Análisis de GRID Legends, una propuesta para el público casual de carreras de autos

La desarrolladora británica Codemasters intentó resarcirse de su lanzamiento del 2019 con un título que quedó corto para la novena generación

Guardar
(Foto: EA)
(Foto: EA)

Debe ser difícil lanzar un juego de racing el mismo año que Gran Turismo 7 está sacudiendo el mercado del gaming por su 25º aniversario. La estrategia para que un nuevo juego de carreras destaque este año es intentar democratizar al género para que sea atractivo para todos los rangos, algo que Codemasters intentó con GRID Legends. ¿Logró posicionar su título para que no quede aplastado por Polyphony Digital?

Hay que subrayar que es extraño que exista un modo historia que combine perfectamente con el género de carreras, pero esta edición lo logró. El modo “Hasta la Gloria” sigue la narrativa de Seneca, un equipo que se construyó de cero y cuyo dueño, Marcus Ado, le gusta contratar conductores que muestran promesa más allá de su experiencia. Es allí donde los jugadores entran en la narrativa: Seneca se queda sin uno de los dos conductores que necesita para competir en los circuitos GRID y logra captar la atención de Ado.

Esta secuencia sigue durante 36 capítulos con distintos objetivos de carreras cortas, perfectos para introducir a cualquier tipo de conductor a lo que se trata GRID: carreras con distintos tipos de autos y circuitos de fantasía. La historia es presentada como si fuera un mockumentary, donde los participantes son filmados por un equipo de grabación que capta sus expectativas antes y después de las carreras.

Cada circuito anima a los jugadores a conseguir distintos objetivos y comprende una curva de aprendizaje muy amigable para quienes desean sumergirse en un mundo menos técnico de automóviles. No todo es ganar, sino aprender a dominar los vehículos -de físicas dudosas- y dominar los caprichos de los mapas ficticios. De forma intuitiva también se aprende acerca de los Nemesis, que son aquellos conductores que el jugador molesta durante la carrera (ya sea superándolos, chocándolos o hasta pasar a su lado cuando están KO) y que se tornarán un poco agresivos durante el circuito.

Y si bien esto sirve para la narrativa, la distorsión entre las imágenes de las grabaciones y las gráficas del juego sirven para resaltar los errores técnicos dentro de lo que realmente importa en un juego de racing: las carreras. El acercamiento amistoso al género hace que se perdone la física pastosa con la que todos los vehículos pecan o inclusive la falta de sensación de velocidad.

Para quien busque un juego de carrera, quizá se vea decepcionado por un el velocímetro no parece variar de 90 a 120 KM/H, aunque ciertamente dentro de la pista la sensación de velocidad demuestre lo contrario. La dura maniobrabilidad se salva un poco con el modo Flashback, una opción de la cual se aprende casi intuitivamente y que ayuda bastante a los jugadores que apuestan al conocimiento previo de cómo debería comportarse un vehículo. Al apretar la opción, la carrera retrocede hasta el punto que el o la conductora considera que puede retomar y corregir el error que tuvo en la pista.

Si se considera que el modo historia podría ser la antesala de todo el juego, quizá no existe otro incentivo para continuar con GRID Legends. Pero la propuesta mejora considerablemente en el Modo Carrera y Equipo, donde existe la oportunidad que los jugadores creen su propia historia de racing. Cada victoria y objetivo cumplido significa acumulación de dinero ficticio para expandir las habilidades de los conductores acompañantes (cada carrera GRID cuenta con dos conductores por equipo), de modo que realmente se siente que se juega con un auxiliar. Al mismo tiempo, también se habilita la posibilidad de adquirir nuevos vehículos, reparar aquellos que se estropearon durante los circuitos e inclusive mejorar los comandos de apoyo a los que responderá el conductor aliado. La IA (inteligencia artificial) juega un importante factor durante este desarrollo: si bien quizá no haya sido apropósito, los errores y las maniobras con las que se presenta cada vehículo NPC los hace similares a decisiones humanas.

Las opciones de dificultad dentro del menú tocan distintas aristas: desde el nivel que se le debe aplicar a todo el juego en general, el tipo de refinamiento en la IA, el tipo de daño y su influencia en la carrera además de los controles de estabilidad y tracción, son refrescantes para un juego de carreras que pretende un gameplay más para todo público que detallista.

Codemasters es una desarrolladora conocida por sus títulos de racing y está intentando con este nuevo GRID darle un giro al lanzamiento del 2019 que no llegó a dar con la talla de lo que se esperaba de un juego más del lado arcade dentro del género. GRID Legends logró redimir ese título, pero no se mantiene como un standalone, ya que se siente como una mejora de aquel estreno de hace tres años.

Este nuevo juego de carreras puede llegar a ser una buena base para construir una experiencia entera, así como EA lo hizo frecuentemente con sus títulos más fuertes. Si bien la experiencia base de GRID Legends tiene un contenido (el cual se necesita mejorar su optimización en PC para evitar crasheos) e inclusive un modo online decente que permite a los jugadores a crear sus propios circuitos, aún no está puesto a punto para la significativa inversión del pack Stardard o Deluxe.

GRID Legends parece un título que logrará conquistar al público que está envalentonado por esta época de estrenos de racing, pero que no desean sumergirse en un nivel demasiado profundo de simulación. Sin embargo, deberá retocar aspectos de su propuesta a nivel conducción para que no termine frustrando usuarios que buscan una aventura casual en automóviles de fantasía.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar