Los responsables de la icónica saga de rol Suikoden lanzaron en 2020 una campaña de Kickstarter para anticipar al sucesor espiritual de la franquicia: Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes. Mientras los fans esperan con ansias el título que llegará en 2023, este año se lanzó su precuela para anticipar algunas de las novedades que se van a incorporar a la fórmula y empezar a conocer este particular mundo de fantasía. ¿Logra Eiyuden Chronicle Rising sostenerse por sí solo?
Amantes del género van a reconocer muchos elementos clásicos tanto en la jugabilidad como en la trama del título. CJ, la protagonista, es una enérgica busca tesoros que llega al pueblo de New Nevaeh como parte de una tradición familiar. Su misión es conseguir un tesoro más grande que el de su padre y su abuelo para probar su valor, pero New Nevaeh se encuentra en un periodo de transición debido a una tragedia y nada es fácil de conseguir.
Desde muy temprano, el juego establece un sistema de sellos que se pueden obtener ayudando a miembros de la comunidad con todo tipo de tareas. Por momentos, la búsqueda de tesoros y las aventuras emocionantes quedarán en segundo plano para rescatar a algún gato perdido o hablar con pueblerinos para descubrir qué se puede mejorar en New Nevaeh, lo que puede resultar tedioso, pero al menos cuenta con amigable y carismático humor.
Las primeras horas de juego se sienten como un prólogo en el que constantemente debemos cumplir los deseos de los pueblerinos, dejando de lado nuestro propio objetivo. Sin embargo, la misión de CJ está entrelazada con el bienestar de New Nevaeh tanto desde la trama como la jugabilidad, porque mejorar las diferentes tiendas y ayudar a personajes permite tener más recursos a la hora de combatir y derrotar poderosos enemigos.
Eiyuden Chronicle Rising cuenta con personajes diseñados en 2D y con arte pixelado, pero con fondos hechos en 3D para crear un contraste más que interesante. A diferencia de la saga Suikoden, en Eiyuden los combates son en tiempo real. CJ incorpora dos personajes a su equipo a lo largo de la aventura y cada uno cuenta con su estilo de ataque particular. En el control, cada personaje está representado por un botón, por lo que al apretar X en el control de Xbox, atacaremos con CJ, que es la heroína más balanceada de la party. Por su parte, el canguro Garoo cuenta con ataques mucho más fuertes, pero también más lentos.
Más allá del equilibrio que se genera con personajes con diferentes atributos, ciertos enemigos solo pueden ser contrarrestados por uno de estos personajes en particular, lo que invita a generar combates dinámicos donde todos participan. Al contar con escenarios con desplazamiento en 2D, este apartado es muy dinámico y permite dar rienda suelta a la improvisación. De cualquier manera, los controles son bastante limitados y no dan demasiado lugar a la innovación.
Un poco más adelante en la historia, también entran en juego las runas y los lentes. Más allá de las explicaciones del juego, se trata de ítems que otorgan a los personajes poderes elementales. Los ataques no solo se vuelven más poderosos gracias al poder del fuego, el hielo o la electricidad, sino que también son fundamentales para enfrentarse a enemigos que también poseen este tipo de habilidades. Hay una especie de tabla de fortalezas y debilidades, como en piedra, papel o tijera, o el universo Pokemon, que ayudan a saber exactamente qué elemento portar en el momento y lugar indicados.
El a veces engorroso proceso de cumplir con misiones secundarias no solo trae recompensas en forma de nuevos ítems, armas y armaduras para comprar, sino que también abren las posibilidades del combate con los Link Attacks. Estos ataques especiales se hacen llamando a los otros personajes del equipo en medio de un combo, lo que genera ataques más poderosos en cuestión de segundos. Cuantas más misiones secundarias se completen, más ataques se pueden encadenar. Adicionalmente, los personajes expanden sus habilidades de combate con mejores saltos y ataques especiales mejorados, lo que se convierte en el mayor incentivo para cumplir con objetivos secundarios.
Otro gran pilar de Eiyuden Chronicle Rising es la exploración. A medida que se avanza en la aventura, se descubren cada vez más regiones, cuevas y templos para explorar, por supuesto patrullados por enemigos cada vez más poderosos y con recursos cada vez más valiosos. Las distintas regiones cuentan con atajos y la posibilidad de hacer fast-travel, algo más que útil cuando solo se visita un área para completar una misión secundaria.
Con la enorme cantidad de ítems y recursos que se pueden recolectar, se siente que a Eiyuden Chronicle Rising le falta algún sistema para saber en qué sector del mapa se puede encontrar un recurso en particular. En vez de eso, los jugadores pueden asignar cualquier misión como urgente para saber exactamente a dónde deben dirigirse sin perder el tiempo enfrentándose a enemigos que caen de un solo golpe.
Los menús de Eiyuden Chronicle Rising logran presentar todos los sistemas de juego de manera bastante concisa. En las últimas horas de juego, por ejemplo, los jugadores se encuentran recorriendo regiones nevadas para luego pasar a un volcán en erupción, sin escalas. El menú de inventario es bastante dinámico, lo que permite que cambiar las runas de los personajes no sea un proceso tedioso, sino una tarea casi automática.
En general, toda la propuesta de Eiyuden Chronicle Rising es la de un juego de rol clásico, pero con mecánicas y apartados mucho más dinámicos. El título logra capturar la esencia del género como se lo presentaba hace unos 20 años, en las mejores épocas de la PlayStation One cuando el 3D empezaba a marcar una nueva era. Sin embargo, su fórmula está simplificada y modernizada, lo que lo vuelve una opción ideal para disfrutar en una Nintendo Switch o un dispositivo mobile.
En mi caso, tuve la oportunidad de disfrutar del título en una notebook ASUS Vivobook Pro 15 OLED provista por la gente de AMD que, aparte de contar con una pantalla ideal para disfrutar de los vibrantes colores de New Nevaeh, tiene un procesador AMD Ryzen 9 5900HX con arquitectura Zen 3 que permite obviar cualquier posible pantalla de carga. Esta velocidad máxima de procesamiento es ideal para disfrutar de Eiyuden Chronicle Rising con el dinamismo, la velocidad y la simpleza ideales para no aburrirse nunca.
Eiyuden Chronicle Rising cuenta con 31 misiones principales, muchísimas más misiones secundarias y se puede completar en unas 15 horas, aproximadamente. Llegando al final de la historia, se siente que la introducción fue demasiado larga para lo que es el desenlace, a pesar de que es bastante épico. De todas maneras, hay que ver al título como lo que es: la precuela del sucesor espiritual de Suikoden. En ese sentido, el título propone una jugabilidad adictiva y nos muestra un poco del universo que se va a desarrollar mucho más el año que viene con Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes. En todo caso, lo que más deja Eiyuden Chronicle Rising son ganas de más, por lo que se puede decir que el objetivo está cumplido.
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