Análisis de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, un juego sólido para conquistar a los fans del género

Reforzar lazos dentro y fuera de las batallas será crucial en la nueva entrega de Fire Emblem

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Fire Emblem es una saga de videojuegos enfocada en el rol táctico y estratégico, desarrollada por el estudio Intelligent Systems en colaboración con Koei Tecmo y publicada por Nintendo de forma exclusiva. Su repertorio ya tiene más de 16 juegos y otras pequeñas obras que llegaron a diferentes plataformas, comenzando por la exitosa NES en el año 1990 y también dejando su huella en Gamecube, DS, Wii, entre otras. La actual generación, conducida por la Nintendo Switch, cuenta con tres títulos a la fecha: Warriors (2017), Three Houses (2019) y desde el 24 de junio de 2022 tenemos un spin-off llamado Warriors: Three Hopes.

Es crucial comenzar este análisis introduciendo el género en cuestión, ya que difiere un poco de sus dos antecesores. Los “musou” se conciben como juegos del estilo one-man-army con tintes de hack & slash, haciendo referencia a que un solo personaje tendrá las habilidades o dotes suficientes como para defenderse o atacar a ejércitos enteros. Más allá de la disparidad numérica de individuos, los protagonistas se caracterizan por poseer niveles de poder altísimos que -sumado a una estrategia bien planteada- puedan hacer frente a hordas de rivales. Los exponentes más conocidos de la época moderna son Hyrule Warriors: La era del cataclismo o Persona 5: Strikers.

La historia nos va a transportar a Fódlan, un continente que se compone de tres territorios: Imperio de Adrestia, Sacro Reino de Faerghus y Alianza Lester. Esta división está administrada políticamente por el monasterio de Garreg March, cuya sede se ubica en la Iglesia de Seiros (área central). Como vimos en Three Houses, los alumnos del monasterio serán los futuros líderes de cada una de las regiones previamente escritas y pasarán de ser compañeros a disputar una devastadora guerra entre ellos por el dominio total.

En este Fire Emblem volveremos a ver el conflicto bélico bajo una triple visión, cuya historia y finales serán considerablemente diferentes entre sí. La premisa en Three Hopes está motivada por un nuevo actor llamado Shez, que puede ser hombre o mujer en apariencia, y será asignado al papel protagónico como mercenario de esta travesía. Para aquellos que hayan jugado el título anterior, se comparten muchas características de lo que fue el personaje de Byleth, quien aún está presente en este juego, pero con un rol de pseudo-enemigo que no revela mucha información con el propósito de evitar los spoilers de lo vivido en Three Houses.

Al iniciar la partida y superar el tutorial -que te enseña los aspectos esenciales del gameplay- llegará el momento de escoger una de las tres casas para encarar el arco principal. A diferencia del título anterior, en el que se daba mucho lugar a misiones secundarias, momentos de relax y exploración de recovecos, Three Hopes te sumerge en la guerra de forma casi inmediata. En la campaña tendrás muchos objetivos, la mayoría de ellos basados en tomar bases a través de la eliminación de enemigos aglomerados. Mientras tanto -y a cuentagotas- se va desarrollando la personalidad de Shez y los jugadores vamos conociendo un poco más de sus motivaciones e intereses dentro de este nudo argumental.

Este barco no podría mantenerse a flote sin una buena jugabilidad. El conjunto de mecanismos que componen el universo de este proyecto es sumamente sólido. Por lo general, los musou no suelen destacarse por la delicadeza en los combates, sino por generar al jugador la sensación de concebirse como un ser todopoderoso capaz de abatir a centenares de enemigos de un solo golpe.

No obstante, Three Hopes nace de la unidad de negocios Omega Force, cuyo historial de trabajos es más que respetable y, sostenidos por los cimientos de sus proyectos, han sabido llevar este género hacia una evolución innovadora en la industria que fortalece todo concepto. Esta última frase se justifica por sí sola en la experiencia de los combates per se, ya que la calidad de los combos, en sincronía con la puesta en escena de barricadas de enemigos débiles y capitanes letales decantan en una propuesta espectacular.

Gráficamente todo indica que usaron el blueprint de Three Houses con algunos retoques casi imperceptibles en el motor. Esto no implica una carga negativa, sino todo lo contrario, ya que sus elementos visuales al estilo animé 3D están muy pulidos y son agradables tanto de forma portátil como dockeada. Toda la plantilla de personajes, ya sea en las cinemáticas, como en las partes jugables, son un deleite y se vislumbra que están claramente amparados por ilustradores digitales del más alto nivel.

Si bien es típico del género, resultaría poco honesto no hacer una mención a los agobiantes contadores de daño y los excesivos elementos en pantalla que bloquean el campo de visión. Objetivamente, no es un impedimento para disfrutar igualmente de los enfrentamientos.

El componente táctico siempre está presente, puesto que avanzar en el juego spameando golpes a diestra y siniestra puede ser divertido y permite subir de nivel, pero llega un punto donde será vital mantener la mente fría y administrar los escuadrones disponibles para tomar o defender puntos del mapa. En la vereda de enfrente está la arista social; aquí habrá un campamento principal que te invita a conversar con otros NPCs, dando como resultado diálogos que nutren la historia y, conforme se avance en la trama, se habilitarán nuevos puestos de avanzada para seguir explorando, entrenando o simplemente realizar actividades secundarias, como cocinarle a tu escuadrón para mejorar la química y estadísticas entre ellos.

Si repasamos la dificultad, hay un modo accesible y otro clásico. El primero promete una aventura menos frustrante ante los resultados de las batallas, mientras que el segundo es claramente una experiencia hardcore. La party de Fire Emblem: Three Hopes también se forma proceduralmente con carismáticos personajes que se reclutan entre capítulo y capítulo. El modo tradicional implica permadeath -muerte permanente-, por lo que si un miembro del equipo muere, será imposible recuperarlo.

Este análisis es solo una ínfima parte de todo lo que tiene para ofrecer la nueva entrega de Fire Emblem. Su game design le da la bienvenida a todo tipo de gamer, ya sea un habitué de la franquicia o un jugador casual de la pequeña consola de Nintendo. Si aún estás con dudas sobre adquirir Three Hopes, una versión demo sin costo está disponible en la eShop y puede mantenerse el progreso si finalmente tomás la decisión de comprarlo.

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