En los últimos años, la escena del trap latino creció a un punto inimaginado para comienzos de la década. Esto trajo consigo nombres que supieron ser representantes del género, como es el caso de Eladio Carrión, quien, a través de éxitos y colaboraciones con artistas de la talla de Bad Bunny, Zion y Lennox y Jhay Cortez, logró reconocimiento a lo largo del continente.
Lejos de lo meramente comercial y apegado a su pasión por el trap, Eladio sigue explotando 2021 siendo fiel a su estilo: primero fue con el lanzamiento de Monarca, su segundo disco, y después con su Bzrp Music Session, donde dejó una entrada que va a quedar en el recuerdo: “Primero la H, después va la U”, y con su último mixtape, SEN2 KBRN Vol1.
¿Cómo te encontró este mixtape en términos musicales? ¿Estás en tu mejor momento?
Todavía no. Estoy dándole poco a poco. SEN2 KBRN fue más para complacerme a mí, a la música que escucho o escucharía. No fue como un happy medium o vamos a ver qué quiere esta persona para encontrar un punto medio. No, busqué mi propia satisfacción. Creo que mis fanáticos ya me conocen y saben lo que me gusta.
Arrancaste el 2021 con todo. ¿Lo esperabas?
Yo estoy ready para todo esto. No vi la fama, ni el dinero, ni el éxito de la noche a la mañana. Ni cuando fui nadador -cuando era niño compitió profesionalmente en Natación-. Ahí sí que había que ser paciente. Para eso me entrenaba uno o dos años, para bajar medio segundo. Fue algo que me enseñó el deporte que hoy en día lo sigo teniendo. Todos los chamaquitos que están conmigo están pegándose. Yo no me estoy pegando, tengo en claro que mi tiempo es mío, y gracias a eso en vez de disparar, fui paso a paso. Para cuando me llegue la fama, el dinero de verdad y ese reconocimiento mundial, ya estoy ready. Ya pasé todas las bases; dormí en sofás, en autos, en hoteles 5 estrellas, en mansiones. En la canción Molly digo: “Yo pasé todo el proceso, todo lo mío es merecido”, y es la realidad. Cada cosa que me está pasando, y no lo digo por creerme nada, pero me la merezco. Trabajé mucho para esto y callé bocas. Y no es por la fama, es como digo en otra canción: “Es por el respeto”. No me importan las views. Si me importaran, después de Mi error, la canción con Zion con la que exploté comercialmente, que hizo un montón de números, hubiese seguido haciendo temas así, comerciales. Pero no, lo mío es el trap. Es lo que vivo, lo que estoy haciendo. Es mi vida.
En términos de repercusión, más allá de estas canciones que recién comentabas, venís superándote hace ya un par de años.
Sí, falta, todavía estamos calentando. Cada vez que voy al estudio sigo mejorando más y más. Siento que todavía estamos en el proceso de encontrarnos, de ver qué funciona y qué no, y de educarme. No creo que mi fanaticada fuese tan fiel si yo me hubiese ido para el pop o algo así. Pero como me quedé en el trap tengo gente que me apoya fielmente, que les gusta lo que hago. Y no hay nada mejor que eso: hacer música que te gusta a ti pero que también le gusta a los fanáticos.
La doble nacionalidad es parte de su ADN. Antes de comenzar su adolescencia en Puerto Rico, Eladio vivió 11 años en Estados Unidos, país que no solo lo alojó en su infancia sino que le brindó la oportunidad de conocer el hip hop, algo que iba a ser fundamental para su vida y fundacional para su música.
Este amor por el flow y los punchline terminó de explotar en el país Boricua, donde se formó como el artista que es hoy en día, con una ética casi intachable. Esta se basa en inmiscuirse en su trabajo y sentir que lo que hace es suyo.
¿Cuánto te influyó haber vivido en Estados Unidos en tu infancia?
Mucho. Siento que mi música es la mezcla perfecta de los dos mundos. Por eso, un moreno que me escucha a mí en Estados Unidos, que escucha mi música, va a decir “no sé lo que está diciendo pero el juego de palabras y el ritmo está demasiado duro”. Es por mi influencia de la música anglosajona. De chamaquito escuchaba 50 Cent, Eminem, Jay-Z. A Kanye lo respeto mucho, me encanta por su creatividad. Y la lista va por ahí para abajo pero desde que era chamaquito hasta el sol de hoy me influencia la música de Estados Unidos, es la que consumo.
Tenías como sueño grabar en algún momento con Drake. Sigue siendo tu objetivo.
Sé que eso va a pasar algún día, voy a grabar con Drake. Me encantaría grabar con él simplemente por el hecho de que vamos a ser un hit. Cualquier persona con la que sienta que puedo unir mis poderes musicales y la mente, me indica que podemos hacer algo histórico, épico. Voy a encarar yo mismo a esa persona. También estoy loco por conocer a Nathy Peluso. Sé que cuando me siente con ella va a salir algo espectacular. Realmente disfruto del proceso. Me gusta crear himnos y arte, por eso es que escribo todo lo mío. Me ofrecieron temas buenísimos pero al final del día no son mi creación, no es mi arte. Y es lo más que me gusta.
¿Crees que siempre va a ser así o en algún momento te vas a adaptar a recibir temas de otros y cantarlos?
Crear es lo que más disfruto. Si dejo de hacer eso entonces ya es como un trabajo. El hambre que tengo es por eso: quiero seguir practicando, mejorando, buscando palabras y ritmos nuevos. Me gustaría hacer todo: aprender a hacer mis ritmos y grabarme. Siento que mientras eso siga, es bueno tener un segundo jodido, como tengo a Andre -productor de Eladio y también cantante-. Porque hay veces que son las 5 de la mañana, estoy explotado y ni yo sé lo que se escucha bien y lo que se escucha mal. Y él tira algo como “no, estamos fuera de tono, tira esto mejor”, o “cambia esta palabra por esta que la pronuncias mejor”. Pero también siento que el artista tiene que tener más control de su arte, hasta en los videos musicales. Si escribiste tu canción, tienes que estar encerrado con el director montando el video porque solamente tú sabes el significado de lo que escribiste. Solo tú sabes interpretar el 100% lo que estás diciendo, porque puede ser una cosa y el director del video se fue en otro viaje y pensó en otra cosa. Es muy importante estar ahí, en todo lo creativo. Ahí te da el diferencial de los otros artistas, siempre.
Que su flow y delivery tienen un componente norteamericano, no hay dudas. Esto se plasma en barras donde nombra jugadores de la NFL, equipos de básquet de la NBA o directamente habla en inglés, algo que ya es característico de su obra.
No obstante, al escucharlo hablar su esencia latina es innegable. Su colaboración con distintos artistas de la región no es casualidad, ya que es un conocedor de todo lo que pasa en la escena latina de trap. Esto lo llevó, desde hace años, a colaborar con artistas de toda la región, algo que quiere seguir haciendo.
El poder latino está conquistando. ¿Lo sentís así desde tu lugar?
Hay que seguir demostrando. Creo que lo que más le gusta a los americanos de nosotros es que nos juntamos para todo. Todos los temas son este con este o con el otro. Pienso que esa es la clave que nos va a llevar al éxito. Esa mezcla de fanáticos, de amistad que no se ve ahí afuera. Los americanos son un poquito más distantes, no voy a decir creídos, pero sí orgullosos de su trabajo. Nosotros somos mucho más abiertos, que es lo que llama la atención allá y que deberíamos seguir haciendo. O sea, colaborar con artistas de otros países. Yo con Neutro Shorty, Cazzu o L-Gante. Esa es la dinámica que nos va a llevar a ser.
¿En qué lugar te ves en el panorama del trap latino?
No me siento el más duro del trap, pero estoy muy cómodo con lo que hago y es porque realmente todo lo que canto lo vivo, o lo he vivido. Sí siento que soy uno de los liricistas más duros ahora mismo de mi generación, de los pocos que realmente buscan tirar punchline, jugar con palabras o con diferentes conceptos. Por eso es que me doy un palm on the back. Pero hay muchos durísimos.
¿Crees que en los próximos años el género latino pueda abarcar aún más lugar?
Si es por mí estaríamos dominando. Me encanta la escena, siento que tienen todo para hacerlo. Por ejemplo L-Gante, ese cabrón es durísimo. Es cuestión de unirse un poco más y romper. Sacar más temas entre ellos mismos, quizás, que no veo tantos.
Antes mencionaste que te gustaría trabajar con Nathy Peluso… ¿Hay algún otro nombre argentino que tenés pensado a futuro?
Un montón, hay muchos. Los conozco a todos, pero ellos saben. Hace poco me encontré con Lit Killah en un estudio, lo mismo con Duki. Me encantan todos, hacen música muy buena. Son muy reales a ellos mismos. Y con Paulo (Londra), tan pronto esté ready vamos a romper. Es muy lamentable lo que está pasando con él. Además de ser colega, lo conozco y soy fanático, me encanta su música. Además de querer hacer una colaboración con él quiero que saque algo, a ver con qué sale. Espero que pueda pasar pronto para que el hombre pueda dar su cátedra. Free Paulo.
A lo largo de tu carrera te tocó colaborar con muchos artistas de Argentina.
Es mi escena favorita de Latinoamérica, indiscutidamente. Mis artistas favoritos con los que pude colaborar son argentinos. Son de los pocos que salen de su zona de confort, son como yo, que no les importa meterse. Somos traperos, vamos a trapear. Hacemos comercial cuando queremos. Me gusta mucho la escena, los shows, cómo mantienen esa vuelta viva de los conciertos underground. Hasta los que no están pegados tienen sus fanáticos que van y rompen. Son bien talentosos y todo el mundo sabe improvisar allí. Los productores y directores son muy creativos también. Argentina es un diamante para mí. Me gusta mucho estar allá.
Ya tenés excusa para cuando se libere todo venir a hacer un show.
Estoy loco por ir a Argentina a hacer un show. No hago un show desde hace tiempo. Fui una vez con Cazzu, cuando cantó en el Teatro Gran Rex. También fui otra que tocó con Ecko. Pero hermano, un show mío... Ver a esa gente fue ¡wow!, el mosh pit y tirar gente para el público, eso es bien duro. Estoy loco por ir para allá.
Uno de los componentes más característicos del boricua es su personalidad contundente y agresiva. Esto queda en claro cuando dice que meterse en una cabina es “un deporte para él”. Esta no es una analogía cualquiera ya que sabe lo que es competir: como nadador, le dio a Puerto Rico su primera final en los Juegos Panamericanos.
Más allá de esto y de su imagen, anexada a punchlines, outfits urbanos y hielo, como denominan al género a los diamantes, Eladio tiene un lado tranquilo. En este se muestra como un amante de Kemba, su perro, el anime y también los videojuegos.
En tu tema con Bizarrap metieron de fondo el sonido de la entrada de Freezer de Dragon Ball Z. ¿De quién fue la idea?
Mía. El que puso el sonido fue Biza, pero yo soy fanático del anime, me gusta mucho. Dragon Ball, Pokémon. Aquí tengo mi colección de cartas Pokemon, la más dura del género, indiscutible. Nadie tiene una colección más dura que la mía.
¿Sos de consumir anime?
Hoy en día no tanto, pero cuando era chico sí. Ví Dragon Ball Super completo. Veía todos los episodios en YouTube, pero no tengo el mismo tiempo de antes, pero me gusta. Los días que estoy aburrido fumando en casa me siento y veo algo de Pokemon, Naruto, algo así.
¿Y con los videojuegos cómo te llevas?
Juego mucho Warzone, estoy pegado a él -mientras muestra el Joystick de PlayStation 5 pegado a su pierna-. No jugaba desde hace como un año. En la pandemia empecé a jugar Call of Duty y ahora me está gustando mucho. Es mi kickeo. Además, si eres puertorriqueño debes saber jugar al 2K ciento por ciento. Como cuando voy para Colombia todo el mundo juega FIFA, al igual que en México o Argentina. Pero aquí todo el mundo juega 2K, a todos les gusta y saben jugar. Yo juego ambos y Madden también.
Otra pasión tuya es tu perro, Kemba.
Este es el amor de mi vida, te lo juro. Es lo más lindo que tengo. Mirá -se levanta de la pc y va a buscar a su perro-. Estuvo una semana perdido el cabrón, una semana. Y mañana regresamos a Los Ángeles, donde no volvimos desde que se perdió. Mañana va para allá para conquistar Los Ángeles de nuevo. Fue algo malo. Pero gracias que hoy en día está conmigo. Está feliz, contento, gordito y bello.
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