Entre importantes lanzamientos de grandes estudios, el 2022 también está teniendo un muy buen nivel en el terreno independiente gracias a experiencias como Infernax. Fans de los Castlevania clásicos y otros épicos títulos de NES van a encontrar mucha satisfacción en esta experiencia visceral cargada de homenajes y una dificultad endemoniada.
Como muchos otros títulos de la era 8-bits, Infernax no se toma demasiado tiempo para presentar su historia. Los jugadores encarnan a un caballero templario encargado de erradicar una importante maldición. Para lograrlo deberán recorrer un extenso mapa y derrotar a cinco poderosos jefes antes de enfrentarse al responsable de todos los males en otra épica batalla que seguramente resultará en muchas muertes del protagonista.
La jugabilidad es intuitiva y no presenta demasiadas novedades respecto de otros videojuegos similares. El protagonista cuenta con un arma, un escudo, distintos hechizos que se van adquiriendo en la aventura y ranuras para pociones de maná y salud. Con estas herramientas, y la posibilidad de mejorar la cantidad máxima de salud, poder y maná, Infernax invita a los jugadores a explorar los rincones del intrincado mapa sin demasiadas pistas ni indicaciones para mantener el espíritu de los metroidvanias que le dieron nombre al subgénero.
Sin embargo, Infernax es un título de 2022, lo que permitió a los desarrolladores incorporar interesantes elementos que elevan un poco la fórmula de los clásicos. Lo primero de todo es su nivel de dificultad: los players pueden elegir entre el Modo Clásico -como la experiencia debe jugarse según la visión de los desarrolladores- y el Modo Casual. Lo interesante a remarcar de estas dos opciones es que no se modifica el nivel de desafío que proponen los enemigos y los escenarios, sino que la principal diferencia entre ambas dificultades es lo que sucede cuando el protagonista muere.
La pantalla de Game Over en el Modo Clásico significa volver al último punto de guardado. Estos puntos, representados por estatuas, permiten mejorar atributos cuando se tiene suficiente experiencia, pero están muy separados entre sí. En el Modo Casual, el Game Over permite retener algo del oro y la experiencia que se ganó, para que el próximo intento pueda hacerse con más recursos. En mi opinión, la diferencia entre un modo y otro no radica tanto en la dificultad del juego, sino en la frustración del jugador. De todas maneras, no se trata algo que se deba únicamente a la distribución de los puntos de guardado, sino que también entra en juego la navegación.
Al delegar la acción y la exploración en manos de los jugadores, Infernax a veces falla un poco para dejar en claro cuál es el próximo paso. En el proceso de buscar al próximo jefe, puede que los players se encuentren con muchos callejones sin salida y áreas que requieren de una futura habilidad para ser accesibles. Hablar con personajes clave puede ayudar en algunas ocasiones, pero en otras oportunidades resulta más confuso de lo que debería.
A lo largo de la aventura se pueden adquirir mejoras, como la posibilidad de sumar Continues que permiten morir un par de veces y reaparecer en el mismo escenario antes de ver el Game Over definitivo. Pero Infernax también cuenta con mecánicas que expanden la fórmula con novedades no tan usuales en el género.
A lo largo de la trama, el protagonista se cruza con diversos personajes y monstruos que obligan a tomar una decisión. Generalmente, las opciones se dividen entre la violencia extrema y un intento de razonar con el enemigo que nunca sale bien. Dependiendo de la decisión tomada por el jugador, se puede desatar una pequeña batalla o puede generarse un momento que más de un personaje va a recordar.
Lo interesante es que, fuera de los claros momentos donde los jugadores deben decidir, también hay acciones que pueden tener importantes consecuencias en el mundo del juego y el final que le toque a cada uno. Por ejemplo, uno de los poderes del protagonista es una tormenta eléctrica que, si se activa dentro de un pueblo, puede incendiar todo a su paso, algo que los pueblerinos no olvidan fácilmente.
En esos momentos de decisiones y las presentaciones de los distintos jefes es donde Infernax celebra su costado más visceral. A lo largo de la aventura, los diferentes enemigos explotan en pedazos y llenan al protagonista de sangre para dejar en claro que se trata de un título extremadamente violento, pero esas “cinemáticas” que muestra en todo su esplendor los diseños de los jefes se llevan el premio y recuerdan a otros títulos recientes no aptos para impresionables, como Blasphemous.
Como sucede en algunos de los clásicos que Infernax homenajea, también hay una mecánica de transición entre el día y la noche, según la distancia recorrida por el jugador. Si bien los enemigos del día tienen diseños poco inspirados y bastante trillados, como zombies y ojos voladores, en la noche las cosas se ponen bastante más interesantes, tanto desde lo visual como desde la dificultad que proponen sus enemigos exclusivos.
La frustración del Modo Clásico y el poco tiempo para analizar el juego a fondo me obligaron a embarcarme en la aventura en el Modo Casual. Sin embargo, también noté que este segundo modo tiene una curva de aprendizaje muy bien lograda, que permite mejorar habilidades y plantarse de buena manera frente a enemigos sin convertir al protagonista en un ser extremadamente poderoso. La dificultad de los enemigos, las trampas y los distintos obstáculos se mantiene endemoniada, lo que obliga a siempre pensar el siguiente paso y moverse con mucho cuidado, de cualquier manera.
Infernax llegó al mercado para ocupar un espacio casi vacío junto a otros pocos títulos de 8 y 16 bit. Pero, además de subir la apuesta con mecánicas innovadoras y una gran cantidad de objetivos secundarios, también cuenta con un apartado dedicado al homenaje. Se pueden ingresar distintos códigos de cheats en Infernax para disfrutar de una experiencia un tanto diferente, ya sea con un arma más poderosa o directamente con el uso de un jetpack. Para que el homenaje sea completo, también existe una manera de ingresar el mítico Código Konami, con efectos devastadores en los enemigos.
El trabajo de Berserk Studio logró una jugabilidad impecable que invita a los players a superarse y destrozar todo a su paso, sea amigo o enemigo, en busca de uno de los numerosos finales disponibles en la visceral aventura. Adicionalmente, el nombre que elijan los jugadores para su personaje aparece en cada diálogo y cinemática protagonizada por el personaje, lo que aporta a que Infernax sea una experiencia bastante única para los amantes de la nostalgia.
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