Primeras impresiones de Fueled Up: una experiencia cooperativa que no hay que dejar pasar

Después de participar en numerosas jams y lanzar pequeños títulos, el estudio Fireline Games se prepara para entrar en el mundo de los videojuegos cooperativos con su próximo gran lanzamiento: Fueled Up. Anunciado hace algunas semanas, publicó su demo en Steam Next Fest, pero los desarrolladores decidieron compartir con nosotros un poco más de contenido para sacar algunas pequeñas conclusiones tempranas.

Por el trailer y las imágenes de Fueled Up, se puede ver que guarda numerosas similitudes con otros videojuegos que surgieron luego del lanzamiento de Overcooked. Mecánicas cooperativas para hasta cuatro jugadores en escenarios reducidos, muchas veces cambiantes, y con personajes tan adorables como bizarros y graciosos. Pero así como Moving Out se centra en mudanzas y Tools Up!, en el remodelado de casas, Fueled Up lleva a los jugadores al espacio. Por las dudas, cabe aclarar que todos los títulos mencionados están hechos por estudios diferentes, más allá de que son visualmente similares.

En Fueled Up, los players se encargarán de realizar el mantenimiento de diferentes naves que quedan a la deriva. La profesión se volvió extremadamente riesgosa después de la llegada de un pulpo espacial gigante que no planea dejar a nadie con vida, por lo que cada nivel tendrá un tiempo límite en el que hacer todas las tareas correspondientes antes de ser atacados. Una vez enfrentados los distintos desafíos –y si hay combustible en la nave- el nivel es completado y se desbloquea el siguiente.

Para ingresar en este terreno de títulos cooperativos, estos juegos deben presentar mecánicas novedosas y separarse lo suficiente del resto de los competidores como para marcar la diferencia. Algunos lo hacen en mayor medida que otros y Fueled Up, con tan solo sus dos primeros mundos, ya empieza a asomarse como una muy digna experiencia.

Con el uso de muy pocos botones, los jugadores deberán mantener las naves con combustible en todos sus motores y energía en todas las compuertas externas, para evitar terminar en el vacío del espacio. Una vez que se experimenta lo suficiente con esas dos mecánicas y la reparación de agujeros aquí y allá, se van sumando cada vez más tareas, a veces opcionales, o complejizando la fórmula con nuevos elementos. En algunos niveles habrá que lanzar desechos tóxicos por la borda, en otros habrá que elaborar combustible más potente y en más de una ocasión el desafío se presentará en forma de escenarios en movimiento.

Fueled Up aprovecha su temática espacial para incorporar los agujeros de gusano como una mecánica más. Pasar por uno de estos fenómenos reconfigura la disposición de la nave, lo que obliga a los jugadores a volver a analizar la situación y acomodarse con una nueva estrategia.

Superar cada nivel requiere de cierta habilidad y muchísima cooperación, pero aparte de perseguir un puntaje de tres estrellas, también hay ciertos objetivos secundarios que se pueden cumplir. Algunos están en sintonía con hacer todo bien, pero la gran mayoría invitan a los jugadores a experimentar cosas y probar maniobras que, en más de una ocasión, solo son para producir risas.

Los niveles de la versión que pudimos probar anticipan una curva de aprendizaje ideal, donde cada nueva instancia presenta algún elemento nuevo y da el tiempo necesario para asimilarlo, para que más adelante se combine con otras mecánicas y vuelva cada vez más compleja la experiencia. También vale la pena notar que algunos niveles pueden presentar demasiado reto para dos jugadores. Teniendo en cuenta que fueron pocas ocasiones, no es alarmante enfrentar un poco de desafío de vez en cuando, pero podría volverse un problema si la fórmula sigue sumando elementos en cada nivel.

Ese balance que permite jugar en solitario o con uno, dos o tres jugadores más está bastante bien logrado en las otras experiencias cooperativas antes mencionadas y sería una lástima que Fueled Up se diferencie de ellas justo en este apartado. De cualquier manera, el cooperativo local se puede disfrutar incluso teniendo un solo control disponible, por lo que se espera que, como mínimo, Fueled Up se juegue de a dos.

La experiencia resulta bastante redonda en la demo extendida y hay muy poco para criticar, en especial teniendo en cuenta que el juego sigue en desarrollo. Sería interesante ver algún tipo de jefe final o evento especial cada vez que se supera un área y se avanza a la siguiente, para sentir que se cerró una etapa de la manera más épica posible y no con un nivel similar al resto, como ocurre actualmente.

Fuera de eso, los controles son bastante básicos y conocidos por aquellos que hayan interactuado alguna vez con Overcooked. La variedad de personajes, que seguramente se ampliará en el lanzamiento oficial, también es más que aceptable, y el humor que envuelve a toda la experiencia lo hace un exponente del género a tener en cuenta desde ahora.

El terreno de los títulos cooperativos para dos o más jugadores recibió varios lanzamientos más que interesantes en estos últimos años, pero sigue siendo un género con una presencia muy discreta en la industria. Es cierto que no es lo más redituable hacer juegos que requieran de juntar a cuatro amigos en un mismo momento o lugar, pero con cada vez más funciones online y el crossplay en camino a ser la nueva normalidad, sería genial poder ver cada vez más videojuegos de este estilo. Con su versión preliminar, Fueled Up ya es un título a tener en cuenta si tienen un amigo o grupo de amigos con quienes hayan probado otras experiencias co-op similares.

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