Nobeat: “Siempre me gustaron mucho los contrastes, me gusta mezclar lo bonito con lo dañado”

El joven colombiano habló sobre su trabajo como artista solista, su paso por una academia de música y su visión de la escena latina

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PH: Diego Cadavid @cadavidmora
PH: Diego Cadavid @cadavidmora

La escena de la música urbana latinoamericana está viviendo uno de sus mejores momentos. Esto no está plasmado solamente en el éxito de sus máximos exponentes, sino también en el surgimiento de los jóvenes talentos. Uno de estos es el colombiano Christian Restrepo, más conocido como Nobeat, que a sus 22 años sigue tomando relevancia en los charts tanto en su rol como productor como de cantante.

Su camino siempre estuvo ligado a la música y al éxito. Después de una niñez donde aprendió a tocar instrumentos, a los 15 tuvo su primer acercamiento a las grandes ligas: obtuvo una beca en la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación. Ésta, vale remarcar, es la institución que funciona detrás de los Latin Grammy.

Este proceso, que lo acercó a la producción y a la composición, desembocó en 2019 en firma con Interscope Records, disquera que cuenta con artistas como Dua Lipa, Kendrick Lamar y Billie Elish, entre otros.

¿Cómo fue el proceso de pasar de estudiar música clásica en una academia a sumergirte en la música urbana?

Siempre me gustaron mucho los contrastes. Me gusta mezclar lo bonito con lo dañado y viceversa. Siento que el punto clave de algo creativo e interesante puede ser el equilibrio de dos cosas opuestas. El hecho de haber estudiado música clásica, jazz, salsa y merengue, me permitió entrar al género urbano con libertad. Me siento cómodo y cero limitado a la hora de hacer música. Creo que entender la música y después venir a algo que puede ser el punto de equilibrio, es el centro donde tu vas a mandar el resultado lineal de dos fusiones. Me gusta fusionar, por ejemplo, el trap con el ritmo de los ochentas. El punto medio es eso: que sea urbano y que tenga algo de lo actual. Entender como poder hacer que el resultado sea consumible.

¿Querés que estos contrastes sean algo característico en tu trabajo?

Si, creo que ese es el sello al que me estoy perfilando. No quiero que digan “Nobeat, hacé solo reggaetón o trap”. La idea es llegar a un punto en el que me vaya ganando cada vez más a la gente y que cada vez que saque una canción sea un evento y se pregunten qué voy a hacer. Poder despertar eso en la gente y que ellos me brinden el apoyo, sin eso no puedo experimentar tanto. Quisiera llegar al punto de anunciar una canción con Rosalía y que la gente se pregunte qué va a ser: si un trap, un reggaetón, un flamenco-reggaeton o algo totalmente contrario.

¿Cómo fue el hecho de firmar con una disquera tan importante como Interscope?

Siempre voy a estar agradecido con ellos por haber creído en mí. Entiende mucho mi visión y me dejan ser libre. No fue que me dijeron “te vamos a firmar y poner a hacer reggaetón”. No, ellos me dejan ser y sacar lo que quiero. Son prácticamente unos padres que quieren presumir a sus hijos.Quieren decir el día de mañana “estos son mis artistas”. Yo también pienso así. Además de los números y las reproducciones, pienso en cómo seguir marcando esa tendencia y el día de mañana poder presumir que la disquera me ayudó. Que sea recíproco.

PH: Diego Cadavid @cadavidmora
PH: Diego Cadavid @cadavidmora

El 2020 de Nobeat fue adrenalínico. Después de sacar sus primeros singles, donde buscó presentar su impronta, como Perreo Sano, Snicker o Vámonos, y ser recomendado por Billboard como uno de los artistas latinos para descubrir en cuarentena, el éxito le llegó a lo grande con su trabajo como productor. Primero fue con Se te nota, el single de Lele Pons junto a Guaynaa y posteriormente con Ayer Me Llamó Mi Ex de Khea.

Ambos sencillos rompieron todos los charts y plataformas con millones de views y, a su vez, se encargaron de poner el nombre de Nobeat bajo el foco. Esta línea siguió con el comienzo del 2021, donde volvió a hacer dupla con el argentino Khea, pero esta vez también en su rol como artista, para lanzar la canción Medio Crazy, que rápidamente explotó.

¿Cómo pasaste de tu rol de productor a cantante/artista?

Trato de dividirme, pero al final ese soy yo: un artista que también produce, compone y que está detrás de muchas cosas en la parte musical. Pero al final sí, quiero que me conozcan como artista. Prácticamente la producción es una herramienta. En mi caso, la mayoría de las veces estoy un 100% metido en lo musical, sea en la producción o en la composición y hasta a veces en la mezcla. Eso es lo que puedo brindar. Prácticamente estoy dando color desde todos los lados posibles.

Volviste a hacer dupla con Khea, ¿cómo es tu relación con él?

Lo conozco hace más de un año de manera orgánica. Se dio una amistad. Empezamos a trabajar y ya estábamos molestando en Miami, jugando fútbol. Hoy en día hablamos bastante, trabajamos a distancia. Creo que es de esos escasos hermanos que da la industria. Lo valoro mucho y trato de ser siempre sincero y transparente con él. Nos entendemos mucho, tenemos prácticamente la misma edad. Hablamos de temáticas que nos pasan a ambos. Al momento de hacer música eso crea una conexión bacana, como si estuviéramos jugando más a la play que trabajando.

Después del éxito de Medio Crazy, ¿en que estás trabajando?

Voy a tratar de sacar música más constantemente e intentar soltar estilos que todavía no toqué. Cosas que tengo guardadas… vamos a ver que pasa. Tal vez llegue un remix de “Medio Crazy”, quién sabe. Alguna colaboración también puede ser. Me encantaría seguir trabajando con argentinos, así que vamos a ver si se da.

¿Tenés algún nombre pensado? ¿Bizarrap tal vez?

¡Claro! Ojalá algún día pueda trabajar con él. Pero la verdad no tengo un nombre. Soy fanático de muchos artistas. Creo que apunto más a quien se sume. Me interesa acercarme a personas que de verdad quieran unirse al proyecto, que sean reales. Me gustan las amistades dentro de la industria porque son escasas y le apunto a eso: a generar un vínculo. Que no sea solo un tema y después digan “no lo conozco, no sé como se llama”. Prefiero hacer temas con gente que haga conexión.

PH: Diego Cadavid @cadavidmora
PH: Diego Cadavid @cadavidmora

Sin rodeos y con decisión, Nobeat tiene en claro que tiene la oportunidad no solo de trabajar con artistas de gran calibre para romper los charts, sino también de hacer su camino, algo que remarca cuando habla sobre su libertad artística y sus métodos de escritura. Esto puede entenderse al escuchar sus producciones y saborear la mezcla de distintos géneros sin compromisos. Más allá de esto, entiende claramente que todo depende de la gente y también del panorama musical, el cual no tiene problemas en analizar tanto a nivel musical como de movimiento.

¿Tu camino es el de los productores como Pharrel, buscando romper lo establecido?

Pharrell es uno de los referentes a la hora de ser libre sin sobrepasar la línea de lo comercial. En el movimiento latino hay un montón de productores importantes como Tainy o Bizarrap. Si me pusiera a enumerarlos son bastantes, pero hay mucha gente detrás de la industria que mantiene el género vivo. No tienen el reconocimiento que merecen, tal vez porque no lo quieren. Pero sí debería ser importante saber quién está detrás, quienes son los magos que piensan todo el día en la sonoridad. Porque al final, hoy en día las letras están hechas. Son sinónimos de algo que ya se escribió en los setentas u ochentas. Entonces, creo que lo que más brillan son las producciones. Obviamente vende mucho más el estilo artístico, pero creo que es importante que la gente entienda que es lo que pasa.

Con ese contexto que planteás, ¿cómo es tu proceso de escritura?

Siempre trato de no repetir y buscar otra manera de decir las cosas. Es todo un reto. Si me pondría a hacer una canción fácil, comercial, creo que sale. Pero entrené el hecho de buscar en otras temáticas. Ahí encontré un color, un estilo y trato de ser yo, no pensar tanto en tal palabra o algo que no se va a entender. Sino más bien en poner un contexto que cuando se entiende, la gente se conecta.

¿Cómo ves el panorama musical latinoaméricano?

Veo un movimiento grande. Ya varias veces Colombia y Latinoamérica tocó el top, no solo desde la industria de habla hispana, sino también internacional. Se supo llegar lejos. Creo que ahora sigue creciendo y se apunta a ser internacional. Eso también depende de la meta de los artistas, si quieren ser grandes en LATAM o también internacionalmente. Esto viene en grande, no solo desde Colombia, sino también desde Argentina y México. Hay muchos artistas que están saliendo y que tienen mucho nivel. No es algo amateur, se siente el nivel y que se está nutriendo, renovando y actualizando el género, que ya venía con cosas que se sentían monótonas. Creo que están empezando a salir colores que yo veo no solo como artista, sino también como oyente.

A sus 22 años y con ya un par de éxitos en el lomo, Nobeat se fue de su Santa Marta natal para vivir en Miami, donde está inmerso en un mundo completamente diferente. Pese a que su juventud está latente en su música, no tiene problemas en ponerse serio y tener en claro que quiere a la hora de hablar de su futuro.

¿Cómo fue mudarte de Colombia a Miami?

Fue ir a otro ambiente, más profesional, donde hay que tener la mente madura. No es como algo barrial, con amigos cercanos a tu casa. Es una ciudad grande donde cada quien está por su lado. Entonces si, pega un poco duro cuando sos joven. Me nutro mucho de las historias de mis amigos, de lo que les pasa. Durante la cuarentena, ahí estaba aislado y era super laboral. Cada ciudad tiene lo suyo. Allá hay oportunidades que aquí no. No me puedo quejar y siempre trato de mirar para sacarle el provecho. Hay mucho movimiento, artistas, industria y en el punto que estoy busco aprovechar eso.

¿Qué esperás como Christian de Nobeat en los próximos años?

Espero que crezca su público. Que tenga una comunidad grande a nivel mundial, tanto de jóvenes, como niños y adultos, que me permita ser libre y que cada canción sea un momento, no que simplemente se pegue o rompa un chart. Tener esa comunidad que apoye mis locuras, porque al fin y al cabo son eso. Las hago más con cariño y corazón que pensando en números.

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