A principio de año, Wordle fue uno de los grandes eventos virales de los que todos hablaron en redes sociales. El juego que llegó con la simple propuesta de adivinar una palabra secreta por día se convirtió en una sensación y su fórmula rápidamente empezó a replicarse con otras variantes, desde opciones matemáticas hasta una versión para acertar un país específico.
Ahora es el turno de Pokémon. La popular franquicia también llegó al juego viral gracias a la creación de Nathan Fretz, un geocientífico que abandonó su carrera para dedicarse a la programación. Así nació Sqwordle, la variante que invita a que todos descubran un pokémon de la primera generación.
Como la propuesta original que lo inspiró, la mecánica de Sqwordle es muy simple, aunque tiene algunos agregados que hacen que sea más interesante que otras propuestas. Los jugadores van a contar con seis intentos para adivinar un pokémon misterioso. Para eso van a tener que escribir el nombre o -si dudan de su memoria- clickear directamente sobre el que elijan para empezar en el panel que tiene las imágenes de los 151 o aprovechar el predictivo.
Pero antes de empezar a jugar, aparece uno de los agregados interesantes: los usuarios van a poder elegir el modo de juego, que va a definir la dificultad:
Pokémon Trainer: van a poder ver la Pokédex y van a ir desapareciendo las opciones descartadas, para quedar solo visibles los que se ajustan a los criterios válidos. Además, el pokémon misterioso va a lanzar ataques, que también servirán como pistas extra
Gym Leader: el pokémon a descubrir no va a atacar, por lo que se anula esa pista
Elite Four: la pokédex está oculta y no hay ataques
Una vez que empiece la ronda, cada intento va a estar seguido por las pistas. En primer lugar, el jugador sabrá si el pokémon elegido y el misterioso son del mismo tipo o no. También se va a indicar si tienen la misma cantidad de pokémones en su árbol de evolución.
A eso se le van a sumar cuatro datos comparativos: si en ataque, el pokémon misterioso es más fuerte o más débil; si su defensa es mayor o menor; y cómo es la relación entre ambos con respecto a la altura y el peso.
Si el dato es correcto, va a figurar en verde. Si es incorrecto, en rojo (con las flechas, además, marcando si es mayor o menor la relación). Por otra parte, si el nombre del pokémon elegido aparece en amarrillo, eso significa que el que hay que descubrir pertenece a la misma familia, pero es otro eslabón de la evolución.
Además de los modos que definan la cantidad de pistas con las que se va a contar por partida, los jugadores van a poder elegir entre el modo diario (un intento por día) o pueden visitar la “zona safari”, donde los intentos son ilimitados y van a poder entrenar sus conocimientos sobre los pokémon.
En el modo diario, como ocurre en el Wordle original, se van a ir definiendo las estadísticas en base a la performance del jugador. Pero a los datos básicos, como la cantidad de partidas jugadas o el porcentaje de victorias, se le van a sumar las medallas de gimnasios. Jugar cinco veces, adivinar 10 veces el pokémon misterioso en tres o menos intentos o capturar 20 diferentes van a permitir ganar una insignia.
Por ahora hay cuatro medallas de los gimnasios de Kanto disponibles: Boulder, Cascade, Thunder y Rainbow. Soul, Marsh, Volcano y Earth se van a sumar pronto y en esta publicación de Reddit se pueden dejar sugerencias para los objetivos que habría que cumplir para obtener cada una.
La posibilidad de que se sumen nuevas generaciones de pokémon abren una ventana muy interesante para seguir expandiendo la permanencia del juego y aumentar la dificultad para descubrir la opción correcta.
Una parte muy relevante del fenómeno que representa Wordle es la cantidad de variantes que generó en base a una propuesta extremadamente simple, pero no por eso menos desafiante (y entretenida). Sqwordle toma lo mejor de esa fórmula y lo combina con detalles propios de una de las franquicias más queridas del mundo. Y el resultado es espectacular.
Todos los que quieran jugar a esta variante de Wordle, pueden hacerlo acá.
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