En el 2009 el mundo vio el nacimiento de Bayonetta, una saga que bajo el comando de PlatinumGames y la publicación de SEGA rápidamente se convertiría en uno de los títulos más icónicos de la generación PS3 y Xbox 360. El tiempo pasó y los directores de esta propiedad intelectual decidieron no abandonar el barco que contenía un nicho de fanáticos muy fieles. Así, pocos años después, veríamos la llegada de Bayonetta 2 en Wii U, una consola que venía con mil ideas y promesas revolucionarias, pero con pocas ejecuciones exitosas.
En el marco de The Game Awards de 2018, se anunció la llegada de un bundle que traería ambos juegos a la glamurosa Nintendo Switch. Con este port, la saga no solo se extendió en audiencia, sino que se revitalizó de forma drástica. Ya contemplada la introducción, y luego de ocho años de espera, este último trimestre de 2022 recibimos a Bayonetta 3, cuya IP pasó a estar en las manos exclusivas de la gran “N”.
Antes de sumergirnos directamente en este tercer juego, es bueno empezar hablando de la esencia que ofrece PlatinumGames. En primer lugar, Bayonetta es una obra que se enmarca en los hack and slash, es decir, acción frenética contra más de un enemigo a la vez, combos, velocidad y más. Para tranquilidad de muchos, no es necesario -aunque sí recomendable- haber jugado a los antecesores, ya que en esta propuesta te introducen en una historia que fácilmente podrás acostumbrarte sin siquiera haber visto o escuchado de la saga previamente.
Esta vez, la amenaza se autoproclama como Singularity. Su objetivo es perseguir y aniquilar a toda la existencia de los multiversos, concepto que viene tomando desde el primer juego. Para llevar adelante su accionar macabro, decide manipular una especie de armas biológicas creadas por los humanos en uno de los infinitos universos.
Con respecto al gameplay, Bayonetta 3 sigue marcando tendencia en cuanto al nivel de calidad y fluidez de sus escenas de acción, en perfecta sincronía con el uso y configuración de los controles. Sin embargo, hay que recalcar un punto importante: este juego tiene muchas cinemáticas, al nivel que tendrás que estar varios minutos mirando una secuencia animada hasta que ciertamente entrás en el campo de batalla a luchar contra minions y algún que otro subjefe. Una vez en control de Bayonetta o Viola -nuevo personaje punkie que actúa como co protagonista en este juego-, todo es glamour y piruetas acrobáticas con decenas de armas y diferentes estilos de lucha. Los ataques más satisfactorios de conseguir son los cuerpo a cuerpo, aunque hay un arsenal lo suficientemente amplio para utilizar. En resumen, el combate es lo más fuerte de la trilogía.
Las invocaciones vuelven a estar más activas que nunca en esta entrega porque se reinventaron con un nuevo sistema de configuraciones simples, pero efectivas. Ambas protagonistas disponen de variantes fantasmales para hacer frente a los rivales con dragones, arañas gigantes y todo tipo de monstruos delicadamente diseñados. El concepto de “magia” y los potenciadores de combate son parte de la espina dorsal de este proyecto y es parte del rol del jugador trabajar en la mejor administración de recursos para derrotar a sus adversarios.
Las animaciones son atrapantes, pero se las percibe un poco obsoletas. Esta limitante se debe -en parte- al hardware de Nintendo Switch, que ya está bastante desactualizado si se compara a la consola con el resto de los competidores del mercado. También en el terreno de la propuesta visual, los escenarios se sienten vacíos y poco cuidados. Esto es algo que nos sorprende porque se trata prácticamente de una obra lineal, sin demasiadas ramificaciones de mundo abierto.
El soundtrack, por su parte, es uno de los puntos más fuertes, con una amplia variedad de artistas y un excelente trabajo de edición para acompañarnos en todos los momentos transitados en este universo sumido en el caos. En esta edición, luego de las conocidas controversias en redes sociales con la actriz original, toda la personificación de Bayonetta estuvo a cargo de Jennifer Hale.
Históricamente, esta franquicia no solía ser una serie destinada para niñas y niños, sino a una audiencia más adulta, ya que podía estar subida de tono en determinados aspectos. Para el caso de Bayonetta 3, Nintendo ha incorporado un filtro que busca limitar y censurar (activable de manera opcional) todos los puntos necesarios para llegar a un público absolutamente amplio.
Luego de finalizar sus 14 capítulos, prólogos y episodios laterales, estamos seguros de recomendar esta obra. Bayonetta 3 es un videojuego que divierte de principio a fin, así como también resulta accesible y llamativo tanto si jugaste los dos anteriores, como si no lo hiciste. Destruir humanoides y controlar monstruos colosales es un plan que vale la pena experimentar en la pequeña, pero grandiosa Nintendo Switch.
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