Análisis de Sifu: el simulador de películas de artes marciales que estabas esperando

El videojuego captura la esencia del cine asiático de acción desde lo visual, lo narrativo y lo jugable

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El título de SloClap promete sumergir a los jugadores en escenarios dignos de las mejores películas de artes marciales

Hace un año, el estudio francés Sloclap (Absolver) anunció su nuevo videojuego con un trailer cargado de acción digna de una película de artes marciales protagonizada por Bruce Lee, Jackie Chan o alguno de los tantos íconos del género. Después de algunos pequeños retrasos, Sifu llegó hoy a manos de los jugadores que reservaron la edición Deluxe del título y se trata de una experiencia más que satisfactoria.

Como se anticipaba en los trailers, el videojuego lleva a los usuarios por diferentes escenarios cargados de enemigos, donde deberán derrotar a todos y cada uno para eliminar a distintos jefes finales. Con el kung fu como única herramienta, el protagonista tiene la posibilidad de dar golpes fuertes y débiles, así como también generar combos, usar algunas técnicas especiales y, por supuesto, bloquear y esquivar.

Players que hayan jugado títulos de la saga Batman: Arkham o los más recientes juegos de Spider-Man de PlayStation, reconocerán un ritmo de acción similar, donde lo más importante no es pegar mucho y rápido, sino reaccionar a lo que plantean los enemigos y apoyarse principalmente en los contraataques. Más allá de la estética y su narrativa, Sifu logra separarse rápidamente de esos juegos con su extensa lista de movimientos y habilidades desbloqueables, pero también lo hace con dos medidores que los jugadores deben tener muy en cuenta: estructura y vida.

Sin gráficos de última generación, Sifu presenta escenarios impactantes (Foto: captura PS5)
Sin gráficos de última generación, Sifu presenta escenarios impactantes (Foto: captura PS5)

El primero representa la defensa del protagonista y se rompe cuando se llena, al recibir o cubrir golpes. Al mismo tiempo, los distintos enemigos también cuentan con sus propias estructuras, que al romperse habilitan la posibilidad de ejecutar un remate. Realizar un parry, es decir cubrirse en el momento justo en el que el enemigo golpea, hace que su medidor de estructura se llene con más rapidez. A lo largo de la aventura, los jugadores tienen la posibilidad de mejorar la estructura base o de contar con distintos recursos para recuperar estructura en medio de un combate.

No hay mucho que explicar sobre la barra de vida del personaje porque funciona como en cualquier otro videojuego. Sin embargo, una de las mecánicas más importantes de Sifu está en las muertes. Aunque no se trata de un roguelike, porque los escenarios y enemigos son siempre iguales, los jugadores tienen la posibilidad de volver a la vida pocos segundos después de morir gracias a un talismán que juega un rol importante en la narrativa. La primera muerte hace que el protagonista envejezca un año, pero a medida que se acumulan muertes en una misma área, aumenta el contador de muertes. Este contador determina la cantidad de años que “pierde” el protagonista cuando vuelve a la vida.

Al igual que con la estructura, en Sifu hay diferentes mecánicas que ayudan a mantener el contador de muertes a raya y algunas que permiten llevarlo a cero. Adicionalmente, en varios escenarios hay personajes que, al ser eliminados, hacen bajar dicho contador. Una vez que el protagonista supera los 70 años, solo tiene una chance más de avanzar antes de ver el cartel de Game Over. Sin embargo, cuando más envejece el protagonista, más poderoso se vuelve a costa de un poco de salud.

A lo largo de los escenarios el protagonista puede tomar distintos tipos de armas para hacer más daño y utilizar nuevas técnicas (Foto: captura PS5)
A lo largo de los escenarios el protagonista puede tomar distintos tipos de armas para hacer más daño y utilizar nuevas técnicas (Foto: captura PS5)

Las mecánicas de progreso son muchas y convergen constantemente en características que son fundamentales para llegar lo más lejos posible. El título se encarga de explicar las cuestiones básicas de cada apartado, pero podría hacer un mejor trabajo con algunos tutoriales extra, al menos opcionales, para que la experiencia no resulte tan abrumadora desde el principio.

De cualquier manera, Sifu es un videojuego que se anticipaba difícil y por eso la paciencia es la clave del éxito. La lista de habilidades desbloqueables es bastante larga y lleva tiempo obtenerlas de manera permanente, algo que muy probablemente no suceda en los primeros intentos. La dificultad de Sifu también radica en su variedad de enemigos, con algunos que aguantan muchos más golpes, otros que tienen armas cortantes, otros que esquivan todo lo que esté en su camino y algunas duplas bastante implacables. Esa variedad obliga al jugador a tener a mano distintas estrategias –que se aprenden a los golpes- para saber cómo encarar de la mejor manera cada desafío.

El título cuenta con cinco áreas, cada una con un jefe final que también tiene su particularidad a la hora de pelear. No se puede avanzar a la siguiente área sin derrotar al jefe anterior, lo que muchas veces implica comenzar un nuevo nivel con una edad ya avanzada. De todas maneras, todos los escenarios cuentan con secretos que aportan tanto a la narrativa como a la jugabilidad, desbloqueando atajos dentro del mismo nivel o en alguno diferente. Por ejemplo, eliminar un enemigo particular en la cuarta área permite volver a la tercera y llegar al jefe directamente, sin pasar por más enemigos ni arriesgar sumar más años al contador.

La trama de Sifu es su elemento más genérico, pero no es algo que interfiera demasiado en la experiencia general (Foto: captura PS5)
La trama de Sifu es su elemento más genérico, pero no es algo que interfiera demasiado en la experiencia general (Foto: captura PS5)

Lo cierto es que la historia de Sifu no es su punto más fuerte. Los jugadores comienzan en la piel del villano, eliminando a numerosos personajes de una escuela de kung fu y derrotando a su maestro. Luego de eso, los players encarnan al hijo del maestro, dado por muerto y en busca de venganza. A lo largo de la aventura se va conociendo mucho más sobre los distintos jefes, lo que estuvieron haciendo desde entonces y por qué hicieron lo que hicieron, pero es algo que se desarrolla con cinemáticas muy pequeñas y objetos en los escenarios. A pesar de una historia genérica, lo principal en Sifu es la sensación al jugar, porque cada nueva habitación cargada de enemigos hace sentir al jugador en una película de artes marciales, algo que en muchas ocasiones es incluso mejor que ver una película de artes marciales.

La variedad de enemigos, los distintos escenarios y los recursos que utilizó Sloclap hacen que la experiencia se mantenga entretenida en todo momento, incluso cuando estamos obligados a superar el mismo mapa una y otra vez. Lo mejor de todo es que esa variedad de enemigos también tiene sentido desde el punto de vista narrativo.

Sifu no es un título que se destaque en su nivel gráfico porque no busca una experiencia fotorrealista, pero sí tiene un apartado visual muy potente gracias a escenarios impactantes y un accesible Modo Foto. Al mismo tiempo, también recurre a lugares comunes de la cultura china y japonesa, algo que en ocasiones parece contradictorio o poco respetuoso, pero que desde lo visual cumple a la perfección. Adicionalmente, hay elementos sobrenaturales que permiten generar experiencias inmersivas más que interesantes, sobre todo al pelear contra jefes.

Cada nueva área cuenta con segmentos que refrescan la fórmula y sacan al jugador de su recientemente adquirida zona de confort (Foto: captura PS5)
Cada nueva área cuenta con segmentos que refrescan la fórmula y sacan al jugador de su recientemente adquirida zona de confort (Foto: captura PS5)

Hay muy poco para recriminarle a Sifu. La experiencia es todo lo que prometían los trailers y un poco más, siempre y cuando se esté buscando mucha acción y artes marciales. Llegando al final, se sienten limitadas algunas opciones de armas o la nula interacción con las paredes, que podrían ser un elemento interesante para sumar. Como se menciona más arriba, también podría haber mecánicas mejor explicadas para evitar que la experiencia sea frustrante en oportunidades.

El embargo de críticas se levantó hoy mismo al momento de publicación y está claro, conociendo a la comunidad gamer, que se va a hablar de la dificultad del juego. En especial con Elden Ring también llegando en pocas semanas. Lo cierto es que Sifu le da todas las herramientas al jugador para que aprenda a jugar y entienda cómo es el ritmo del título, sin llevarlo de la mano. Así y todo, su modo entrenamiento es bastante pobre y podría contar con más opciones para poder simular todo tipo de situaciones sin necesidad de sumar muertes al contador.

También se puede argumentar la incorporación de algún indicador de contraataque similar al visto en los títulos antes mencionados de Batman y Spider-Man, pero puede que ese tipo de apartados interfiera con la experiencia y hasta la vuelvan muy fácil. De cualquier manera, en medio del proceso de análisis la gente de Sloclap lanzó un parche para ajustar algunas mecánicas de progreso, entre otras cosas, lo que sugiere que todavía se están balanceando algunas características.

Cada jefe en Sifu tiene sus particularidades a la hora de pelear, algo que también está a tono con cuestiones de la narrativa (Foto: captura PS5)
Cada jefe en Sifu tiene sus particularidades a la hora de pelear, algo que también está a tono con cuestiones de la narrativa (Foto: captura PS5)

Cabe destacar que Sifu tiene una integración óptima con el control de PlayStation 5, no solo desde la vibración del DualSense, sino también desde el parlante incorporado, que reproduce los sonidos de pasos y elementos más cercanos al protagonista, incluyendo enemigos, para estar atento a lo más inmediato.

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