Portal volvió a estar en conversación hace pocos días, pero no porque Valve haya lanzado una nueva entrega de su popular franquicia, sino porque un reciente título independiente tiene varias similitudes que hacen imposible escapar a comparaciones. The Entropy Centre desembarcó en consolas y PC después de un trailer lanzado en junio que cosechó millones de vistas y mucha atención de gamers de todo el mundo. ¿Logró estar a la altura de las expectativas?
Los jugadores comienzan su aventura despertando en una estación espacial situada en la luna y conocida como el Entropy Centre. Sin recuerdos de cómo llegó ahí, la protagonista deberá explorar habitaciones y pasillos abandonados de este centro que alguna vez estuvo lleno de operadores y robots de compañía. En los primeros minutos de juego entramos en contacto con ASTRA, un arma con la capacidad de volver objetos hacia atrás en el tiempo que, además, cuenta con una inteligencia artificial que aporta humor cada tanto.
Luego de superar los primeros puzles, descubrimos de qué se trata un poco todo esto: el Entropy Centre es una versión gigantesca de nuestra poderosa arma y su objetivo es volver el tiempo atrás cada vez que la Tierra se enfrenta a un evento catastrófico con la capacidad de destruir el planeta. Sin embargo, nos toca presenciar la destrucción total de la Tierra estando completamente solos en este lugar, lo que nos obliga a buscar una solución por nuestra cuenta, antes de que sea demasiado tarde.
El objetivo principal del título es reunir la suficiente cantidad de entropía como para volver el tiempo atrás y salvar al planeta, algo que solo se puede conseguir resolviendo acertijos. Aunque parece una justificación con poco sustento, no nos queda otra opción más que obedecer y atravesar numerosas pruebas que, al igual que en Portal, involucran cubos de diferentes naturalezas.
Hay cubos con características particulares que involucran diferentes mecánicas y hacen que cada serie de puzles tenga algo nuevo a tener en cuenta. Al mismo tiempo, después de resolver algunas decenas de acertijos, todos parecen seguir prácticamente las mismas reglas. Nuestro objetivo es colocar los cubos sobre distintos botones y volver el tiempo atrás, dependiendo de los interruptores que necesitamos para avanzar, sean puertas, puentes, saltos u otros elementos.
En todo momento, The Entropy Centre parece decirnos que hay algo más importante ocurriendo – nada más y nada menos que la destrucción de la Tierra –, pero al mismo tiempo nos obliga a pasar por cientos de puzles antes de poder resolver esa cuestión de suma urgencia. Si bien hay algunos puzles que requieren más cabeza que otros, ninguno demanda demasiado tiempo de nuestra parte. Sabiendo que iban a haber numerosas comparaciones con Portal y sus particulares cubos, esperaba un poco más de complejidad o, por el contrario, recursos narrativos que permitieran evitar lo engorroso de esos puzles para poner el enfoque en otro lado.
La trama de ciencia ficción es, sin dudas, el punto fuerte de The Entropy Centre y el motor que nos invita a seguir adelante en la aventura. Por el contrario, llega un momento en el que los puzles se sienten una tarea engorrosa y monótona que no ofrece ningún tipo de recompensa hasta que llegamos al final del juego. Entre los diferentes niveles cargados de acertijos hay secuencias interesantes donde descubrimos un poco más de lo que ocurrió ahí y tenemos algunos pasajes cargados de acción que nos obligan a utilizar a ASTRA fuera de los puzles propiamente dichos, para evitar el colapso del lugar sobre nosotros.
En cuanto a gráficos, The Entropy Centre es una experiencia más que llamativa de la mano de un estudio independiente que solo se tomó dos años para hacer su idea una realidad. Los escenarios cuentan con la monotonía clásica de estas centrales futuristas típicas de historias distópicas, pero al mismo tiempo ofrecen paisajes únicos y altamente llamativos, especialmente cuando presentan una vista impactante de la Tierra.
El voice acting también es otro de los puntos fuertes de la experiencia, aunque también se topan con las limitaciones de la industria independiente. Si bien los diálogos acompañan muy bien la acción y cuentan con humor para descomprimir a cada paso, también hay muchos momentos de extremo silencio en donde vendrían bien pequeños comentarios contextuales para olvidarnos que estamos en un videojuego de puzles.
Por otro lado, la narrativa cuenta con algunos problemas al tener secretos desperdigados por los escenarios. Entre un puzle y otro suele haber alguna habitación escondida con una computadora y algunos correos electrónicos con información interesante para reconstruir qué sucedió en el Entropy Centre antes de que despertáramos. Algunos son simplemente chistes, pero otros tienen información más que interesante para conocer el contexto en el que nos estamos moviendo, pero todos y cada uno de estos mails son completamente opcionales y aquellos que no tengan ganas de explorar, van a omitirlos por completo.
Las comparaciones con Portal se dan por varios factores. No hay muchos shooters en primera persona de ingenio en el mercado y ninguno supera a Portal en calidad o impacto. Los cubos son un elemento central a la hora de resolver puzles y hay una inteligencia artificial con sentido del humor como co-protagonista. The Entropy Centre se diferencia al centrarse en mecánicas relacionadas al tiempo más que al espacio, lo que cambia la naturaleza del diseño de niveles y otros componentes visuales, pero el equipo de Stubby Games se enfocó demasiado en la jugabilidad y en eso sacrificó parte de la narrativa.
Terminar The Entropy Centre lleva varias horas y en numerosas ocasiones el ritmo de la aventura cae estrepitosamente sin novedades de la trama. Al mismo tiempo, los hechos a nuestro alrededor nos aseguran que hay una urgencia inmediata, pero ningún otro aspecto del juego parece estar en la misma sintonía. Sí hay momentos espectaculares y el final es satisfactorio para los fans de la ciencia ficción, pero el camino hacia ese desenlace se vuelve tedioso más temprano que tarde.
The Entropy Centre es una experiencia muy interesante y amena de transitar hasta que se suman elementos que el juego parece no poder manejar, como toda una sección que incorpora ríos como vehículo para los cubos. De cualquier manera, es un título con una trama que invita a seguir jugando y un diseño de niveles que cumple. Al mismo tiempo, parece mostrar sus falencias con mucha claridad en aspectos que podrían haberse pulido un poco más. Pero aquellos que necesiten una experiencia con la misma naturaleza y el mismo tono que vieron en Portal, van a encontrar el videojuego ideal mientras continúan rezando por una tercera entrega.
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