Hace algunos días se lanzó para consolas y PC el nuevo videojuego del estudio Pixadome titulado Chenso Club. Con una estética muy particular y una banda sonora que llama la atención desde los trailers, el juego es otro roguelike plataformero con estética pixelart para sumar a la extensa lista. En un terreno con tantos y tan buenos exponentes, ¿logra el frenético título destacarse por sobre los demás?
Al comenzar la aventura de Chenso Club, los jugadores conocen a Blue, un androide que despierta en circunstancias misteriosas para combatir una invasión alienígena. A partir de ahí, la historia se desarrolla a través de pequeños cómics que respetan la estética pixelart de toda la experiencia. De cualquier manera, luego de superar algunos niveles, está más que claro que la trama de Chenso Club no es tan importante más allá de algunos divertidos chistes y pequeños giros sobre el final.
Lo importante en el título desarrollado por Pixadome es la jugabilidad, que puede cambiar drásticamente según el personaje que decidamos utilizar. Hay un total de cinco biomas diferentes, cada uno compuesto por varias pantallas individuales donde el objetivo es derrotar a todos los enemigos para poder seguir avanzando. En medio de algunos de estos escenarios pueden aparecer pequeños minijuegos con bonus que ayudan a desbloquear ítems y mejoras, así como también una tienda que utiliza la salud del personaje como moneda.
Algo interesante de los distintos escenarios de Chenso Club es que los bordes de la pantalla se convierten en el límite de la acción cada vez que avanzamos y es necesario derrotar a todos los enemigos para poder seguir hacia adelante. Durante la batalla, sin embargo, los bordes pueden usarse como un interesante recurso para eliminar enemigos al enviarlos de un golpe contra uno de ellos. Por supuesto, los jugadores también pueden ser golpeados de la misma manera, pero no son enviados a su muerte, sino que consume una porción de la vida del personaje.
Cada bioma cuenta con su jefe particular y al derrotarlo desbloquea a un nuevo miembro del Chenso Club. Mientras que Blue es la protagonista más balanceada del grupo, sus compañeras presentan jugabilidades pensadas con distintos atributos en mente. Mientras que una es mucho más fuerte, pero también más lenta, otra cuenta con ataques de larga distancia y un muy poderoso dash, por ejemplo. La manera de jugar Chenso Club y superar sus diferentes habitaciones cambia por completo dependiendo de la protagonista y es el apartado más cuidado de la experiencia.
Lamentablemente, en el resto de Chenso Club no se percibe tanta variedad. Los diseños de los enemigos son interesantes y todo en el juego respira un humor muy bizarro, pero lo visual rápidamente se vuelve monótono y bastante repetitivo. De la misma manera, si un personaje nos gusta más que los demás, también vamos a sentir que estamos pasando por las mismas habitaciones una y otra vez haciendo exactamente lo mismo. Los posibles minijuegos que podemos encontrar son solamente dos y los personajes no jugables que aparecen de manera aleatoria para ofrecernos algún desafío proponen dinámicas extremadamente similares.
La versión de PC del juego tiene, además, algunos problemas a la hora de reconocer controles, lo que hace que la jugabilidad se sienta poco precisa, algo que se convierte en un problema grave sobre el final del juego, muy apoyado en las plataformas. Mientras que los players tienen la posibilidad de elegir entre distintos modos de dificultad, no parecen estar del todo balanceados y pasan de brindar una experiencia extremadamente fácil a proponer un gran desafío sin escalas. Está claro que la intención es obligar a los usuarios a jugar por varias horas para mejorar tanto el poder de ataque como la salud de las diferentes protagonistas, pero no hay demasiados incentivos para hacerlo en medio de los escenarios repetitivos.
Volviendo a lo positivo, la banda sonora de Chenso Club cumple el objetivo de acompañar niveles cargados de adrenalina con geniales canciones que encajan a la perfección con la estética y el tono del juego. Sin embargo, lo mejor que el título tiene para ofrecer es la posibilidad de superar todos los niveles de manera cooperativa, ya sea en el mismo sistema o de manera online, lo que eleva tanto el frenetismo y la dificultad como el nivel de diversión general.
Chenso Club no logra sobresalir en el mar de roguelikes y títulos plataformeros creados en pixelart porque los recursos que utiliza ya se vieron antes en muchos otros juegos. De todas maneras, sí tiene una propuesta estética llamativa que mezcla diseños adorables con una temática cargada de sangre, lo cual puede ser más que suficiente para algunos usuarios.
En lo jugable presenta numerosas opciones para que cada jugador elija su estilo, pero al mismo tiempo mi experiencia con Chenso Club dejó en evidencia algunas cosas que pueden mejorarse o incluso modos de juego que harían mucho más completa la oferta del título. Un modo Boss Rush sería más que interesante, así como también algún modo PvP que enfrente a las diferentes protagonistas en encarnizadas batallas estilo brawler.
Algunos niveles también presentan diseños que en otros títulos similares son sinónimo de pasadizos secretos y coleccionables escondidos, pero que en este caso son simplemente estéticos. A lo largo de la aventura hay varios momentos en los que se siente que Chenso Club puede hacer más, pero se queda a mitad de camino a la hora de ofrecer una experiencia fresca.
De cualquier manera, Chenso Club logra ser una experiencia agradable y puede representar un interesante desafío incluso para los más expertos. En cooperativo se convierte en un juego mucho más entretenido, pero no deja de ser un título que necesita de algunas pocas horas para ser superado.
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