En todas las experiencias de videojuegos lo primero que se anuncia en pantalla gigante es qué tipo de motor de videjuego o game engine se utilizó para realizar esa experiencia. Aunque a los usuarios les parezca extraño, esta es la clave para definir qué tipo de juego y desarrollo tuvieron los títulos más populares de una época, además de poder entender con un poco más de profundidad el tipo de trabajo que crea un videojuego.
Los motores de videojuegos son los responsables de proveer las herramientas necesarias para armar una experiencia digital. Este espacio de trabajo será quien “unirá” todas las estructuras y las reproducirá (o renderizará) acorde a las variantes lógicas que establezca el código detrás. ¿Esto quiere decir que cada nuevo título tiene que tener cientos de programadores tipeando en sus computadoras los mismos comandos? No, de hecho muchas de estas herramientas ofrecen atajos (scripts) con las que se resolverán distintas situaciones.
Las rutinas que establecen los game engines son muchísimas e incluyen un motor gráfico, motor físico, animaciones, sonidos, redes, comportamientos de inteligencia artificial y múltiples herramientas que construyen el segundo a segundo del gaming. Para poder entenderlo en profundidad, es posible pensar en la escena del shooter clásico Wolfenstein 3D (para el cual se construyó el Wolfenstein Engine en 1991): el engine utilizado sentó la base de cómo se moverían los jugadores en una experiencia FPS, cómo se verían los objetos, qué reacciones tendrían los enemigos, cuál sería la pantalla que le proveería información a los jugadores y cómo respondería el escenario, entre tantas otras opciones.
Esto quiere decir que cada una de las partes de un videojuego están calculadas: el motor gráfico definirá qué tipo de gráficos podrá proveer, como una estética 3D, 2D o inclusive si tiene la capacidad de implementar opciones de RayTracing. Lo mismo sucede con las herramientas que le embeberán un comportamiento especial al audio, las respuestas del ambiente a las opciones, el tipo de controlador tendrá el jugador para moverse en el espacio digital y hasta las opciones de conectividad para que la experiencia responda al juego online.
Hay una serie de motores gráficos que suelen utilizarse por su rapidez en implementación e inclusive la flexibilidad de sus opciones para aceptar el trabajo con otros programas. La decisión de los estudios del tipo de motor gráfico a usar suele ser crucial, ya que esto dictaminará los especialistas que se deberán contratar y cuáles son los límites con los que se pueden llegar a encontrar (y si tienen tiempo de trabajar para modificarlo). Muchas veces empresas como Rockstar y Ubisoft, que tienen una capacidad mayor de inversión, prefieren utilizar motores desarrollados por ellos mismos para asegurarse tener un “espacio de trabajo” directamente creado para el tipo de experiencia que buscan. Aún así, los más populares son los siguientes:
Unreal Engine - (Fortnite, Street Fighter V, Star Wars Jedi Fallen Order, Resident Evil 4 VR)
El motor desarrollado por Epic Games está disponible de manera gratuita para quien sea que desee meterse en el mundo del gaming y tiene un modelo de regalías para quien quiera comercializar el resultado. Este espacio -cuya primera versión fue lanzada en el 2015 y actualmente se está esperando el lanzamiento oficial de la versión 5- es famoso por soportar la creación de experiencias para celulares, consolas, computadores y plataformas de realidad virtual.
Para los usuarios, es muy importante que Unreal sea un tipo flexible de espacio de trabajo, que conserve una estructura pragmática de mapeo del desarrollo y que la comunidad pueda proveer feedback para que se siga perfeccionando. Su modo de programación vía Blueprint (estilo programación visual) ayuda mucho a la hora de aprender en el desarrollo. Como contra, los usuarios dicen que la curva de aprendizaje es bastante pronunciada, especialmente porque el sistema tiene una estructura especial definida. Además, señalan que existen menos plugins y aplicaciones en comparación con otras experiencias.
Unity - (Ori and the Blind Forest, Hearthsone, Call of Duty: Mobile, Pokemon Go, Phasmophobia, Fall Guys)
Lanzado por primera vez en 2005, Unity se volvió uno de los motores gráficos premium más populares, e inclusive ha sido adoptado por el cine, la arquitectura y la construcción para diversos proyectos en los que un motor de videojuegos otorgaba variantes más pragmáticas dentro de la producción. Para comenzar a trabajar sobre Unity hay que comprar una suscripción mensual para acceder a todas sus funciones, que no termina de ser rentable para quienes recién empiezan en la industria.
Aún así, los usuarios reportan que es un poco más fácil de usar, ya que el código que se utiliza (C#) es un lenguaje común entre desarrolladores y diseñadores de distintas áreas. Estos no son todos los motores de videojuegos que existen. Engines como Frostbite son exclusivos de Electronic Arts, Decima es elegido por Guerrilla Games y Kojima Productions, Gold Src fue el responsable hasta el 2014 por el Counter Strike (actualmente es Source 2, también un motor desarrollado por Valve) y el motor Godot, creado por el argentino Juan Linietsky, que se está abriendo paso en la escena indie internacional y ya dio soporte al Sonic Colours Ultimate.
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