Este jueves se lanzó Infravalorado de Moonkey -o Ignacio Ruiz Hornillos-, el nuevo álbum del artista que a pesar de su corta edad lleva un largo camino recorrido en la escena y que ahora busca sellar una etapa. Con este disco sintió que dio un salto musical y personal, aunque mantuvo la esencia que lo llevó a ser un nuevo exponente para la música española.
“Tengo 21 años y empecé a los 15, recién los cumplía. Al principio fue algo de risa, no te voy a mentir. No me quería dedicar a esto. Como todo el mundo estaba haciendo lo mismo, yo quería hacer algo diferente. Pero lo hacía muy mal, todo el mundo se reía de mi. Y lo que pasó es que saqué un tema que era diferente a todo lo que estaba sonando en esa época y a la gente le gustó. No te hablo de millones de visitas. 50 mil visitas que para la gente de mi barrio, los que me conocían, fue una locura. Y ahí empecé a tomármelo más en serio, a decir “quiero dedicarme a la música” y poquito a poco, trabajando un montón, colándome en todos lados y estando con todo el mundo, pude conseguir posicionarme un poco. Aprendí de todos un poquito, de todos los artistas”, explica sobre sus inicios.
El álbum se siente fresco a lo largo de todas canciones. Fluye, pero tiene fuerza y es de esos casos en los que no hay skips. Se percibe como una pieza integral, pero que al mismo tiempo cada pieza tiene vida suficiente para dejar su marca. Infravalorado está compuesto de 12 tracks, en el que no solo sumó colaboraciones más que interesantes, sino que se siente esa nueva tónica que buscó imprimirle: “Soy un artista que canto lo que siento en el momento. Cuando empecé elegí un género de música muy sad, muy triste. Pero porque me representaba. Me sentía así todos los días y la única forma de desahogarme era escribiendo y haciendo esto. Ahora todo el mundo me pide que vuelva a hacer eso, pero no puedo porque ahora estoy contento”.
Ya en la previa, y a través del trailer oficial del disco, había marcado que este lanzamiento tenía “algo especial que no tienen otros” porque para él representó un cambio a nivel musical y personal. A pesar de que el 2020 y la primera parte del 2021 lo encontró presentando diferentes tracks, él marca una distinción entre esta obra y lo que vino antes porque desde que empezó la pandemia no pudo “hacer música con total concentración y libertad” hasta que encaró el proceso de trabajar en Infravalorado.
“El año pasado no podía crear, porque no podía viajar, no podía disfrutar ni podía vivir. Me encerré en un bucle en el que no podía crear, mi mente no creaba nada. No podía, era imposible para mi. Pero este año estoy viendo la luz. Es como que me llegó una explosión de ideas, de hacer 180 mil cosas que no se pueden hacer ni la mitad. Siento que tengo la capacidad de hacer 100 temas al día. Ahora me está costando un poquito adaptarme otra vez, porque empiezan otra vez los conciertos, empieza los viajes. Pero lo voy a utilizar para mis próximas canciones”, relata.
Ahora con este disco pudo encontrar un sonido diferente, “un Moonkey versión pro, un Super Saiyajin”. Aunque no considera que sea innovador para su propio recorrido, porque es el sonido que lo identifica, sí hubo una variante en la fuente que usó para crearlo: “No es tan triste, no es ahogado. Es algo que puedes escuchar en todos lados, en una fiesta, en la ducha, algo que puedes escuchar sintiendo lo que sea”.
En las colaboraciones también hubo un proceso de elección muy particular en el que intentó crear tracks que se adaptaran a cada uno de los artistas que eligió, como en la canción Relajado que tiene un espíritu muy enérgico y “necesitaba gente que vaya con eso, entonces los llame a Bhavi y Neo Pistea”. Destacó que cada canción fue pensada para alguien puntual y que en los casos en los que la agenda no permitió llegar a la canción final, las canciones no se las dio a otra persona, sino que las hizo solo.
Toda esa sensación de cambio que recorrió el proceso se reflejó hasta en el nombre del disco, con el que intentó capturar el sentimiento que lo cruzaba y que ahora quiere romper: “Infravalorado es como la palabra que siempre se me repite en la mente, es la palabra que más me comentan. Es la palabra que más dicen, lo que más hablan de mi. Y yo también me siento un poco así. No es que me lo crea. Trabajo un montón, se cómo va todo, pero no llego a toda la gente que quiero y me siento infravalorado. Este disco es para dejar de sentirme así y trabajar sin necesidad de pensar en qué va a decir la gente. Es el salto, es como liberarse y empezar a hacer otra cosa. No quiero tener los mismos pensamientos de siempre. Solo me fijé en que este disco salga bien, en que todos estemos contentos, en volver a hacer música con la energía que tenía antes”.
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