Esta semana se lanzó Apex Legends Mobile, la versión del battle royale estratégico adaptada a celulares. Como un juego construido desde cero que busca mantener la esencia del juego original que la inspira, sus responsables trataron de lograr un nuevo acercamiento al universo que presentaron a través de esta franquicia. ¿Cumplieron con ese objetivo?
Antes de hablar específicamente de la experiencia que ofrece este juego es importante aclarar que el análisis se hace desde varios enfoques puntuales. Por un lado, la convicción de que el gaming mobile es una opción cada vez más fuerte y completa para acceder a ciertos títulos para las nuevas audiencias. El segundo punto -y muy importante en este caso- es que, hasta este momento, casi por reflejo le escapaba a cualquier experiencia que involucre la palabra “shooter”.
Entonces, desde un punto de vista personal puedo decir dos cosas sobre esta adaptación: que logró lo que no pudo su versión original -retenerme como público- y hacer disfrutable un género que no es de mi preferencia.
Los nuevos jugadores tienen que saber que esta experiencia les va a ofrecer todas las herramientas necesarias para poder habituarse a las mecánicas del juego. Desde la configuración de las diferentes preferencias en base a su conocimiento del título o del género hasta la posibilidad de acceder a una partida tutorial en la que van a poder implementar las habilidades y los movimientos y desplazamientos básicos para hacerle frente a cualquier cruce. Ese tutorial de principiante lo van a poder repetir en caso de necesitarlo.
A eso se le suma la modo de Práctica libre, en el que van a encontrar tres opciones: el campo de tiro para poner a prueba la puntería con todas las armas a disposición -muy útil para también entender qué tipo de arma es más acorde al estilo de juego-, los retos semanales y el nivel de entrenamiento avanzado, para desarrollar los disparos a distancia o la superación de obstáculos en el terreno.
Más allá de los tutoriales e instancias de práctica, el juego está saturado de información, en el buen sentido. Tomarse el tiempo para leer las habilidades -e historia- de cada leyenda, las características de cada modo de juego, son todos elementos a disposición para los que se adentren por primera vez en este universo.
Además, durante las primeras partidas los usuarios no van a parar de acceder a nuevos contenidos, ítems y recompensas por sus logros. Como experiencia que quiere recalcar su dinamismo, funciona a la perfección. Pero como incentivo para mantener interesados a los jugadores, resulta ser una estrategia todavía más efectiva.
A las recompensas por el pase de batalla normal, se le suman las bonificaciones por el cumplimiento de las diferentes misiones y los elementos que se desbloquean solo por el inicio de sesión sostenido y la superación de distintos retos. De esta forma, y de manera muy rápida, el acceso a una variedad interesante de leyendas (capaces de adaptarse a la forma de juego de cada persona) y de nuevos accesorios están garantizados.
Es cierto que, por lo menos en una primera instancia, el juego puede parecer abrumador. La introducción directa a los diferentes modos, la disponibilidad rápida de personajes, el rango muy amplio de armamento, protección y distintos ítems que van a encontrar en las partidas, pueden resultar difíciles de asimilar para alguien que no haya interactuado nunca con el título o experiencias similares. Sin embargo, el dinamismo que propone tiene la capacidad de compensar y direccionar esa sensación. El hecho de que sea un inicio para todos los jugadores -sin importar que tanto conocimiento previo tengan- hace que ese proceso sea mucho más relajado que en plataformas donde las audiencias ya están mucho más asentadas.
Por otro lado, si hubiese que hablar de los aspectos que presentan más grises, durante las partidas se da un exceso de información que no todo el tiempo lidia muy bien con una pantalla táctil y todo parece estar comprimido. Lo que en un sentido es positivo -el abanico amplio de ítems, habilidades o movimientos- puede ser más engorroso si se lo piensa en función del espacio disponible en un dispositivo más chico en comparación con su contraparte en PC o consolas.
Si algo me permitió esta experiencia es reafirmar la idea de que no existe el género que no sea para uno. Pero sí existen -en una industria que es cada vez más amplia, diversa y accesible- los momentos particulares de cada jugador y las formas más específicas y amoldables para ingresar a una franquicia, a un videojuego o a un tipo de experiencia. En ese sentido, Apex Legends Mobile cumple un objetivo fundamental: tener todo el potencial para ser ese momento y forma particular para que una nueva audiencia le de una oportunidad a una franquicia que, claramente, todavía tiene mucho para dar.
SEGUIR LEYENDO: