Análisis de Joseph: Collapse, la última gran expansión de Far Cry 6

Una cara muy conocida está de regreso en la franquicia de Ubisoft

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Ubisoft ha demostrado su amor y confianza por la saga Far Cry a lo largo de los últimos años. Como estaba programado, Far Cry 6 creció junto a un calendario de tres paquetes de expansión que siguen una línea roguelite. La realidad es que estos DLC están diseñados para atraer la atención de dos tipos de público: por un lado, -y como el más importante- el de los fanáticos veteranos de la saga. Por el otro, para una audiencia entusiasta de la acción en escenarios rápidos y desafiantes.

Habiendo transitado por los villanos Vaas: Insanity (Far Cry 3) y Pagan: Control (Far Cry 4), llega el turno de Joseph: Collapse (Far Cry 5). La premisa es la misma: sumergirse en la mente del antagonista y tratar de escapar de ella. Joseph Seed es el líder de un culto bastante extraño y es probablemente el personaje más oscuro en comparación a los anteriores. Pese a esto, su alma está regida por otros principios, no menos alocados y genocidas.

El game design es exactamente igual a las dos experiencias precedentes con algunos pequeños cambios para remarcar. Para escapar de la arruinada mente de Joseph es necesario reunir tres pedazos de una cruz distribuidos por el mapa. una vez obtenidos, estos deben entregarse en una suerte de jardín, que se aprovecha de la analogía del Jardín del Edén.

Sin dudas, el juego está orientado a navegar sobre la historia de este Padre, quien demostrará sus intereses y ambiciones de formas muy explícitas, siempre apostando por la violencia. Los enemigos serán los propios seguidores de este culto y, si bien no son nada complejos de abatir, sí hay algunos que parecen más robustos y otros mini bosses que cuentan con lanzallamas letales.

El estilo roguelite es idéntico a las expansiones previas, es decir, aparecerán objetos aleatorios en el mapa y si morís durante la run, estos desaparecerán a menos que tengan la cualidad de ser permanentes. Tomarte el tiempo de mejorar progresivamente tu equipamiento y los espacios de vitalidad serán tareas cruciales para no caer en las primeras oleadas de enemigos.

Gráficamente estamos frente a un juego con escenarios rurales y lleno de icónicos monumentos propios de Far Cry 5, desde iglesias hasta altares y estatuas de la versión original. La paleta de colores utilizada es mucho menos colorida que en Vaas: Insanity e infinitamente menos saturada que Pagan: Control, lo que da una apariencia diferente y algo simple a primera vista.

Además, el ciclo de día y noche marca su presencia en esta obra. Cuando llega la oscuridad, una serie de nuevos rivales aterrizan en el terreno y buscarán asesinarte sin titubear. Estos seres paranormales se derriban de un solo disparo, pero surgen inesperadamente en hordas muy extensas. Un aspecto a destacar es que se ha utilizado al mismo actor de doblaje que el juego de 2018, quien se luce en una labor espectacular.

Otro punto que parece cambiar es la dificultad del juego. Sinceramente esta edición parece mucho más fácil que las antecesoras y -atado a esta accesibilidad más solidaria- la duración de la run se ve afectada. Dado que contábamos con las habilidades de los dos DLC anteriores, terminar el juego nos llevó aproximadamente dos horas, aunque pudimos extender la diversión por unas cuantas extra mediante los desafíos de armas y revelando secretos.

Los “recuerdos” son anexos que agregan horas de jugabilidad a Joseph: Collapse. Estas fases consisten en superar algunos retos de moderada complejidad que habilitarán cinemáticas con flashbacks propios del personaje, expandiendo así el lore de la historia del quinto videojuego de Far Cry.

En conclusión, si ya exprimiste al máximo todas las misiones de Far Cry 6, el paquete de expansión es una interesante opción para seguir nutriéndote con contenido del mismo universo, compuesto por una fórmula que aplica la medida justa de acción y cinemáticas hollywoodenses.

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