrar, como también hacen videos con su pareja y no reciben ningún tiempo de insulto ni nada”.
Si bien los videos de Robleis fueron bien recibidos por la gran mayoría de la audiencia, él también entiende que hay otros creadores de contenidos o personas con exposición que no lo tienen tan fácil: “Algo que es fuerte sobre eso, es que me imagino en mi propia posición pero siendo afeminado. No sé si sería lo mismo porque hay una banda de gente afeminada que tachan y hatean un montón, que es la gente que realmente lo tiene complicado yo creo. Yo por suerte, como no cumplo las expectativas de una persona gay digamos, hace que la gente lo acepte o lo digiera más. Justamente este video hace eso, mostrar la realidad. Incluso me faltaron una banda de cosas por poner, ejemplos de bullying, de cosas fuertes. Mi idea era hacer un video más fuerte, más chocante, porque pasan cosas realmente fuertes con eso y quería reflejarlo. También hay una escena eliminada que nunca conté, que no entraba porque eran dos minutos y medio de canción y no daba el espacio. Pero era una escena yendo a la psicóloga, porque me pasó que un profesor me habló y me recomendó un psicólogo. Como diciendo “estás mal, andá al psicólogo”. Y lo hicimos en el video pero no salió”.
—Tampoco hay muchos pibes que se animen de cantar canciones sobre pibes o chicas sobre pibas.
—Es complicado romper esa barrera de cantarle. Eso es lo que yo estoy como luchando entre mis canciones. Excepto en Mala y Una Noche Más que tienen partes donde digo “nena” o “mala”. También lo que me pasaba es que me limitaba mucho a la hora de escribir el no poder escribir para una mujer. Es complicadísimo romper esa barrea y más en un FT (Ndr: FT o A featuring es una colaboración con otro artista) estoy en la lucha. Normalmente mis canciones son neutras y puede ser para un hombre, mujer o a quien quieras. A quien lo sientas.
—Sin género.
—Exacto, sin género suelen ser. Y siempre intento que sean sin género, pero capaz alguna parte queda re piola y es justamente tirándole un género. Y digo: “Bueno, ya fue”. Pero sí creo que a partir de Solo voy a tener difícil seguir una estructura o algo, y voy a tener que hacerlo muy genérico. Pero sí que a mí me gustaría poder tirar un nombre de mi parte, wacho. ¿Por qué no? ¿Qué hay?
—¿Qué le dirías a chicos que están descubriéndose y tienen que salir del closet o están en ese momento? Vos lo viviste, yo lo viví y es complicado.
—Yo creo que lo primero que le diría es que sea fuerte a las situaciones. De no reaccionar, sino de que fluya. Capaz algo no te cae bien. Yo suelo tener la impronta de decir: “Bueno, igual no da decir eso...”. Capaz el meterte en un momento así te puede, o delatar un puesto que vos no querés delatar en ese momento, porque no te sentís cómodo, o genera algo que capaz no hacía falta porque capaz se olvidan y listo. Lo que yo hacía un montón era analizar mucho y buscar una persona que vos sepas que va a ser re abierta y poder contárselo en ese sentido. No hace falta que lo cuenten a los 11, a los 12. Yo lo conté a los 18. Me tardé una banda, me tomé mi tiempo, me aseguré bien de sentir eso y ahí fue cuando experimenté y noté eso que sabía desde los seis años. Pero era una lucha constante de: “Y, pará... ¿Y si me gusta ahora? A ver...”. Y querés probar porque no querés estar en ese problema de decir: “Mierda...”. Pero creo que eso. Ser fuerte a las situaciones porque va a haber un banda de gente retrógrada que te va a decir un montón de cosas re fuertes. También depende el caso. A mi me tocó un caso, por suerte, bueno. Sí que tenía una familia homofóbica pero no era tan agresiva. Pero hay un montón de gente que lo dice y el padre no lo apoya, la familia no lo apoya y ahí es un conflicto muy grande. Hay gente que la han echado de su casa. Cosas muy heavys que ahí no sabría como actuar. Pero siempre buscar una persona con la que vos estés confort, contarle tus problemas y abrazar esa persona que le puedas confiar las cosas. Eso es lo mas importante. Y no apurarse. Tiempo al tiempo. Y cuanto más pase el tiempo espero que sea cada vez más sencillo y que no tengas que hacer nada“.
—Capaz lo vemos desde adentro y pensamos que está naturalizado, pero después llegan estas cosas y te das cuenta que a gran parte de la sociedad le falta todavía.
—Sobre todo porque hay mucha gente que cuando lo mostrás para dar apoyo o normalizar las cosas lo toma como que estás llamando la atención. Eso es lo peor. Que es como: “Uh ¿todo el tiempo querés decir que sos gay? Pará un poco, si yo no ando diciendo todo el tiempo que soy hetero”. Y bueno, porque vos no lo tenés que decir. No te hace falta, ¿entendés? La lucha no la tuviste en ese sentido. Es ponerse un poco en el lugar del otro y pensar en todos los problemas que ha habido en base a la comunidad. Es complicado y espero que el día de mañana no renga que pasar eso.
La trilogía o “multiverso” de Robleis todavía no terminó pero ya está trabajando en más música y nuevos videoclips. Hasta el momento cada tema que lanza viene acompañado por videos de calidad, en los que siempre participa en el desarrollo artístico: “Por ejemplo estamos rodando un video y yo al director le estoy tirando ideas porque tengo en la cabeza el chip de crear, de cosas creativas. O cuando proponemos las ideas de los videos. Me gusta hacer videos míos locos, sacado de lo habitual…”. En esa misma línea llegará el que publique post trilogía, y adelanta que va a dar que hablar: “Se viene una puesta de otro video que estoy preparando, otro temita que va a tener otras cositas raras. Es una idea volada. No sé si lo he visto en otro lado. Probablemente ya lo hayan usado pero de esta forma no lo sé. Me la juego que no la hicieron nunca”.
Con 23 años y con ganas de comerse el mundo, quiere mejorar constantemente en cada aspecto artístico de su carrera y darle siempre algo más a sus seguidores, aunque en esa búsqueda a veces se nubla y no logra conseguir un lugar para él: “Hay días en los que miro al techo y me desvelo de la ansiedad por la cantidad de cosas que quiero hacer todas juntas. Tengo que empezar a relajar porque sino se me va a explotar el bocho”. Es que en esa búsqueda por perfeccionarse ni siquiera se da lugar el error. Y lo reconoce: “Yo creo que algo negativo mío es que quiero hacer todo a la vez. Y al final no terminás progresando tanto porque estás corriendo por un montón de cosas y me termino abrumando o frustrando. Porque en sí quiero aprender la guitarra, con el stream, con el baile, con ensayos, con sumar a los ensayos el canto y el baile a la vez. Es como... mucha data para hacer de golpe, y a veces es complicado pero tengo que relajar un toque y disfrutar el proceso, que es lo más importante. Y tener errores también, porque yo como que tengo pánico al error. Estoy muy concentrad en “uy no, si me equivoco en el tono, en la letra, en esto...”. Tendría que empezar a relajarme un toque y no pegarme tanto a mí mismo”.
—¿Sos feliz en este momento?
—A mí me pasa que estoy 50% feliz y 50% con las dudas existenciales. Yo digo que cuanto más creces o mas progresás más solo estas. Estoy muy acompañado porque trabajo con un montón de gente, me relaciono con un montón de gente, pero al fin y al cabo termino bastante solo en el sentido de que, por ejemplo, ahora estoy haciendo un montón de música acá, mi familia está en Andorra con mi gato, el perro. Tengo mi familia grande en Olavarria, que no estoy ahí, estoy re lejos, y ahora estoy acá solo haciendo música o apostándole a eso.
—Te sentís Solo, como en el tema...
—En sí digamos que no estaría solo si no me gustara lo que hago. No es algo que diga “uuh”, y quejarme de mi posición, porque estoy muy agradecido y todo. Pero sí que a veces me pongo a pensar y me da un poco de pánico decir: “Che mañana no está mi abuela, que está en Olavarría, y no pude compartir nada con ella porque estoy enfocado en lo mio”. Pero son cosas de la vida, que es lo que me dice la mayoría de la gente que me quiere.
Se vienen unos meses llenos de acción para él, entre idas y venidas de Argentina a Andorra (donde vive con familia), grabaciones y shows. A fines del 2021 agotó en pocos días las entradas de sus conciertos en el teatro Vorterix, y ahora avisó que están “casi confirmadas” sus próximas presentaciones en el Gran Rex, aunque todavía no hay fecha definida. “Estamos preparando un show nuevo, distinto al que hicimos en Vorterix, con nuevas coreos y nuevas cosas. Me estoy inspirando mucho en BTS. Son grosos. Es una locura mal. Me puse a ver sus puestas, los show, todo…. Re volados. Y algún día me gustaría profundizar las coreos, y que en el momento donde yo no canto en un tema FT, bailar. Después te encargo cantar mi parte con aire… eso te lo encargo, pero se va a ir trabajando y creo que se va a poder hacer. Tengo la chispa para poder hacerlo”, nos adelanta con una sonrisa cómplice y con la seguridad de que va a dejar todo para conseguirlo.
SEGUIR LEYENDO: