Análisis de Digimon Survive, una experiencia que apuesta por la nostalgia de los fans

Los monstruos del famoso anime -que tuvo su auge en los 2000- han regresado este año con Digimon Survive, una entrega que engloba una sólida novela gráfica con algunos aspectos RPG tácticos y supervivencia. Cuatro años nos hizo esperar la empresa Bandai Namco de aquel primer anuncio y podemos confirmar que esta es una obra muy distinta a todo lo que conocimos alguna vez en juegos de Digimon.

Si bien la historia de Digimon Survive sigue el mismo supuesto que Digimon Adventure, en el que un grupo de adolescentes disfrutaban de un campamento de verano que se ve afectado por una amenaza desconocida y terminan en un mundo completamente aterrador. Todo indica que se han enfocado en una audiencia más madura. En este lugar, cada uno de los jóvenes se encontrará repentinamente con un digimon que estará destinado a ser su compañero de travesías. Sin darle espacio a spoilers, los distintos equipos vivirán muchas aventuras atadas a una cruda realidad en su búsqueda de volver al lugar de origen.

Siendo objetivos en el análisis, el argumento de este título está trillado desde cualquier arista. Hay una fuerte carga en la toma de decisiones y en reiteradas ocasiones los hilos de conversación se vuelven pesados y repetitivos cuando aparecen en escena únicamente los personajes humanos, al nivel de querer skipear la situación. Pese a esto, todo se balancea positivamente cuando los carismáticos monstruos entran en pantalla, ya que su simple presencia nos alegra y, sumado a la trama que hay detrás de todos ellos, Digimon Survive termina concluyendo en un correcto uso de la licencia.

Retomando el tema de las decisiones, hay dos tipos: moral y karma. En nuestra experiencia, el único impacto real que tiene esta elección es la orientación de las evoluciones del digimon. Un claro ejemplo es que si deseas que tu Agumon se transforme en WarGreymon deberás optar por puntos de moral, mientras que si acumulas karma terminarás en el tipo Vacuna. Luego, la historia realmente no sufre un impacto y seguirá su rumbo sin daños colaterales.

Gráficamente el juego es bellísimo. Los desarrolladores han trabajado en un esquema primordialmente 2D con flashbacks en 3D. En lo que concierne a configuración de la novela visual, todas las animaciones están a la vanguardia de tecnología y, si les quitamos la experiencia jugable, tranquilamente pueden pasar desapercibidas como un anime taquillero. La banda sonora es increíble y los escenarios planteados para los combates también rebosan de detalles que todos los fanáticos de la saga reconocerán con auténtico cariño.

En un videojuego con tintes de supervivencia no pueden faltar las mecánicas de duelo. Ver a los monstruos disputarse y digievolucionar en un campo táctico es una de las experiencias más gratificantes del año. Su estructura es simple, pero más que suficiente para el game design que propone Bandai Namco; esto implica que cada monstruo luchador tiene una habilidad pasiva y un ataque final único de su fisiología. Será trabajo del jugador posicionarse de la mejor manera en el tablero y hacer uso de las estadísticas para acabar con los rivales.

Además, hay momentos en la historia que se permite explorar con bastante libertad. El mapa es grande y está lleno de digimons para batallar -y subir de nivel a tu party- o bien para reclutarlos y completar tu colección.

El veredicto es positivo para Digimon Survive, ya que las 28 horas que nos demandó terminar el juego principal serán muy bien recordadas. No es un juego para cualquiera y Bandai Namco lo sabe. Solo aquellos que sean fanáticos del anime y fieles seguidores del RPG táctico serán los que mayor provecho obtendrán de esta entrega. Está disponible en PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC en distintas ediciones, ya sea exclusivamente con el juego base o una versión premium con atuendos y bonificaciones también vistas en la precompra.

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