Análisis de El Hijo – A Wild West Tale: el juego de sigilo finalmente desembarcó en dispositivos móviles

La aventura western lanzada a fines de 2020 encontró nueva vida y nuevos fans en pantallas más pequeñas

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El videojuego de sigilo desarrollado por Honig Studios y Quantumfrog desembarcó en el terreno mobile para atraer a más usuarios

En diciembre de 2020, las compañías Honig Studios y Quantumfrog unieron fuerzas y lanzaron El Hijo – A Wild West Tale junto con la distribuidora de indies Handy Games. Un año y algunas semanas después, lo que muchos fans advirtieron se hizo realidad y el título fue adaptado a dispositivos móviles con algunas pequeñas novedades con la intención de llegar a un público más amplio y aprovechar las bondades del formato.

El Hijo es un videojuego de sigilo donde los players se ponen en la piel de un niño que debe escapar de diversas situaciones para reunirse con su madre. Como el título indica, toda la acción cuenta con estética western que se puede apreciar tanto en los variados escenarios, que van desde conventos laberínticos a campos abiertos plagados de dinamita, como en las diferentes mecánicas de juego.

Para evitar ser atrapado por los numerosos enemigos que patrullan por los distintos mapas, el protagonista va adquiriendo distintas herramientas que potencian su sigilo y ayudan en su escape. Desde pequeñas piedras para generar ruidos y distracciones a zapatos que permiten correr sin hacer ruido, estas mecánicas se van incorporando gradualmente a un ritmo óptimo para que la experiencia sea entretenida y cada uno de estos recursos tenga su momento de aprendizaje en la experiencia.

El Hijo recorre tres locaciones principales a lo largo de más de 20 capítulos cargados de sigilo y emoción (Foto: Twitter)
El Hijo recorre tres locaciones principales a lo largo de más de 20 capítulos cargados de sigilo y emoción (Foto: Twitter)

Salvo por los primeros niveles, que funcionan como pequeño tutorial, cada escenario se puede recorrer y superar de diferentes maneras, lo que en muchas ocasiones ofrece alguna recompensa o logro. A lo largo de toda la aventura, el protagonista de El Hijo puede interactuar con otros niños huérfanos para alegrarles mínimamente el día, lo que en mecánicas del juego se traduce como la generación de un nuevo checkpoint. Esto puede ser muy útil en escenarios extensos con muchos pasillos por explorar y guardias por sortear.

Todos estos elementos corresponden a cualquier versión del juego que se haya jugado desde el lanzamiento oficial en 2020, pero la adaptación al terreno mobile cuenta con algunas particularidades dignas de mencionar. En primer lugar, para hacer entrar toda la historia de El Hijo en dispositivos móviles sin sacrificar una experiencia fluida, se simplificaron los gráficos a nivel general. Es una decisión acertada porque no se trata de un videojuego que requiera de demasiado detalle visual, especialmente en pantallas pequeñas, y se beneficia de priorizar el funcionamiento porque es un título donde una caída de frames puede representar la derrota.

El Hijo es una experiencia que se apoya mucho en el contraste de luz y sombra para generar caminos por donde el protagonista puede transitar seguro sin ser detectado y ese aspecto del juego se respetó en su adaptación mobile, aunque hay pocas opciones de ajustes de gráficos. Ver el juego en la pantalla del celular deja en claro que el título siempre debió haberse lanzado en este formato porque cuenta con un ritmo ideal para mobile.

La aventura lleva al protagonista por distintos escenarios, cada uno con sus particularidades a la hora de esconderse y escapar (Foto: captura)
La aventura lleva al protagonista por distintos escenarios, cada uno con sus particularidades a la hora de esconderse y escapar (Foto: captura)

La historia de El Hijo se divide en más de 20 capítulos, con algunas ocasiones en los que los jugadores controlan a la madre del protagonista, con distintas mecánicas de juego y posibilidades únicas. La narrativa episódica se beneficia mucho de la llegada del juego a dispositivos móviles porque se trata de escenarios que se pueden superar en pocos minutos, ideales para sesiones cortas de juego sin poner en peligro la vista, la postura o el tiempo libre.

Uno de los pocos aspectos criticables de la adaptación mobile de El Hijo recae en los controles touch, que no son tan precisos y en más de una ocasión pueden jugar en contra en algunos pasillos angostos o acertijos donde el tiempo de reacción es clave. De todas maneras, para aquellos que suelan usar controles compatibles con Android, se puede vivir la experiencia completa del juego con un mando bluetooth, lo que mejora bastante el control sobre el personaje, sus movimientos y sus herramientas para poner la adaptación casi a la par del original.

Un elemento a destacar es el diseño de sonido de El Hijo – A Wild West Tale, que se mantiene como otro de los pilares fundamentales de la jugabilidad en su versión mobile. Tanto la música, que captura la esencia western a la perfección, como los diferentes sonidos de personajes, pasos, animales, alertas y demás son una parte fundamental del gameplay, por lo que se recomienda el uso de auriculares en todo momento. Esas pequeñas pistas sonoras son fundamentales para analizar el entorno y elaborar una estrategia para superar cada nivel, casi tanto como ver el campo de visión de los enemigos. Por supuesto, también aportan muchísimo para que El Hijo sea una experiencia muy inmersiva, sin importar el tamaño de la pantalla en la que se esté jugando.

Sobre el final de la aventura, los jugadores cuentan con un gran abanico de recursos para sortear todo tipo de obstáculos (Foto: captura)
Sobre el final de la aventura, los jugadores cuentan con un gran abanico de recursos para sortear todo tipo de obstáculos (Foto: captura)

Adicionalmente, la vibración también juega un rol conjunto con el sonido y es un excelente indicador táctil para algunas de las mecánicas de juego. Por ejemplo, al utilizar piedras para hacer ruido, primero aparece un arco que marca la trayectoria y luego un domo que marca el área hasta dónde se escuchará ese ruido. Si ese domo toca a un personaje, el celular comienza a vibrar, lo que avisa al jugador que es el lugar ideal para disparar, generar su distracción y avanzar.

Por todas estas características, la versión mobile de El Hijo tal vez no sea un plan ideal para aquellos que ya disfrutaron de la emotiva e intrépida historia del título, porque no aporta novedades en lo narrativo. Sin embargo, para los que pasaron por alto su lanzamiento o jamás lo tuvieron en su radar, se trata de una experiencia más que interesante. El trabajo de los estudios para llevar la fórmula al terreno mobile es tan bueno que el título parece haber nacido en los límites de una pantalla de celular, lo que convierte a El Hijo en una de las opciones más llamativas de los últimos meses en la materia. El análisis del juego se hizo utilizando un Moto G30.

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