Análisis de The Elder Scrolls Online: High Isle, una experiencia que vale la pena conocer

En el 2014 Bethesda Softwares y Zenimax Online Studios tuvieron que salir a dar una respuesta frente a la enorme popularidad que generaron los títulos de su franquicia de fantasía épica medieval. Gran parte de ese éxito fue fruto de Skyrim, que rápidamente se convirtió en una aplanadora en todas las plataformas y la comunidad exigió mucho más de esta joya del gaming, cuyo ciclo culminó con el último DLC “Dragonborn” en 2013.

Así surgió The Elder Scrolls Online, un proyecto que se fue desarrollando en paralelo a otras entregas y tenía el objetivo de ampliar el lore de la franquicia en un modelo multiplayer que entraría en el mercado contra otros pocos tanques como World of Warcraft o Black Desert.

A lo largo de los años el modelo de negocios fue cambiando, empezando por un juego que primero debía ser comprado como producto y se le acumulaba el pago de una suscripción mensual, hasta llegar al día de hoy donde solo se precisa de una compra inicial, pero sin contratos periódicos.

Como todo juego de rol masivo, el mundo que se creó fue inmenso y es ideal para todos aquellos que les guste explorar sin límites por campos abiertos llenos de misiones, monstruos y aventuras espontáneas. Durante estos ocho años de TESO, los constructores de esta obra digital jamás se quedaron de brazos cruzados, ya que ofrecieron diferentes expansiones: Morrowind (2017), Summerset (2018), Elsweyr (2019), Greymoor (2020), Blackwood (2021) y hoy analizamos High Isle (2022).

Todos ellos tienen el propósito de habilitar una nueva zona en el mundo y direccionar al jugador hacia ella. En esas áreas los jugadores pueden encontrar muchas quests que nutran la historia de esta ficción, nuevas aventuras y raids pensadas para ser superadas entre varios usuarios.

Sin entrar en spoilers -pero ahora sí centrándonos en High Isle- la travesía nos ubicará en el archipiélago Systres, un área hermosamente diseñada donde nos la pasaremos navegando entre la isla cuyo nombre lleva esta expansión, y otra bautizada Amenos. Esta última porción de tierra flotante es juzgada por hospedar a toda la sociedad que está en contra del gobierno mundial. Por ende, te encontrarás con prisioneros, mucha delincuencia y una sociedad oculta.

Hay dos ejes importantes en los que Bethesda trabajó para crear este paquete de contenido. Primero y principal, el título ofrece la posibilidad de que todos los jugadores -recién llegados o experimentados- puedan disfrutar de High Isle, debido a que podrás crearte un personaje y desde el nivel 1 arrancar el tutorial con base en las últimas locaciones, sin necesidad de haber recorrido las otras decenas de capitales que hay en The Elder Scrolls Online.

En el caso de los jugadores más veteranos, tranquilamente los retos pueden ser llevados a cabo con personajes de nivel alto y aún así considerarse como desafíos complejos, puesto que la inteligencia artificial también se equilibra con las estadísticas individuales del usuario.

La segunda arista importante es que en High Isle se inaugura la localización de los textos al idioma español. Con esto, se abren las puertas a una audiencia impresionante de gamers que previamente se veían restringidos con la barrera idiomática. Para muchos, esta limitante era muy dura, ya que TESO es un videojuego que contiene una cantidad de diálogo descomunal.

Otra de las innovaciones de este DLC es la incorporación de Tales of Tribute, un minijuego de cartas con todo el lore de The Elder Scrolls que busca subirse al tren de los otros tantos que ya están dentro de la industria. Este minigame cuenta con una experiencia PVE y otra PVP con un sistema de ranking.

Para el apartado multijugador, se suma un desafío llamado Dreadsails Reef. Acá será crucial la participación de 12 players que quieran embarcarse entre puzzles, trampas y más obstáculos que pondrán los piratas, cuya presencia se ha incrementado notablemente en esta extensión del archipiélago.

En lo que respecta a las misiones, todas ellas mantienen la dinámica que conocemos de todos los MMO: buscar cierta cantidad de items, eliminar un puñado de monstruos o transportar algún objeto de un punto del mapa hacia otro. También se presenta un villano conocido como Señor de los Ascendientes, uno de los pilares fundamentales de la construcción de las líneas narrativas, cuyas motivaciones se conocerán en el transcurso de la aventura.

En resumen, The Elder Scrolls: High Isle es un paquete que merece mucho la pena probar. A través de su compra, los jugadores van a obtener al menos 30 horas adicionales de historia y un endgame súper divertido para jugar solo o acompañado por otros viajeros.

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